EPÍLOGO

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Cerró la computadora soltando un leve suspiro, las fotos habían quedado maravillosamente bien y el acomodo para la presentación final no había sido muy complicado, sin embargo debido a los proyectos pendientes que tenía, no le había dado tiempo de hacer mucho.

Observo el reloj que se encontraba en su escritorio, su hora de salido se había pasado hacia dos horas antes y ni cuenta se había dado. Aun así una sonrisa se escapó de sus labios, a un lado de dicho reloj se encontraba una foto enmarcada de él y Siwon cuando fueron a patinar en nieve.

Muchos buenos recuerdos habían conseguido de ese viaje, Canadá era un país hermoso y recorrerlo junto a la persona a la cual amas lo volvía todavía más especial.

Tomo sus cosas y se dispuso a volver al departamento, había prometido llegar a cierta hora, Siwon se lo había pedido y no estaba muy seguro de porqué.

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–Haz estado demasiado sonriente toda la cena –le menciono divertido–, ¿pasó algo bueno?

–Déjame pensar, estoy cenando con un hombre al cual amo, hace unas semanas la pasamos de maravilla en un país extranjero... A decir verdad han pasado varias cosas buenas.

Un sonrojo comenzó a recorrer las mejillas del menor por aquellas palabras, era increíble como cursilerías como esas lograban ponerlo de esa forma, simplemente no podía comprender como era que Siwon causaba tantas cosas.

La cena continuo entre platicas de cómo estaba el trabajo y cosas tan simples como que fue lo que desayunaron en ellos. No existía necesidad de temas complejos, las cosas cotidianas les llenaban la mente y sus conversaciones.

Ya al final de todo, Siwon decidió sacar un pequeño pastel de la nevera, en la parte superior de esta se encontraba un sobre color beige con sellos del juzgado de Seúl.

– ¿Qué es esto? –Pregunto curioso.

–Algo que llego casi después de que te fuiste –respondió con un pequeño beso en la frente–. Quizá te interese.

Donghae se percató que en el nombre de destinatario estaba escrito el del mayor, ¿qué podría tener en común con su persona? Dejó que la curiosidad lo inundará y abrió el sobre, extendió aquel papel y lo leyó en voz baja. No podía creer que en verdad era aquello.

–Wonnie, tú...

–Oficialmente estoy divorciado de Kyuhyun.

La mirada de Donghae se alzó hasta el más alto, no comprendía como había logrado que las cosas avanzaran tan rápido de la noche a la mañana. Según aquel papel, Kyuhyun se quedaría con la tutela de Sehun y por consecuente el mayor debía darle una cierta cantidad de dinero mensual, pero podría verlo cuantas veces quisiera siempre y cuando el infante deseara hacerlo también.

Se levantó de su lugar y se abrazó con fuerzas de la cintura del otro. Ahora oficialmente eran ellos dos, nadie se interponía en su relación. Existía un niño, sí, pero a Donghae le fascinaba jugar con niños y Sehun no era la excepción.

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–Hae, necesito que cubras un reportaje.

–Sí, claro ¿en dónde será?

–La camioneta del programa vendrá por ti. Creo que será en el centro por una exposición que tendrá una casa de artes plásticas.

–Oh claro, llevaré mi cámara y la base para poder tomar mejor las fotos.

–Necesito que tomas una de video.

–Pero señor... Soy fotógrafo, no camarógrafo.

–De igual manera lo harás excelente, confió en ti.

"Sin importar nada" (SiHae) (Respaldada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora