Destino

En mi cama

JIMIN

Estaba tumbado en el piso con una pequeña manta que Mark nos había dado, toque el bolsillo de mi pantalón, tome la foto que había visto antes en aquella pared, la arranque mientras las luces estaban apagadas, esa era otra de las razones por las que ignoraba el llamado de Jungkook.

Mire la pequeña ventana que permitía que la luz entrara en esta inmensa habitación, gracias a esta luz podía ver este piso sucio y las paredes sin color. Aguantaba la respiración por largos momentos, no se que quería exactamente que pasara ¿quiero morir?  lo único en que pensaba era en mi madre y en el estúpido padre de Jungkook, todos esos momentos que pasamos. Apretaba mis puños intentando calmarme, lo que quería en esos momentos era golpear a alguien.

Luego de unos cuantos minutos siendo una nenita que se contiene recordé algo curioso 

mi madre esta enamorada de alguien. ¿Quien es ese alguien?... acaso es...

Di leves golpes a mi cabeza intentando olvidar esa estupidez, me senté en el frió piso y oculte mi cabeza en mi pecho mientras dejaba que mis manos tocaran mis pies, movía mi cabeza lentamente y contaba imaginarias ovejas.

Mañana tendré que volver a mi vida cotidiana, mismas caras, mismas clases, el mismo recorrido de la escuela a la casa y de mi cuarto al baño. Mi vida cotidiana, ya no tendrá sentido si veré la cara de una mujer que me ha ocultado cosas por mucho tiempo.

Cerré mis  ojos y empece a tararear una canción de cuna, apreté las mangas de mi camisa mientras jugaba con mis dedos.

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La luz se hacia cada vez mas brillante, ya empezaba a escuchar el estresante canto de las aves. Toque mi cara para darle algunos golpes y despertarme del todo, mi cara estaba babosa, hice una cara de asco y abri mis ojos completamente.

-Que haces amigo ya es hora de irnos--Mire la cara de Jungkook la cual demostraba una inmensa sonrisa fingida.

devolví la sonrisa de la misma manera mientras me ponía en pie con algo de dificultad.

-Que horas son-- limpiaba mi cara con mi camisa mientras daba un largo bostezo.

-Son las 13:30 tuvimos que habernos ido hace una hora-- hablaba con serenidad mientras su mirada estaba dirigida hacia la pequeña ventana.

Tome la pequeña cobija que me habían dado, la pequeña fotografía salio volando de esta. Me estremecí al ver la foto, quería que Kook no la viera así que fui velozmente por ella antes de que cayera.

-Que es eso-- pregunto en voz baja mientras se acercaba lentamente.

-Nada que te importe-- pegue la foto a mi pecho intentando calmar mi respiración.

Baje mi mirada mientras aun tenia la foto pegada a mi pecho. Kook paso su mano al frente mio mientras sujetaba algo, me sorprendi tanto que no pude evitar sorprenderme.

-Es la foto de cuando eramos niños-- sonrió sinceramente mientras me daba la foto-- quiero que la tengas-- señalo mi mano con sus ojos-- no solo debes tener algo que te ponga triste.

Salio de la habitación dejando la puerta entre abierta, me dio algo de comer mientras su mano temblaba.

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Estamos a punto de llegar a casa, Mark no dijo nada en todo el camino y yo no me esforcé por hablar con el. De alguna manera el silencio era tan reconfortante, podía sentir calma aun sabiendo que dentro de pocos minutos viviría un infierno.