La Peticion De Zelda

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Después de que nos explicó la "segunda parte" de la leyenda...

-¿Qué les pareció?, a que es bonita...-Dijo sonriente.-oh, he olvidado decirte una cosa...el otro elemento de mi sueño, las nubes negras...creo que representan a este hombre, echa un vistazo por esta ventana.-Dijo refiriéndose a Link.-Él es Ganondorf el rey de las gerudo, este hombre le jura lealtad eterna a mi padre, el rey, pero sé que en su corazón habita la mentira.

De repente Link se sobresaltó y miro a Zelda.

-¡Me ha mirado!, ¿Qué voy a hacer?-Grito Link y Zelda rio por lo bajo; yo también.

-No te preocupes, el no sospecha de nuestros planes.

-Pero lo hará, ¿no?-Dije temerosa.

-Tal vez; le he contado el sueño a mi padre y no cree que eso vaya a ocurrir, el cree en este hombre... ¡Y se aprovechara de mi padre para ir detrás de la Trifuerza, yo lo sé!, y quiera conquistar a Hyrule, o algo más... nosotros somos los únicos que podemos proteger todo esto, por favor.-Acto seguido tomo nuestras manos creando un circulo entre nosotros, mire al rubio y asentimos en dirección a la princesa al mismo tiempo, dando a entender un sí.

-Pero... lo que sucede es que para poder tener la próxima piedra espiritual, tenemos que ir a la Montaña de la Muerte, y no nos dejaran pasar.-Dije sin darme cuenta del grandísimo error que acabo de cometer; entonces Link me miro con una mueca es extrañeza y Zelda con una cara sorprendida.

-¿Cómo es que sabes eso?-Pregunto el rubio, poniéndome nerviosa.

-Pues...cuando

estábamos en la Villa había un cartel que señalaba eso, lo de la piedra...he oído leyendas.-Y solté una risa nerviosa.

-Mmm, está bien, pero tengan esto.-Empezó a escribir en una hoja... ¿De dónde la saco?, quien sabe....-Es una carta que va en mi nombre para que la enseñen a los soldados como muestra de permiso.

-Vaya, gracias...la necesitaremos.-El rubio la tomo entre sus manos, y acto seguido mira a la princesa.

-De nada, pero ya retírense...que pueden llegar los soldados, mi cuidadora Impa los ayudara a regresar, adiós.-Y beso a Link en la mejilla el cual se puso algo raro, una parte de mi quería reír a carcajadas; pero otra muy en el fondo quería agarrar a esa pelos de elote, estrellarla contra la pared y sacarle los ojos...muy en el fondo.

-Ya vámonos, antes de que se den algo más que besos...-Tome la mano del rubio y nos acercamos a Impa, esta estaba al otro lado de la sala.

Narra Link:

Llegamos, nos presentamos y ella también; nos enseñó la canción llamada "Nana de Zelda", y nos llevó fuera de la gran estructura sin que nos vieran los guardias. Después nos platicó que la Villa en la que nos hospedamos una noche, resulto siendo su lugar de origen, que ese pueblo era de una tal raza llamada "Sheikah", pero que hace algunos meses la acababan de abrir para que gente viva ahí.

También nos dijo que más arriba, se encontraba la Montaña de la muerte, hogar de los goron, que a pesar de que nunca bajaban de allá arriba, todo iba en armonía entre estos y el pueblo sheikah. Ahí a donde nos debemos dirigir.

-Ya

les he dicho todo lo que deben saber para seguir con su misión, yo me retiro.-Miramos hacia atrás y la mujer albina estrello unas nueces deku contra el piso, que hizo que estallaran y casi nos dejara ciegos, cuando el brillo disipo, la mujer corpulenta ya no estaba. Mire a Sofia e hizo un ademan con la cabeza para que nos vayamos a la Villa.

*En el transcurso del camino*

-Oye, Sofi... ¿A qué te referías con que la princesa y yo nos diéramos algo más que...besos?-Pregunte inocentemente, me miro y soltó una carcajada.

Link y tu OOT *Cancelada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora