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— ¡No me quiero ir! — Lloraba Viktor aferrado a la pierna de Yuuri mientras Yakov guardaba las cosas del peliplateado en su maleta.

— Debemos volver a Rusia, debes prepararte para el Campeonato Europeo. — Explicó Yakov guardando una camiseta.

— ¡Pero no quiero dejar a Yuuri! —

— No se va a morir si lo dejas aquí. — El anciano comenzaba a estresarse -aún más-.

— ¡Tal vez él no, pero yo sí! — El llanto de Viktor aumentó, así como la jaqueca de Yakov.

— Vi-Viktor... Uh... Po-podemos escribirnos cartas si quieres, incluso hablar por teléfono o videollamada. — Le dijo el japonés sin saber cómo calmar al ruso.

— ¡Yo no quiero eso! ¡Yo quiero estar junto a Yuuri! ¡Comer con Yuuri, dormir con Yuuri, patinar con Yuuri, vivir con Yuuri! —

— Eso es muy tierno, pero eres un patinador profesional, tienes que dedicarte a ello, no puedes quedarte. — Le comentó el pelinegro.

— Hmp, en ese caso renuncio al patinaje para quedarme con Yuuri y casarme con él, y ahora sí es definitivo. — Dijo con un puchero y aferrándose más fuerte a la pierna del menor.

¡¿Eh?! — Gritaron tanto Yuuri como Yakov.

— ¡Ya te dije que no vas a renunciar al patinaje sólo así por un estúpido enamoramiento! — Le regañó Yakov.

— No es un estúpido enamoramiento, es Yuuri; el amor de mi vida y futuro esposo y madre mi mis diez hijos, ¿verdad Yuuri? —

— ¿Pero por qué diez? — Se confundió el japonés. — Viktor, escucha lo que dices, no puedes dejar el patinaje por mí, no quiero ser la persona que le quite a Viktor lo que más ama. —

— Pero lo que más amo es a Yuuri. — Se aferró aún más. — Sin Yuuri conmigo no tengo motivaciones de patinar. —

La habitación se quedó en silencio, Yuuri estaba desesperado, no soportaría ser la persona que le robó Viktor al mundo... ¿O si?

— ¿Si voy contigo a Rusia seguirás patinando? — Preguntó Yuuri quien juró ver como los ojos de Viktor brillaban como estrellas.

Yes! — Respondió el peliplateado levantándose para abrazar al japonés y comenzar a llenar su mejilla de besos mientras el otro sólo reía.

— Al menos no fue secuestro como habían planeado. — Susurró Yakov.

— ¿Secuestro? — Preguntó Yuuri.

¿Quién es Yuuri?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora