Capítulo 9: Colapso (Parte II)

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Claire POV

Había estado actuando cómo una perra con Alice, ella no se lo merecía, pero estos recuerdos me matan, me llena de rabia pensar que lo perdí todo por la estúpida culpa de Umbrella.

Me había quedado en el suelo luego de mi pelea con la rubia, no habiamos discutido nunca, esto era extraño, yo me sentía mal estando lejos de ella y tengo que pedirle perdón, no suelo hacer esto pero sé que ella lo vale, ¿¡que rayos!? Claire tu nunca pides perdón a nadie, decia mi subconsciente, pero es que moría de ganas por tenerla conmigo... Solo veré que esta haciendo.

Llegue al campamento, pregunté por Alice, si alguno la había visto.

-Cariño, ¿has visto a la chica rubia que siempre esta conmigo? -pregunte a una niña que habíamos salvado recientemente.

-No, señorita Claire -dijo temerosa.

-Recuerdas que habíamos quedado que nada de señorita? Llámame solo Claire -me hinque para estar a su estatura, tocando su mejilla -Seguiré buscando.

Alice no parecía estar en ningún lugar y solo quedaban los vehículos, no creo que ella estuviese en alguno pero no estaba de más echar un vistazo hubiese sido mejor no haber entrado ahí.

-¡ALICEEEE! -dí un grito lleno de sorpresa y furia. Me congele en mi lugar.

Era posible que estuviese viendo mal, sentí que mi cuerpo pesaba, mis músculos se pusieron tensos y mis pies prácticamente se anclaron al suelo, cerré mis puños con tanta fuerza que podía sentir mis uñas clavarse en el interior, no podía creer lo que estaba viendo.

Cuando Alice me vio se puso de pie sacando su mano de los pantalones de aquella chica, ¡por dios! Era una niña... Como carajos se atrevio a tocarla, maldita la hora que se tocaron.

Alice era mía, yo había tocado su piel, la había hecho gemir, esas manos me pertenecían, debían estar sobre mi cuerpo y no sobre el de K-mart, sentí como mi sangre hervía desde mis pies hasta mi cabeza, incluso hubiera jurado que mis mejillas estaban rojas, esta debe ser una jodida pesadilla, una puta broma de muy mal gusto.

Alice intento acercarse pero lo que menos quería era tenerla cerca, sin pensarlo dos veces desenfunde mi arma y le apunte, lo que la dejó sorprendida, obviamente ya no estaba cargada, de ser así, mezclado con mi furia se pudo haber jalado el gatillo, terminando con alguien herido.

-No te atrevas... No des ni un solo paso Alice. -tenía ganas de llorar del coraje, sentí mis ojos llenarse de agua pero no iba a dejar que aquella mujer me viera llorar, mi ego era más fuerte y no me iba a mostrar débil, no ante esto...

-Como pude ser estúpida, maldita sea... —salí a toda prisa guardando el arma, no sabia a donde ir, y yo sabia que Umbrella podría aparecer en cualquier segundo, camine sin rumbo lo mas lejos que mis piernas me lo permitieron.

Escuche una voz gritando mi nombre...

-¡Claire! ¡Claire!

Seguí caminando sin voltear atrás y pude notar que la voz se hacia más alta.

-¡Claire, espera! -me tomó del brazo deteniendo mi andar.

-¡SUEL-TA-ME! -dije encolerizada, empujándola.

-Detente, tenemos que hablar.

-Tú y yo no tenemos nada de que hablar, Alice -podía verse el infierno en mis ojos, lo juro.

-Escuchame, quiero explicarte, yo...

-¡Maldita sea Alice! No hay nada que explicar, te vi cogiendote a esa niña -movía mis manos enfatizando mis palabras -o ¿me vas a decir “no es lo que parece”?

-No diré eso, yo estuve mal, lo admito, pero al menos deja que te explique...

-Eres una estúpida egoísta, ¿no pensaste en lo que yo podía sentir?

