Capítulo Final.

237 22 3
                                    

Esmeralda

Iba y venía caminando en mi cuarto, estaba de los nervios por no poder salir del cuarto, ellos me vigilan me siento cómo si fuera un león en el zoológico.

De pronto la puerta se abrió y era Altaïr.

¿Qué quieres?

Quiero ayudarte...en Jerusalén estan los últimos templarios. Podrás marcharte si ellos son exterminados.

Quieres que me vaya entonces.

Eso no es lo que dije.

Vamos Altaïr obviamente soy una molestia para ti y no tienes que preocuparte por éso, puedes hacer lo que quieras con tu nueva mujer. Debí alejarme de ti desde el inicio.

Esmeralda deja de estar resentida porque no me quedará contigo, a ninguno de los dos le hace bien.

Yo no estoy resentida por tu amor  con María,  lo que hagas con ella me importa un bledo. El problema que tengo contigo es qué estoy embarazada y ya es muy tarde para echarse atrás.

¿Qué?...¿Tendremos un hijo?

Corrección tendré un hijo.

No me excluyas de la vida de ese niño.

Obligame imbécil.

Lo empuje con fuerza haciendo que chocara con la pared que tenía detrás, salí del cuarto y sin avisar me dirijo a Jerusalén. Quiero terminar con esto,  quiero irme a mi mundo...quiero que este niño en mi vientre tenga una mejor vida halla aunque este lejos de elsu padre.

Al llegar a Jerusalén, me metí en la fortaleza templaria, haré esto de forma rápida, ya no puedo seguir así y arriesgar nuestras vidas. Coloque C4 en los cimientos de toda la estructura. Al terminar salí inmediatamente y accione los explosivos, uno tras otro fueron explotando y sólo quedó escombros.
Me acerqué y contemple mi acción al ver el cuerpo de ese mañatico qué me torturó por mucho tiempo,  estaba muerto. Estaba en paz y me retiré del lugar.

A mitad de camino me encontré con Altaïr acompañado de los mejores asesinos, simplemente no le dije nada y seguí andando con el caballo.

Altaïr

La seguí de cerca pero no le hablé, en sus ojos estaba el cansancio. Una vez en el cuartel pude hablar con ella.

Esmeralda.

No tengo nada Altaïr, no me expuse más de lo necesario.

Lo que hiciste fue más que estúpido pero me alegra que estés a salvo y qué nuestro hijo también.

No me quedaré Altaïr.

Lo sé y no pienso impedirlo, sólo quiero que me prometas qué el niño venga al menos una vez.

...bien, vendrá pero cuando se convierta en un hombre o mujer capaz de valerse solo o sola.

Me parece bien.

Le puse en sus manos mi espada y la mire.

De éste modo sabré quien es cuando aparezca y qué sepa que no lo abandonó.

Bien, no te preocupes.

De éste modo me despido de ella, no me arrepiento lo que pasé a su lado, siempre será parte importante en mi vida.

Al día siguiente ella se fue con nuestra criatura en su vientre.

Viaje al pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora