Están vivos...

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Sentía una presión constante en mi cabeza, abrí mis ojos pudiendo ver el techo con una leve luz grisácea, moví mis extremidades las cuales se sentían pesadas empezando a incorporarme poco a poco, mire a mí alrededor, el gran ventanal estaba completamente destrozado y las cosas estaban tiradas en un completo desorden. Me acerque a la ventana viendo como nevaba de manera violenta de las nubes grises con rayos entre estas, aun podía sentir el aroma de los Cullen el cual empecé a seguir por el bosque, el olor se hacía más fuerte a medida que continuaba hasta que este cambio drásticamente a otro olor el cual reconocía, Clenton, apure mi paso hasta llegar donde provenía. El lugar estaba perfectamente preparado, había diez arboles perfectamente formados en una media luna, mi familia estaba en lo alto de estos, tenían ramas incrustadas por todo el cuerpo que los mantenían en el aire, parecían estar inconscientes en un sueño profundo.

- Bienvenida – Clenton estaba sentado en una especie de trono hecho con ramas del suelo, Nick estaba estático sentado junto a este en una espacie de trance, se levantó y bajo dos de los cinco escalones – sabes pensé que darías más pelea,¿ la gran Annie se dejó vencer? – puso sus manos detrás de sí, reflejando inocencia.

- Yo te mate... -

- Claro que si... pero se te olvido recordar que... no eres la única con un poder tan grande – mientras decía esas palabras bajaba los escalones restantes.

- ¿Cómo sobreviviste? – nos quedamos mirando unos segundos en silencio.

- Nosotros lo salvamos... - detrás de los arboles escondidos como ratas, salieron dos figuras, al reconocer sus rostros un golpe se situó en mi pecho, no eran como los recordaba no tenían ni una pisca de ellos en los vampiros que estaban frente a mí – Supongo que le debíamos el que nos salvara... de ti – mi cuerpo no respondía, quería hablar, preguntarles algo pero nada me salía, solo podía mirarlos a ambos.

- Pero mira que grande estas... Annie – por alguna razón mi madre era la única que me sonreía, mi padre me miraba serio al igual que Clenton.

- Están vivos... - esa frase salió como un susurro.

- Claro que si...- Clenton pego un gran grito al cielo – luego de que tu huyeras volví por sus cadáveres, ambos aún estaban vivos por lo que les di de mi sangre y se sanaron, nos llevamos toda su investigación con una idea en común... asesinar a la responsable – los tres empezaron a dar vueltas alrededor de mí.

- Descubrimos que... nuestra sangre mezclada era la solución para que el suero funcionara – efectivamente funciono, mi padre se veía tan joven.

- Por desgracia debía ser tal cantidad de sangre que debíamos morir para hacer tres sueros – aclaro la mujer.

- Es así como matamos a tus padres desangrándolos hasta casi morir...- Clenton parecía divertirse con la historia - Mesclamos la sangre con el suero- pararon de dar vueltas

- Y renacimos en esto... - sonrió ampliamente y con maldad.

- Te buscamos durante cinco años... - su tono era con una leve ternura.

- Para lograr nuestra venganza – Aclaro, dejando en claro que no sería para un feliz reencuentro.

- Pero valla sorpresa... fue verte feliz con una nueva familia – dijo Clenton como si le causara ternura.

- Como si nosotros no fuéramos nada – esta vez la mujer sonaba furiosa.

- Ustedes me encerraron – les grite.

Forest (La Nueva Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora