Capítulo 9.

22 6 0
                                    

Unas calles más allá.

Se sueltan de las manos muy agotadas, han corrido algo más de tres cuadras sin parar. Se detienen en una parada y aún falta mucho para llegar y en autobús se demorarían mucho.

Romina comprueba la hora, son las. ¡Siete y veinte! Ya es tarde y Valen de seguro estará enfada con ambas por no llegar a la hora que habían acordado.

-Romina debemos darnos prisa porque si no Valentina se enoja y ya sabes cómo es cuando se pone así, nos mataría.

-Es verdad, nuestra amiga es un ángel hasta cuando saca el diablo que lleva por dentro.-y comienzan a reírse a carcajadas.

-No es para tanto, nuestra Vale es una niña muy tranquila y no sería capaz de hacernos daño.-dice Cori apoyándose al hombro de su amiga.

-Es muy tarde, creo que debemos ir en taxi, ¿cuánto dinero llevas?-pregunta Romi.-Yo he traído para pagar las clases de zumba de todo este mes y algo para comprar comida después de que vayamos a casa.

-En cambio yo tan solo he traído para la clase de esta noche y para alguna golosina que se me antoje en el camino.

-Entonces seré yo quien pague y tendré que cancelar por las clases a Santiago otro día.-le dice su amiga.

-Yo te pagaré la mitad cuando hayamos vuelto o te lo daré mañana en clase. Como mis padres no estaban en casa pues apenas he salido con algo de dinero.

-¿Y a dónde han ido tus padres que no se encontraban en casa?-pregunta.

-No lo sé, cuando iba a de salir de casa fui a buscar a Amanda para despedirme y tampoco estaba, solo había una nota sobre la mesa de la cocina que decía que salió porque tiene cosas pendientes que hacer con mi madre.-le cuenta mientras se frota las manos, la temperatura de la noche está muy baja. Hace frío y el cielo está nublado. 

-Ah, de seguro tendrán algo importante que hacer y por tal razón es que ni tus padres ni Amanda estén en casa.

Mientras siguen hablando llega por detrás un taxi que hace sonar muy fuerte el claxon y se estaciona al frente de las dos chicas. El conductor baja la ventana y las observa morbosamente.

-Señoritas, ¿quieren que les lleve a algún lado? Será gratis, vamos, suban.

Y sin prestar atención van alejándose hasta la otra calle, este les sigue, detiene el automotor y se baja. Un hombre bigotón, de exagerado volumen de vientre y estatura mediana.

-¿A dónde van dos chicas tan guapas como ustedes?-pregunta elrecién llegado muy atrevido.

-No vamos a ningún lado, estamos esperando a nuestros novios y ya déjenos en paz antes de que llamemos a la policía.-se adelanta Romina.

Corina se sorprende de lo que su amiga ha dicho, las dos si ni siquiera tienen novio.

-Es verdad, estamos esperando a que nuestros novios lleguen para poder irnos. Déjenos en paz o le diré a mi novio que lo golpee, él es un boxeador.-le dice Corina al bigotón.

-Como ustedes quieran, yo solo me ofrecía a llevar a un par de bellas muchachitas y lo mejor de eso gratis. Allá ustedes de no aprovechar esta oportunidad.

-No necesitamos que nadie nos lleve y mucho menos un viejo morboso como usted.

Este muy ofendido entra en el automóvil, acelera y se aleja.

-Qué habrá pensando que por llevarnos gratis íbamos a hacer algo con él, está muy equivocado. Cómo no iba a mirarte de esa manera si estás muy buena.-dice Cori a Romina abrazándola por la espalda.

-Que va, si a la que ha estado mirando y a quien se ha insinuado ha sido a ti.

-Que no, que te ha estado mirando a ti y hasta la saliva se les escurría de la boca cuando lo hacía.

-Dejemos a un lado ese tema y mejor tomemos un taxi que nos lleve rápido a casa de Val.-le propone Romi.

Corina alza la mano para llamar un taxi y se detiene al frente de ellas, preguntan el costo del viaje hasta cierto punto de la ciudad donde vive su amiga y aceptan. Suben y el auto acelera.

Juramento ante la estrella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora