De vuelta al presente.
La tarde va descendiendo. El cielo está completamente nublado, hay probabilidades de lluvia.
Cierra sesión, apaga el ordenador, se levanta del asiento del escritorio y se lanza sobre la cama. Le ha entrado sueño, quiere descansar, pero también debe empezar a hacer la tarea. Le duele la cabeza por tanto pensar en todo lo que le ha pasado esta tarde y más con los deberes que tiene.
Pensándolo bien los ejercicios los dejó para toda la semana y apenas es miércoles, tiene todo el fin de semana para hacerlos, pero en la noche tendrá que adelantar un poco para no quedarse atrás con las demás tareas de otras asignaturas.
Debe salir a despejarse, a olvidarse de todo por un momento. Salir a caminar sería algo bueno y eso le ayuda siempre cuando se siente mal. Decidido, saldrá e irá al parque, no suele ir mucha gente entre semana así que estará vacío.
Se levanta, coge su mochila y saca todo lo que lleva. Listo. Coge el portátil, su móvil y lo guarda dentro. Se viste con la misma ropa que ha utilizado el día de ayer por la noche, jean negro, camiseta blanca, zapatos cafés, chaqueta del mismo color del pantalón que lleva puesto. Toma el dinero que no gasto en el instituto y sale de su habitación.
Bajas las escaleras y gira hacia la sala, están ahí, sus abuelos se encuentran mirando una serie de televisión que a esa hora transmiten. Su abuelo le pasa el brazo izquierdo a su esposa alrededor del cuello, esta lo acepta y se refugia en su abrazo. ¡Cuánto gusta ver a sus abuelos de esa forma! No sabe que haría sin ellos.
Llega a la sala y estos se percatan de su presencia y se separan, lo miran muy extrañados. Por la tarde llegó muy mal y hasta no quiso comer, pero ahora lo ven muy animado.
-¿Te sucede algo pequeño Luca?-le pregunta don Paco, mientras le pide que se siente.-Te veo muy raro.
-No abuelo, no me sucede nada. He venido a pedirles permiso de salir al parque, necesito despejarme y caminar.-le responde mientras se sienta a su lado.
-Ya sabes que a nosotros no nos gusta que nos ocultes las cosas, eres importante para nosotros y te queremos mucho. Lo que te pase también nos afecta y si pasa algo estamos para ayudarte.-le dice abrazándole.
-No les oculto nada, ustedes estén tranquilos. Solo que con estos ejercicios que nos ha dejado el profesor pues me irrito muy rápido.-le responde separándose un poco.
-Está bien, te creemos, pero cualquier cosa que te suceda puedes contarnos y si hay algo que podamos hacer pues te ayudaremos.
-Muchas gracias, los quiero mucho porque me cuidan y me aconsejan, son muy buenos conmigo.-les dice Luca y abraza a ambos.
-Ve con mucho cuidado y no tardes en volver, estaremos esperándote para cenar juntos.-en esta ocasión es su abuela, doña Ester quien interviene.
-Iré con cuidado y volveré antes de la cena, además tengo que adelantar la tarea y no dejarlo pendiente.
-Pues entonces cuídate y, ¿llevas dinero?-le pregunta don Paco, su nieto afirma con la cabeza.
-Claro, en el instituto no he gastado nada y eso es lo que llevo.-le responde poniéndose de pie y colgando su mochila a la espalda.
Su abuelo busca en uno de sus bolsillos del pantalón y saca un billete de cinco, se lo entrega y Luca lo recibe.
-Muchas gracias abuelo, los quiero demasiado.
Don Paco y doña Ester le responden lo mismo al unísono, se despiden y su nieto sale. ¡Cuánto ha crecido! Y pensar que hace algunos años aún seguía tomando leche en el biberón.
Luca ya está en la calle, sus abuelos son muy importantes para él y desde que llegó de España lo cuidan mucho.
Baja hasta la esquina y gira por la calle que lleva al parque, se detiene en un semáforo en rojo y espera a que cambie. Ya cambió. Sigue su camino hasta el lugar donde sucederán cosas que ni siquiera se imagina.
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Juramento ante la estrella.
Fiksi RemajaHay rumores sobre el chico de nuevo ingreso, dicen que se la pasa alejado de todos y por eso no tiene amigos. Muchos lo ven como un bicho raro y que no tiene vida social. Nadie sabe el porqué de su comportamiento al estar siempre solo y con el orde...