Leina

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Mi cuerpo empezó a temblar, no se me habría ocurrido que podrían ser conocidos de Jacob, solo lo observe sin articular una palabra, mi cuerpo me fallo provocando que mi pestañear sea mas rápido, la furia en su rostro era evidente y se contenía al gritarle.
- ¿Por qué los atacaste? - parecía que sus dientes iba a quebrarse en cualquier momento.
- No fue así – mi voz sonaba apagada.
- Jacob – Carlisle apareció por las escaleras de la tercer planta - ¿Qué ocurre? – una leve mueca de seriedad se implanto en su rostro.
- Ocurre que su hija ataco a unos invitados que estaban en nuestro terreno el día de ayer – Carl enseguida me miro.
- Julie… ¿tienes algo que decir? – se puso frente a mi con mirada seria.
- Yo… ellos querían atacar a Nick y debía defenderlo, lo querían secuestrar y no podía permitirlo – hable demasiado rápido y gastando todo el aire de mis pulmones.
- Eso es mentira, ellos son pacíficos, ahora mi padre esta furioso por no poder haber llegado a un acuerdo de lealtad – replico.

- No pueden hacer un acuerdo con ellos, usan somníferos y maltratan a los suyos, yo los vi Jacob, su líder lastimo a Nick – parecía que no creería en mis palabras,  seguido de eso tome la mejilla de Jake y le mostré las imágenes, su rostro cambio de una leve rabia a confusión, cuando termino se volteo a donde estaban los dos mas pequeños de la familia – si hubiera sabido que ellos eran parte de tu manada jamás los hubiera atacado, pero tengo mucho que defender –.
- No puede ser, ellos tienen una manada numerosa, esa gente debió sufrir por estar ahí, debemos hacer algo – se puso a caminar de un lado a otro pensando en una solución.
- Primero debes convencer a tu padre, el puede decirte que hacer o podrías organizar una unión con algunas tribus que quieran ayudar a la causa – Carlisle le dio una solución.
- No puedes iniciar una guerra – esperó y reconsidere el no hacerlo.
- Igual no podemos dejar a esas personas solas – no había alternativa, de cualquier forma, podrían sufrir las consecuencias – pero… primero lo primero, debo advertirle a mi padre, asi que tu vienes conmigo – me tomo del brazo con firmeza.
- ¿Qué? – lo mire alterada.
- Debemos explicarle a mi padre primero, casi creas un caos en nuestra zona, el esta molesto contigo así que debes explicarle el porque de tu acción- me seguía arrastrando hasta la puerta, de repente se detuvo y miro su pierna al voltearme Nick estaba mordiendo su tenis, era mas gracioso que feroz, Jacob me soltó el brazo y se agacho a su altura – y tu también vienes – lo tomo del torso alzándolo y siguió su camino, sabia que así iría sin protestar.
Nos adentramos al bosque, tomamos dirección a la casa de Jake pero no sabia donde estábamos, yo solo lo seguía, luego de un largo rato, delante nuestro apareció un sendero por el cual siguió su marcha. Ya de haber caminado un largo rato unas casas se hicieron presentes a lo lejos, algunas viejas y ordinarias, cuando mire en frente Jacob estaba entrando a una casa ubicada a unos metros, era de color rojo con una rampa frente a la entrada, me encamine rápidamente y al estar en la entrada dude en entrar, cuando iba a tocar la puerta esta se abrió de repente revelando a Jacob, solo a Jacob, me dio lugar para entrar y así lo hice, un hogar muy simple pero se notaba que cada cosa ese lugar tenia su importancia, y para mi era como estar en la mía.
- Ven por aquí – se encamino por un pasillo lorgo hasta lo ultimo de la casa, era la cocina del hogar, en la cual estaban dos personas además de nosotros, una mujer de pelo castaño y camisa a cuadros estaba cerca del mesón y un señor que estaba en la mesa de este sentado con el cachorro en su falda mirándolo lentamente y repartiendo caricias.
- Siéntate aquí – una voz profunda y desconocida se escucho en la habitación, mire al hombre mayor y me indicaba con su mano libre a una de las sillas, lentamente avance hasta estas y ocupe un lugar – mi hijo dice que vienes a decime algo – su voz era un poco intimidante.
- Pues… vera señor… con respecto a sus visitantes…-
- A los cuales atacaste – soltó con euforia.
- No fue así…-
- ¡No mientas! Ya me lo contaron todo – aunque su rostros estaba serenó en su voz no estaba de igual manera.
- Cariño, esta aquí para aclarar las cosas, no para hacer una guerra – la mujer restante en la sala se encamino hasta el y lo tomo de los hombros calmándolo.
- Bien… - su actitud cambio repentinamente – te escucho -.
- No los iba a atacar, apenas vi la masacre que habían hecho quería volver a donde estar a salvo…-
- ¿Masacre? – su pregunta repentina me puso en confusión
- Ellos mataron a varios animales en su zona…- explique breve.
- Ahora entiendo, hace unas semanas encontraron a unas gacelas en gran cantidad, todas ellas estaban devoradas, pendamos que eran bestias de la noche que pasaron para nuestra zona, pero fueron los nuestros – el silencio inundo la sala unos minutos – ¿e ibas a atacar a alguien de nuestra raza por defensa propia? – la seriedad volvió a su tono de voz, tome una de sus manos e hice lo mismo que con Jake.
- No… no fue de defensa propia, ellos querían a Nick…- mire al cachorro en la falda del hombre – hice una promesa de defenderlo con mi vida y eso haré – me miro bastante sorprendido.
- ¿Por qué es tan especial? – la voz de Jacob sonaba un tanto molesta.
- ¿No reconoces su olor? – el padre de este hablo antes que yo – el olor de caoba y petunias, los dos olores de las diferentes tribus del sur y el norte, las manadas mas poderosas…- explico a su hijo – y las mismas que estaban en conflicto, se extinguieron hace unos años, tuvieron una guerra entre ellos a unos kilómetros de aquí, de la cual ninguno sobrevivo – miro al cachorro - ¿pero como es que tu eres de ambos? – seguido me miro a mi.
- La futura alfa de los Kalqui y el alfa de los Jontas querían paz para sus manadas, entonces como futuros gobernantes acordaron un encuentro, se enamoraron el uno del otro, pactaron gobernar lado a lado como pareja cuando asumieran el mando, al alfa lo envenenaron y todos la culparon a ella, es ahí cuando se desato la guerra, mientras las manadas peleaban a muerte ella huía dejando todo atrás, y se refugió en este bosque lejos de todos, teniendo a su hijo y enseñándole la vida de lobo, mas no la de humano, unos años después la madre enfermó y fue cuando un desconocida llego a su cueva buscando refugio, me recibió con los brazos abiertos y con tanto cariño, un año después en su lecho de muerte le prometí que cuidaría de el…-
- Leina, ¿que ocurre? – la loba hacia varios días estaba tirada en el piso dando pequeños lamentos, el pequeño lobo estaba aullando en pena junto a ella, estaba marchita, temblorosa y sin fuerzas. La loba que siempre conocí se transformó en una mujer castaña de ojos verdes y piel blanca lo cual me asusto un poco.
- Debe…- su voz era desconocida para mi, pero algo dentro de mi me decía que en el fondo era ella – debes cuidar de el, por favor – su respiración era lenta, tomo mis manos con las suyas y me miro a los ojos – por favor, el es como tu, tiene tanto poder y no es malo, dile que me perdone, por no estar con el y… - las lágrimas que salían de sus ojos eran abundantes – dile… que lo amare siempre – soltó una gran sonrisa.
- Lo haré, con mi vida – me miro de una forma tierna y acaricio mi mejilla, voltea al pequeño entre nosotras – ven…- el se acerca a paso lento – lo siento, debo dejarte pero estas en buenas manos – le acaricia su pequeña cabeza – yo y tu padre te amaremos siempre… se bueno pequeño Nick y… perdóname por no darte una familia feliz… - lo tomo en sus brazos para luego soltarlo – los amo… familia – de repente se quedo completamente quieta.
- Leina – trate de hacer que reaccione - ¡LEINA! –
- Desde ahí solo somos Nick y yo, su historia la conocí gracias a que la dejo escrita en unos papeles con la esperanza que se la contara mas adelanté – las orejas del cachorro bajaron dando un ambiente de pena- hasta que hace unos meses me encontré con los Cullen y tenemos un nuevo hogar, aun así seguiré con esa promesa – deje de mirar la madera de la mesa y mire al hombre que me miraba un poco raro.
- ¿Aun así sea contra tu nueva familia? –
- ¡Papá! – Jacob salto en defensa – eso no será necesario – aunque quisiera dejarlo de lado, ya me ha dado mucho que pensar – vamos – me levante del asiento y empecé a caminar a la salida de la cocina ya con Nick a mi lado.
- Solo una cosa mas – voltee al hombre a unos metros de mi - Sabes que volverán por él ¿no? – el silencio se hizo presenté.
- Si, y los estaré esperando – Y seguimos nuestro camino.
En el camino no hablamos de mucho, dado a que no estamos en tanta confianza, cuando entramos a la casa estaban todos en la sala y unas personas que no conocía pero que a simple cita se notaban que eran vampiros, el ambiente no era el mejor de todos y eso me preocupaba.
- ¿Qué ocurre? – los mire a todos y cada uno, los invitados parecían asustados.
- Ellos son amigos de la familia que vienen a traer noticias – Esme me abrazo con la cara un poco seria.
- Es una de ellos, Carlisle, ¿como osas tenerla en tu familia?- los desconocidos se levantaron del sofá furiosos.
- Ella no es como ellos… - Alice se puso entre ellos y yo.
- ¿Qué esta pasando? – mire a Esme y Carl  por una explicación.
- Al parecer durante unos años han desaparecido algunos de los nuestros en el este del país, luego de eso una nueva banda de vampiros han surgido de la nada, ellos fueron atacados pero lograron escapar, según dicen no tienen nada similar a un vampiro promedió y es por eso que… creemos que pueden ser como tu – mi rostro se quedo tieso pero notaba mis ojos abiertos demás.
- Es imposible… -
- Tu corazón aun late, aun respiras – uno de ellos se iba acercando a mi a paso lento -  absorbes las habilidades de otros, no necesitas comer, eres mas fuerte, mas rápida… mas letal- estaba justo frente a mi rostro – si tu estas aquí, puede que halla mas como tu, ¿no crees? -

Forest (La Nueva Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora