boda

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Eran las ocho y media de la tarde, Mario se despidió de Úrsula y del bebé para marcharse a casa de sus padres a descansar para el día de mañana, el gran día, el de su boda con la persona que mas quería.

-Te espero mañana en el altar a las doce mi vida dijo Mario mientras se daban un gran beso.

-Tranquilo, estaré allí dijo Úrsula.

-Te quiero, te quiero muchísimo dijo Mario.

-Y yo a ti pequeño dijo Úrsula mientras se besaban.

-Bueno me voy ya cielo dijo Mario mientras se marchaba.

-Adios guapo dijo Úrsula mientras veía a Mario llegar hasta el coche con el traje de novio en la mano.

Úrsula cerró la puerta y se sentó en el sofá a ver los dibujos animados junto a su hijo.

Eran las nueve Úrsula le dió el pecho a Mario y lo metió en la cama para que descansase.

Cuando lo acostó se dirigió a la cocina para preparar la cena, se preparó algo liguero, una ensalada con un tomate.

Terminó de cenar y se marchó a la cama para descansar para el siguiente día.

Eran las ocho de la mañana, Úrsula se despertó cuando el despertador sonó. Se marchó a la ducha y después se fue a preparar un café para despejarse un poco. Cuando estaba tomandose aquel café con leche llamaron al timbre. Úrsula abrió la puerta, era Mónica y Ana junto a la peluquera que venían a vestirla, peinarla y maquillarla para aquel día tan especial.

Empezaron a ponerle el vestido y a continuación le peinaron, le hicieron un moño bastante bonito con algunos mechones sueltos y unas cuantas flores que decoraban su peinado oscuro.

Iban con el tiempo algo ajustado, así que se dieron un poco de prisa al maquillarla.

La novia ya estaba preparada para dar el "si quiero" salieron de la casa, Mónica llevaba al bebé encima, este iba bastante guapo con un traje. Mónica, Úrsula, el bebé y Ana se subieron al coche que esperaba fuera y que este le llevaría hasta la iglesia. Este coche era un coche antiguo de color negro, era bastante bonito.

Llegaron a la iglesia, los invitados entraban. Úrsula bajó del coche Mónica entró a la iglesia para estar junto a Mario mientras que Rafael esperaba junto a ella para entrar juntos. Ana entró con Mario en brazos y se sentaron en primera fila.

Era la hora, Úrsula estaba muy nerviosa, entró a la iglesia cogida del brazo de Rafael al ritmo de una música que salía de un órgano.

Llegó al altar donde estaban Mario y el cura observandola.

-Estas muy guapa dijo Mario.

-Tu también contestó Úrsula.

El cura comenzó a hablar y a dar la misa durante un largo tiempo.

El cura empezó a preguntar a los novios.

-¿Teneis los anillos? preguntó el cura.

Un niño llevaba los anillos y se los dió a Mario y a Úrsula.

-Mario, ¿Quieres a Úrsula como legítima esposa, para amarla y respetarla tanto en la riqueza como en la pobreza?

-Si, quiero respondió Mario mientras sonreía.

-Úrsula,¿Quieres a Mario como legítimo esposo, para amarlo y respetarlo tanto en la riqueza como en la pobreza?

-Si, quiero respondió Úrsula.

-Por el honor que Dios me ha concedido, yo os declaro marido y mujer.

Mario y Úrsula se besaron delante de todos los invitados a la vez que todos aplaudían.

Los invitados fueron saliendo uno por uno mientras que Mario y Úrsula se quedaron con el cura firmando unos papeles.

Salieron de la iglesia, los invitados estaban en la puerta esperandolos, salieron y les tiraron arroz a la vez que les gritaban "Vivan los novios".

Se dirigieron hasta el coche para dirigirse al restaurante a comer mientras que todos los invitados se dirigían detrás de ellos para llegar.

Después de casi media hora de camino llegaron al restaurante, entraron y se podía observar como se estaba celebrando otra boda.

-Hola buenas dijo Mario.

-Hola, ¿Una boda verdad? preguntó la camarera.

-Sí contestó Úrsula.

-Esta bien seguidme dijo la camarera.

Todos los invitados también iban detrás de la camarera hasta llegar a su mesa. Había que subir una escalera y se podía observar cómo habíamos completado una planta entera de aquel restaurante llena de gente, entre amigos y familiares.

-Hola, me gustaría que me escucharais, no será mucho tiempo, me gustaría dar las gracias, dar las gracias a esta mujer que esta a mi lado sentada, que me a echo reir tantas veces,la que me ha cambiado la vida desde aquel momento en el que la ví, ese momento en que se subió a mi carabana en el que no me conocía como persona, y quería decirte lo mucho que te quiero, y que no quiero separarme nunca de tu lado, te quiero princesa diji Mario mientras levantaba la copa y bebió de ella a continuación. Los invitados comenzaron a aplaudir.

-Te quiero mi vida dijo Úrsula a Mario cuando se sentó.

Comenzaron a comer de aquel menú que van a escoger Mario y Úrsula.

Entre varias conversaciones terminaron de comer, Mario y Úrsula decidieron hacerse fotos con los invitados pero antes partirian la tarta con una espada. Partieron la tarta los dos a la vez, aquella tarta era de tres pisos de chocolate y nata, tenía una pinta exquisita.

Comenzaron a hacerse fotos con los familiares mas íntimos y terminaron haciendose fotos con amigos que no tenían mucho roze pero los invitaron a la boda para rellenar algunos huecos libres.

Era la hora del baile, comenzaron a bailar y a pasarselo bien, Úrsula y Mario empezaron a bailar mientras todos estaban a su alrededor mirando como bailaban.

Aquel día terminó, los invitados volvieron a casa a la vez que Úrsula y Mario.

-¿Mamá te puedes quedar esta noche con el bebé? preguntó Mario.

-Claro que sí cielo dijo Mónica mientras le daba un beso en la mejilla.

Úrsula y Mario se dieron la mano y salieron de aquel restaurante dirigiendose a casa para celebrar aquella noche.

Llegaron a casa Mario y Úrsula comenzaron a besarse, cada vez más y más apasionadamente. Llegaron a la habitación donde allí llegaron a la cama y allí se tumbaron. Comenzaron a quitarse la ropa el uno al otro mientras sus labios no se separaban ni un segundo. Estaban los dos desnudos y comenzaron a hacer el amor mientras que sus labios seguian sin separarse.

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