En otro punto, en ese mismo instante.
¡Es ella! ¡Cuánto ha cambiado! No lo puede creer todavía. Cori se queda petrificada con lo que su amiga le ha dicho, a la que tiene en frente es la niña con quien solían jugar de pequeñas y eran muy buenas amigas.
Vivían por el mismo sector, ¡y hasta iban a la mima escuela!
Su asombro es mayor cuando la prima de Romina le ha entregado el collar con las iniciales de las tres chicas que están en la calle y ha recordado cuando se lo mandaron hacer, fue una semana antes de que Dayanara se fuera de viaje.
Cómo iba a recordarla si está muy cambiada, cuando se marchó era muy delgada, pequeña y hasta tenía pecas, pero ahora está más alta, todo su cuerpo se ha desarrollado en gran manera.
Aquel trío de chicas se miran muy conmocionadas con los recuerdos que se presentan en ese instante por su mente, cada una siente la gran nostalgia del momento y con una perfecta sincronización se abrazan entre sí, un abrazo sincero, cálido, de amigas que por cosa del destino tuvieron que separarse, pero que nuevamente se tienen. Se separan, se vuelven a mirar, a cada una se le ha escapado una lagrimilla.
-Aquí estamos, las "Tres Marías" hemos vuelto a unirnos, hace tiempo que ya no lo hacíamos.-interviene Daya mientras se limpia el rímel que se la ha corrido con un pañuelo que su prima le entrega.
-Es verdad, me había olvidado hasta de cómo nos solían llamar cuando éramos pequeñas, todas las personas que nos conocían y hasta en la escuela nos decían de esa forma.-responde Corina.
-No lo hacíamos ya que has sido tú quien se ha ido de viaje y vuelves después de mucho tiempo. Ni yo misma te he reconocido cuando has vuelto a casa.-le dice Romina.
-Ya, pero se han tardado bastante en reconocerme. Son unas exageradas en decir que he cambiado mucho y que al principio ni siquiera sepan quien soy.-le dice.
-Solo mírate, ¡estás hecha una mamacita! Cómo crees que te íbamos a reconocer así de fácil.-sonríe su prima muy pícara.
-Romina tiene mucha razón, la Dayanara que yo conocía era mucho más delgada y tenía pecas en las mejillas, pero eso ha desaparecido por completo.-le dice mirándola de los pies a la cabeza- De verdad que la edad si te ha sentado muy bien y más que te hayas ido de viaje.-Corina también sonríe pícara.
-No puedo negar que he cambiado, pero no para tanto. Cuando me fui a España e ingrese a una nueva escuela, empezar desde cero, donde no conoces a nadie y tu entorno es diferente al que estás acostumbrada, la verdad si fue muy duro adaptarme. A parte de eso los niños y niñas me trataban de mala manera, sufría de bullying por ser delgada y tener pecas.-Dayanara comienza contarles todo lo que ha pasado desde muy pequeña, pero se guarda algunos detalles de porqué ha vuelto a Ecuador.
Su prima y Cori la escuchan muy atentas, con asombro todo lo que su amiga de la infancia les está contando, no se lo pueden creer.
El tiempo va transcurriendo y aquel trío de chicas ni siquiera se han percatado de que ya va oscureciendo y se han olvidado de algo muy importante, pero ninguna quiere dar por culminada la conversación que están manteniendo en esos instantes. Hace mucho que ya no se veían y que mejor hablar un poco después de tanto tiempo separadas.
Cori saca el móvil de su bolsillo y comprueba la hora, ¡siete menos cuarto! Los minutos han pasado volando y han quedado a las siete en casa de Valentina para después irse juntas a zumba. ¡Cómo pudo olvidarse! La emoción del momento ha hecho que se olviden de que tienen planes para esta noche.
Romina golpea el brazo a su amiga e interrumpe a su prima, ella también ha visto su móvil y la hora que es, ya tienen que marcharse.
-Perdónanos prima, tenemos que ir a clases de zumba y ya se nos hace tarde.-dice Romi tomando el brazo de Corina.-Seguimos platicando cuando vuelva porque tienes muchas cosas por contarme.-suelta a su amiga y se acerca a darle un beso en la mejilla a su prima.
-Daya, ¿no quieres acompañarnos?-se adelanta Corina.-Vayas a sentirte aburrida estando sola en casa.
-Me gustaría poder acompañarlas, pero estoy muy cansada con lo del viaje y además se me ha hecho muy tarde para ir a casa de mis tíos, me tocará ir en taxi.-dice mirando la hora en su reloj.
-Si quieres puedes quedarte en mi casa, mis padres estarán contentos de que hayas vuelto.-dice su prima.
A Dayanara no le agrada esa idea, los padres de Romina saben cómo es su comportamiento y le han prohibido cualquier contacto con ella, ellos ya saben de su llegada y por eso es que no le dijeron nada a su hija por la mañana cuando salía para el instituto.
-Quisiera, pero ya he dicho a mis primos que los cuidaría esta noche y veremos películas.-responde.
-Espero que podamos quedar un día de estos y podamos salir. Las Tres Marías estamos de vuelta, pero también habrá una nueva en el grupo.-dice Cori y regresa a ver a Romina.
-Será en otra ocasión que nos reunamos como antaño, hay tantas cosas que quisiera contarles y conocer a la nueva "María" del grupo, creo que entre más gente mejor.
-Claro prima, ya fijaremos fecha entre las cuatro para poder quedar un día de estos y podamos salir a divertirnos.
-Dayanara, fue un gusto volver a verte después de tantos años. Si no hubiese sido por el collar que me lo has dado no me enteraba de que eras tú.-dice Corina entregándole el collarín.
-Dejen de exagerar y decir que he cambiado mucho.-protesta algo molesta.-Ustedes también lo han hecho.
-Ya, pero en nosotras apenas es notorio. ¡En cambio tú has exagerado!-exclama su prima muy divertida.
-Mejor vayan rápido a casa de su amiga que las estará esperando impaciente.-les dice mientras revisa su móvil para comprobar la hora que es.
Se acercan nuevamente y se despiden, en esta ocasión con dos besos.
-Romina, vamos que Valentina vive lejos y aún falta un largo camino por recorrer.-Cori le toma de la mano y van corriendo dejando a su antigua amiga porque en algún sitio de la ciudad hay otra que las espera.
Corina y su Romi también han tenido muchos cambios, a pesar de la diferencia de edades, las tres físicamente tienen un gran parecido.
También han hablado de Valentina, ¿quién será aquella chica? A Daya le entra una gran curiosidad de saber quién es, pero todo a su debido tiempo. Ya tendrá un día disponible para reunirse nuevamente con sus amigas de infancia.
De vuelta a casa, su primos estarán preocupados por ella. Ha salido de casa sin decir nada y desde la tarde aún no vuelve. Debe llegar con cualquier pretexto, no quiere tener problemas con su familia y mucho menos con quienes le acogieron y le tratan muy bien.
Saca nuevamente su móvil y llama al chófer de sus tíos, contesta y le dice que venga por ella. Listo, tendrá que esperar a que Franco llegue, tal vez se demore unos 10 minutos, por suerte hay una banca cerca de la casa de los padres de Romina. Va hacia él para descansar.
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Juramento ante la estrella.
Подростковая литератураHay rumores sobre el chico de nuevo ingreso, dicen que se la pasa alejado de todos y por eso no tiene amigos. Muchos lo ven como un bicho raro y que no tiene vida social. Nadie sabe el porqué de su comportamiento al estar siempre solo y con el orde...