Capítulo 14

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Hola, mi nombre es Gaby y por encargo de Yezabelle, estoy actualizando su historia.

Soy una amiga suya, me dijo que la disculparan por el tiempo de inactividad. La he visto algo letárgica y muy cansada (supongo por las tareas de la uni o el trabajo), por lo que me ofrecí a ayudarla cuando me comentó que tenía historias en Wattpad que avanzar.

Espero que ella pueda actualizar el último capítulo y.. bueno, nada más. Vi un tutorial para poder guiarme en esta página, no sé mucho de Wattpad, ay :'v

Copiaré su dinámica de preguntas al final...

Lamento tanta palabrería. Lean, voten y comenten, gracias (? xd

* * *

Se encontraban sentados en el sofá de Jongin, observando la ya familiar televisión, con cajas abiertas de comida china frente a ellos y una invisible e impenetrable pared entre los dos.

Kyungsoo había echado a Jongin de su departamento en el momento en que se sintió con tanto sueño que ya no podía ni tener los ojos abiertos. El moreno no se molestó en decirle que no importaba, que se quedaría aunque estuviera durmiendo, así que después de obligarlo a tomarse otra dosis de medicinas, le dejó una nota que decía «En cuanto despiertes, quiero que tomes un taxi y vayas a mi departamento. Si no apareces, no dejaré de llamarte y mandarte mensajes hasta que lo hagas» y a un lado, dejó un billete.

Jongin había pasado toda la mañana revisando el reloj, y limpiando lo que pudiera encontrar en su departamento. Pero eventualmente terminó y no había nada más que pudiera limpiar u organizar.

Sehun lo llamó justo en el momento en que no sabía qué más hacer. Lo acusó durante tres veces durante toda la conversación de estar escondiendo algo, hasta que Jongin le confesó que Kyungsoo iría a su casa. Sehun se rio por unos buenos treinta segundos y después le preguntó si el chico estaba bien y cómo había ido todo la noche anterior.

Cuando eran casi las siete, Jongin llamó a un restaurante de comida china y ordenó una cantidad ridícula de comida, pero de todos modos, si no la terminaban probablemente eso comería por una semana. Se vio tentado a llamar a Kyungsoo, pero afortunadamente el toque en la puerta vino justo después de que llegara la comida.

La primera cosa que Jongin notó es que Kyungsoo se veía increíblemente bien. Bien en una manera que hacía que su estómago diera vueltas. La segunda cosa que notó es que parecía que se estaba congelando.

—¿Cómo te sientes...? No tomaste un taxi, ¿verdad?

—Relájate, tomé el autobús —dijo Kyungsoo rodando los ojos y poniendo el billete que le había dejado sobre la meseta de la cocina.

Jongin pudo ver sus dientes temblando del frío, y esta vez él rodó los ojos. Le señaló la comida que lo esperaba en la mesa de la sala, y fue a su habitación por una manta. Kyungsoo se negó cuando quiso cubrirlo, pero el más alto pensó que él era la persona más lógica de la situación y no escuchó ni una palabra. El pelirrojo se limitó a agradecerle y se sirvió una cantidad inmensa de comida en su plato, para después quitarse los zapatos y enredarse en la manta, subiendo los pies al sofá.

No estaba seguro de cómo pasó, pero en cierto punto Jongin se encontraba también bajo la manta. Lo suficientemente cerca para sentir el calor de Kyungsoo, pero no para que sus pieles se tocaran. Comenzó a regañarlo y a decirle que tendría que aprender a usar suéteres para que no le diera gripe, el bajito solo se reía y lo molestaba con que ya estaba envejeciendo.

For angels to fly » KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora