PAR [normal] - Nuestras distintas fotos

Capítulo 8

Les invito a escuchar una lista de canciones, las cuales han sido mis musas al crear esta historia.

https://open.spotify.com/user/armandoferret/playlist/4N7DY2WQx5ZCTSBBso2lUs

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—Bien David, oficialmente estás dado de alta —anunció Rose Mary desde detrás de un escritorio—. En un par de horas podrás regresar a tu vida normal.

¿Vida normal?, ¿después de lo ocurrido hoy y la noche del parque?, no creo que mi vida vuelva a ser normal. Ahora que descubrí que los demonios, monstruos y seres sobrenaturales existen, que en verdad andan por ahí entre las sombras, no volveré a dormir tan plácidamente. En cuanto a normal, de por sí esa no es una palabra que pueda describirme.

—No debiste de habernos dejado, es una suerte que Vassago no te haya matado.

—Les dije que había algo raro con las lecturas de los videntes, pero ustedes no me hicieron caso.

La chica de cabello magenta, Kate, había estado recriminándole coas a Dante en voz baja.

—Chico, una horda entera de ghouls y perros del averno —agregó Gerald—, y además no llevabas TUS armas. Solo a ti se te ocurre.

Dante simplemente sonrió con autosuficiencia.

—Cuando Shem y Dalia regresen a la academia y se enteren de esto seguro te matan.

—Ni me lo digas, suficiente tuve con Víctor y sus gritos en su oficina por dos horas.

Parpadeé y de pronto vi las figuras de aquellos perros de grueso pelaje oscuro zigzagueando entre la espesura de los árboles y después saltando directo hacia mí, el impacto de un denso y espeso brillo rojo que escurrió dentro de mi mente congeló mi espina haciéndome abrir de golpe mis parpados. Aquellas imágenes parecieron durar una eternidad.

De pequeño era de esos niños que solían temerle a la obscuridad. Le pedía a mi madre que cerrara las ventanas en la noche porque temía que las brujas entraran y me llevaran al Agujero... así era como yo le llamaba al lugar en el que todos terminaban cuando se extraviaban, cuando un niño o una persona desaparecía yo imaginaba que ahí era donde terminaban, en el agujero, jamás los volverían a encontrar porque de ahí según yo jamás regresabas, las brujas se los habían llevado ya que habían sido descuidados y no habían cerrado sus ventanas al dormir.

¿Ahora también me saldrían con que las brujas igualmente existen?

Deseaba llegar a mi casa y asegurarme de que Balthazar estuviera bien, temía que las bestias, aquellos perros hubieran regresado y esta vez si cruzaran hasta el jardín. Balthazar era un perro fuerte y valiente, pero dudaba que pudiera defenderse de auténticos monstruos.

Quería ver a Christina, ansiaba escuchar sus regaños por haberme incomunicado con ella, a estas alturas ya me esperaba una inquisición de su parte. No quería ni pensar lo que pasaría cuando se enterara de lo de Peter. Incluso deseaba verlo a él, a Peter, no me importaba que existiera la posibilidad de que jamás me volviera a hablar.

—Joven David... joven David.

Me sobre salté desorientado, no me había dado cuenta de que estuve sumido en mis pensamientos.

—¿Se encuentra bien? —me preguntó el señor Víctor.

—Sí, sí, es solo que divagué.

Al desviar mi mirada noté a NovaTec desenredando un manojo de cables de un extraño aparato.