Viaje al pasado.

Capítulo 8

Esmeralda

Soy un desastre, no sirvo para mantenerme lejos de Altaïr. Terminó buscándolo siempre y es que lo amó tanto. Este amor que siento por el me llevo a entregarle mi virginidad.

Últimamente no está conmigo y lo extraño mucho, cuando por fin podemos estar juntos me rompe el corazón.

Me enamoré de otra mujer y ella me corresponde, lo lamento Esmeralda.

Ésas palabras me rompieron y recordarlo me duele mucho, aún lloró y lo hago por la noche cuándo nadie puede verme, ni escucharme. No tengo motivo alguno para estar aquí,  ya no puedo... pero éso cambió cuándo me enteré que el templario bastardo que experimento y torturó conmigo...de inmediato me volví loca...parecía que un demonio me había poseído. Nadie me a visto así y menos la mentora.

Otro ataque de los templarios, estaba atacando a uno y no dejaba de golpearlo gritando una y otra vez el paradero de ése idiota, de inmediato lo maté al sentir qué me dispararon pero tenía un chaleco antibalas,  me di vuelta y me le acerqué, parecía qué se iba a orinar en los pantalones

¿Donde carajo está tu puto jefe?

Mami.

¿¡Dónde está!?

Esmeralda calmate.

¡Cállate Altaïr!

Espera, te diré dónde esta el doctor Jackson pero déjame vivir.

Si no hablas ahora te mató.

Está en el norte de Jerusalén.

Sonreí y descargué mi pistola en su cara, estaba sedienta de sangre tanto que mataba a todo templario qué veía.

Recargue mis armas y estaba dispuesta a irme de inmediato a Jerusalén pero alguien me tomó del brazo aplicando fuerza para que no me vaya.

Altaïr

Nunca vi a Esmeralda de ésa manera, si no paro esto de inmediato va a matarse... es el momento para hablar con ella ahora que María no está, la tomé del brazo con fuerza.

Tienes que parar Esmeralda, no té hace bien todo esto.

Sueltame.

Tenemos que hablar Esmeralda.

No quiero hablar contigo.

¿Porque haces esto? Tú no eres así.

¿Qué te hace decir éso?

Porque té conozco.

No me hagas reír. Tu no sabes nada.

Estuvimos juntos, té conozco.

¿Sabes dé mi pasado? ¿Sabes que me gusta?  ¿Acaso sabes mi nombre completo?  ¿Acaso sabes lo mucho que sufro?

....Yo... Esmeralda.

Éso creí, ahora quítame tu mugrosa mano de encima.

Se apartó de mi de una forma violenta.

¡Esmeralda!...¡Te prohibo ir! Sujetenla y encierren a esta mujer en su cuarto.

Los asesinos me obedecieron de inmediato y la encerraron, me duele mucho verla así...ella tiene razón...yo no se nada de ella. Me dirijo hasta su mentora, necesitó aclarar  mis dudas.

Altaïr, mocoso.

No vengo a discutir anciana.

Entonces...¿Dime qué quieres?

Esmeralda,  ella...no entiendo porque actúa así.

Porque ése templario que busca a echó experimentos de ella y la a torturado.

¿Qué clase dé experimentos?

Los más dolorosos del mundo...recuerdo con claridad las imágenes que los asesinos me entregaron de ella...tenía agujas en todo su cuerpo inyectando un líquido verde...quemaduras en su cuerpo...las heridas las tenía abiertas, se le veía la carné.

¿Porque no me contó todo eso?

Es muy doloroso para ella recordarlo y no le gusta hablar de ello pero aún así tu debías preguntar sobre su vida.

¿Qué mas debería saber?

Pues esta sufriendo mucho por ti, desde que la abandonaste cómo a un perro a llorado por ti todas las noches hasta que supo la existencia de ese templario. Sabía que esto pasaría y sin embargo ninguno de los dos me han querido escuchar.

Creí...creí que la conocía...creí que todo estaba bien entre los dos.

Has creído mal, hazle el favor y dejala sola, ya ni la mires y mantente lo mas lejos posible de ella. Ya a sufrido demasiado.

Asenti y me fui. Las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro y la angustia que sentía por ella aumentó.

Me dirijo rápidamente a su cuarto y entró...ahí estaba mirándome con odio y desdén.

Esmeralda...tú mentora me contó todo.

¿Y qué?

Quiero ayudarte y esperó que me lo permitas.

¿Porqué debo aceptar tu ayuda?

Porque...me arrepiento mucho del sufrimiento que te hice pasar.

No quiero tu ayuda. ¿Porque aceptaría la ayuda del hombre que me ilusionó y me dejó toda tirada como un animal mugroso?

Sus palabras me duelen y empecé a llorar frente de ella, al darme cuenta me fui inmediatamente.