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¿quien eres?

Eran las nueve menos cuarto, Mario se encontraba en una carabana, durante un largo tiempo esa sería su casa. Su manager Ana llamó a la puerta. Mario la abrió.

-¿Ya es la hora? preguntó Mario.

-Si, ya es la hora contestó Ana.

Mario y Ana fueron hasta el lugar donde a Mario le tocaría cantar esa noche durante millones de espectadores.

Mario esperaba a que le tocase salir a cantar.

-En un minuto entras Mario dijo Ana.

-Estoy muy nervioso dijo Mario.

-Tranquilo que no es la primera vez, sal a darlo todo al escenario dijo Ana para animarle.

-Como siempre dijo Mario.

-Adelante dijo Ana abriendole la puerta para subir al escenario.

Mario siempre tiene manias para cuando sube a cantar, por ejemplo pisar el escenario primero con la pierna derecha o pasarse el micrófono de la mano derecha a la izquierda dos minutos.

Cuando salió pudo observar que no cabia nadie más entre el público, estaban todos los asintos ocupados o al menos eso parecía desde allí arriba.

Mario comenzó a cantar un par de canciones y cuando las cantó hubo un descanso de cinco minutos.

Mario volvió al escenario allí cantó otra canción y decidió subir a alguien al escenario para que cantase con él.

El concierto acabó, mientras se dirigia a su carabana a descansar su manager le dijo que mañana a las diez tenia que estar despierto para marcharse a otra ciudad.

Mario llegó a su carabana, cerró la puerta y se dirigió hasta la cama.

-Oye ¿Quien eres tu? preguntaba Mario a una joven que estaba en su cama.

-¿Y tu? preguntaba la joven.

-El dueño de la carabana ¿Que pasa? ¿Quieres una foto? ¿Un autógrafo? preguntaba Mario.

-¿Que pasa? ¿Eres famoso? preguntó la joven.

-Pues claro, ¿No me conoces? preguntó Mario.

-Pues no, nunca he tenido el placer dijo la joven.

-Anda vete de aquí, que tengo que descansar dijo Mario.

-La estrellita tiene que descansar dijo la joven, me voy a dormir al puente de aquí al lado dijo mientras se marchaba.

-Espero que no te constipes dijo Mario.

La joven se marchó cerrando la puerta de un portazo, a Mario le sentó mal que tuviese que dormir fuera con aquel frio que hacía en la calle, salió de la carabana tras ella.

-¡Espera! gritó Mario.

-¿Que quieres? preguntó la joven.

-Puedes quedarte a dormir en mi carabana si quieres dijo Mario.

-¿Enserio? preguntó la joven.

-Sí, vamos dijo Mario.

La joven se acercó hacía él, y se fueron los dos hasta la carabana.

-¿Tienes hambre? preguntó Mario.

-Un poco dijo la joven.

-Voy a hacer algo de comer dijo Mario.

-Te ayudo dijo la joven.

-¿Cual es tu nombre? preguntó Mario.

-Me llamo Úrsula contestó la joven.

-Que nombre tan bonito dijo Mario.

-¿Y tu? ¿Cómo te llamas? preguntó Úrsula.

-Me llamo Mario, ¿Enserio no me conoces? preguntó.

-No, no veo la televisión dijo Úrsula.

Comenzaron a cenar y a hablar y a conocerse mejor.

-¿Cómo que al final decidistes dejarme dormir aquí? preguntó Úrsula.

-Me dabas pena, hace frio hoy y no quisieras que cogieses una pulmonia fuera contestó Mario.

-Vaya, al final vas a ser buena persona y todo dijo Úrsula.

-Claro que lo soy dijo Mario, y cuentame, ¿No tienes una casa, ni familia donde irte a dormir? preguntó.

-Me quitaron la casa por falta de dinero y no tengo familia dijo Úrsula.

-Te puedes quedar aquí unos días dijo Mario.

-¿Enserio? preguntó Úrsula.

-Si, bueno mañana nos vamos a otra ciudad por conciertos y eso ¿No te importa? preguntó Mario.

-No que va dijo Úrsula, muchas gracias.

Terminaron de comer y decidieron marcharse a la cama, era muy grande, así que podian dormir los dos perfectamente.