Vi como apretó la mandíbula, y su rostro cambio totalmente, ahora me miraba con ira.

-¿Estúpida egoísta yo? ¡¿Debes estar jodiendome?! -levantó el volumen de su voz -¡Tú has estado toda extraña! quise tomarte la mano y te alejaste, he querido besarte y solo huyes, no te presione porque no quería que te sintieras así, te dí tu espacio, respeté tus acciones aún sin entenderlas y ¡¿yo soy una estúpida egoísta?!

-¡Eso no te daba derecho de ir a cojerte a K-mart! Pero eso no te importó, porque estabas muy a gusto mojando tus pantalones entre sus piernas.

-¡Carajo! No fue algo que planeé, ¿ok? Si, fue un error lo admito pero tú estabas rara y yo me rompía la cabeza pensando que había hecho mal, tú no te molestaste en intentar hablarlo conmigo. ¡Eres una puta egoísta!

-Si, tal vez lo sea pero al menos yo no le meto los dedos a una niña cúando la mujer con la que me acuesto me evita.

Ella no dijo nada, pero por su mirada podía ver como me estaba odiando en ese momento, el aire se sentía pesado y yo jadeaba de todos los gritos que estaba soltando.

-Y a juzgar por lo mojado de tus pantalones la estabas pasando genial, ¿te excitó mucho no? ¿Porqué es una niña? ¡Ya sé! , nunca le habías metido los dedos a alguien de su edad —solté con todo el sarcasmo del mundo —te gustan las putas como ella, ¿no es así!?

-¡BASTA! Al menos ella me deseaba de la forma que tú ya no lo haces, y sabes que... ¡Siiiii! Me gustó sentirla tan mojada a causa mia, ella estaba tan apretada que que goce cada penetración que le di con mi mano, gemía para mi, e hizo ponerme muy dura sin siquiera estar desnudas, si eso querías oír ahí lo tienes.

Yo no podía creer lo que estaba escuchando, cada palabra se sentía como mil agujas sobre mi piel, estaba furiosa por la mierda que salia de su boca, como se atrevía a decirme todo eso, tenia ganas de callarla, me estaba matando con todo eso, sentí presión en el pecho y nudo en mi garganta, mis puños apretaban con fuerza hasta que sentí correr líquido caliente de ellos, sabia lo que era, sangre.

Mis ojos penetraban los de la mujer al frente mio, la desconocía, no era la misma, yo sabía que no actúe de la mejor forma pero eso no es justificación suficiente para soportar las palabras acerca de su puta.

Estuvimos en un pesado juego de miradas, ninguna iba a ceder ante la otra, no después de todo lo que nos habíamos dicho, fui yo quien decidió terminarlo. Giré sobre mis talones dándole la espalda a la rubia y comencé a caminar cuando un estruendo se escuchó

Caminé unos escasos diez pasos cúando sentí la visión borrosa, mis piernas iban deteniendo la velocidad y la firmeza de mi andar, apreté los ojos negando la cabeza para así aclarar más lo que me estaba sucediendo.

Otros estruendos se escucharon, ahora más cerca.

Volví el cuerpo a dónde Alice estaba, se encontraba en el suelo intentando ponerse de pie, pude ver como esos ojos azules me miraban con preocupación, quise correr hasta ella pero caí fuerte sobre mis rodillas, mis piernas no respondían y sentía pesado el cuerpo, no entendí, y fue ahí donde sentí como algo mojaba la parte externa de mi muslo derecho, pase mis dedos en la zona sin dejar de ver a mi rubia desesperada, mire mis dedos y un liquido rojo los cubría.

Caí sobre mi pecho y mi visión ya no era para nada buena, pude ver la silueta de dos hombres con trajes de combate negros que recogían a Alice y la arrastraban a un camión, no sabiendo si ella estaba bien, mientras otro se acercaba a mi, poniéndose en cuclillas quitando un mechón de mi cara, lo único que pude leer en el traje era Corporación Umbrella.

Estábamos jodidas.

Claire y AliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora