Capítulos 136 - 137

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Nadenka

Fue en el paradero del bus cuando la mujer me abordó, pidiéndome un minuto para hablar. "Me llamo Ruth y necesito que veas este video" dijo en voz baja, en inglés, mostrándome su celular. No me dio ni siquiera tiempo para reaccionar, me quedé viendo a una mujer muy parecida a mí en la pantalla; tendría unos cincuenta años, tocaba el piano. Conocía bien esa pieza. Rachmaninoff. Concierto para piano número 3 en re menor, Opus 30. ¡Su interpretación era mucho mejor que la mía! Lo primero que pensé fue en un familiar cercano, desconocido. Pero Ruth, como leyendo mis pensamientos, dijo: "No es nadie de tu familia". Fueron apenas un par de minutos viéndola: mi doble tocaba el piano acompañada de una orquesta, en un pequeño auditorio con las butacas llenas.

—Me puede explicar que está pasando —dije, también en voz baja, mirando alrededor, intuyendo que Ruth no venía sola.

—Sí, es mi deber explicártelo. Una niña nació con tu mismo ADN, en el nivel anatómico. Es decir que no es exactamente tu mismo ADN, sino uno que se llama ADN Sasha. Es una historia larga para contar. Toma esta tarjeta, escríbeme, necesito explicarte estas cosas con más detalle.

—¿Cómo se llama mi doble? —pregunté, siempre en voz baja.

—Nadenka, igual que tú.

—¿Cómo es eso posible? Entonces ustedes me conocen también desde que nací.

—No, no es tan fácil de explicar. Por favor, escríbeme y coordinemos una reunión.

Ruth se fue, con paso apresurado y me dejó llena de preguntas. No tomé el bus, me quedé sentada en el paradero, luego decidí caminar, sin detenerme, por casi una hora. Me sentía parte de una película, de una historia inventada por varios guionistas. Miré la tarjeta de Ruth, una y otra vez. La guardaba en mi bolsillo. Mientras caminaba, no podía soltarla; quería sentir siempre su contacto; saber que lo que acababa de pasar, era real. La acariciaba, como si fuera una especie de amuleto. Algo que iba a cambiar mi vida para siempre. "Dra. Ruth" decía en una tipografía moderna. No aparecía ningún apellido. Solo decía eso: "Dra. Ruth". Al otro lado de la tarjeta, un teléfono y un correo electrónico.

Cuando llegué a mi casa, la llamé, y quedamos en vernos mañana, en la Calle Leypunskiy, a las cuatro de la tarde.

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Graham

Hoy empecé a entrenar con Nikola. Las artes marciales no son lo suyo, pero es persistente. No se amilana con las caídas. Se nota que es consciente, aunque no lo exprese, de la importancia del entrenamiento. Primero debe dominar los movimientos, y luego entender que los movimientos pueden crear figuras alrededor suyo. El arte consiste en que las figuras sean simétricas. Esa es la parte que me cuesta practicar, pero no me es permitido tirar la toalla. Cuando Nikola aprenda los golpes básicos, yo ya debería estar en el nivel de crear figuras simétricas.

Por otro lado, sigo analizando mi cubo 22 y sus posibilidades. Es importante comprender que hay otro cubo 22 más grande, aquel que permite la entrada del jugador 22. Lo mejor es llamarlo "cubo 22 astral". Para que el cubo 22 astral se conecte con los ocho mundos paralelos y active la Figura en ellos, ¿hay que ubicarlo en el centro de la Figura? ¿Pero cuál es el centro de la Figura? Hasta donde tengo entendido, la Figura, desde que llegó a nosotros el año 2015, está en todas partes y a la vez, en ninguna.

Mientras más estudio esas posibilidades, más necesito al maestro del color matemático. Aunque las únicas matemáticas que podemos usar, son aquellas que trabajen en la cuarta, quinta, sexta, séptima dimensión, etc. ¿Puede llegar a ese nivel el maestro del color matemático?

FANFICTION - La vida de Horacio - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora