Capítulo 3

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—Sehun —reprochó Jongin—. ¿Qué me está pasando?

—Jongin, has experimentado los mágicos placeres de tu primer prostituta, o bueno... Sabes de qué hablo —le respondió palmeando su hombro.

—¿Por qué me recuerdas a la charla de sexo que tuve con mi madre en el octavo grado? —preguntó con una mueca de asco.

Los dos estaban sentados en el balcón de Sehun, observando la niebla cubriendo la ciudad, mientras bebían un poco de bubble tea. Eran una serie de eventos desafortunados los que habían llevado a Jongin ahí, estaba al borde de la desesperación. Y cuando se sentía así, acudía a Sehun en busca de respuestas.

—Ahora, no estoy hablando por experiencia propia o algo así —continuó Sehun—, pero he escuchado que se pone un poco intenso.

Jongin se estaba arrepintiendo de haberlo buscado.

—Así que esto es lo que harás. Vas a poner esta experiencia en el banco de recuerdos de ocasiones especiales, y la sacarás de tu mente en el momento adecuado. Como, por ejemplo, cuando estés solo, y yo esté en algún lugar donde no puedas encontrarme. Soy, ya sabes, tu mejor amigo pero realmente no quiero saber los detalles.

—Pues no planeaba dártelos...

—Como tu amigo te lo digo, saca esto de tu mente, ve y busca algún chico bueno que vaya a la universidad y tenga un trabajo normal, en serio. No es bueno estar sexualmente frustrado.

—No estoy sexualmente frustrado —dijo Jongin con la boca abierta y Sehun rio.

—Sí, claro. No intentes convencerme de que las bolsas debajo de tus ojos, no son por quedarte despierto todas las noches dando vueltas en la cama.

Lo peor del caso es que Sehun tenía toda la razón. Habían pasado exactamente cinco días desde su «incidente» con Kyungsoo, y no había pegado un ojo desde entonces. Había estado despierto todas las noches con una mano en su miembro, y la otra arrugando las sábanas, tratando desesperadamente no pensar en las gloriosas manos de Kyungsoo o en su jodidamente hermosa boca...

—Deja de fruncir el ceño —dijo Sehun—; te saldrán arrugas tempranas.

—¿Sabes qué? Tal vez tengas razón, probablemente no puedo sacarlo de mi mente porque usó sus poderes atrapa-hombres en mí, después de todo ese es su trabajo —respondió Jongin suspirando.

Sehun sonrió.

—Okay, ahora que hemos establecido ese punto, ¿qué tal si ordenamos pizza?

—Sí —murmuró Jongin—. ¡Asegúrate de pedir queso! —gritó cuando Sehun desapareció en la cocina.

—Honestamente... Las cosas que hago por ti... —dijo su amigo regresando con su teléfono en la mano y platos en la otra.

—Eh... Sí. Sobre eso, quería pedirte un favor —dijo Jongin apenado, esperando que sus ojos fueran lo suficientemente tiernos.

—¿Y eso sería...?

—Tengo clase mañana en la tarde, y termina como a las siete de la noche, ¿podrías pasar por mí? —preguntó rápidamente.

—¡No, jodido marica flojo! —respondió inmediatamente—. Usa el autobús como cualquier persona normal. O, carajo, camina. Solo está a un par de calles.

—Normalmente eso haría —insistió Jongin—. Pero es en el campus en las afueras de la ciudad, por todas las estúpidas renovaciones. Vamos, de todas formas si te quedas aquí, solo estarías acostado viendo Bambi o algo así. Mejor ayuda a tu amigo.

For angels to fly » KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora