Había sido una chica muy, muy mala. Mala, mala, mala.
Llevar a Nathaniel a casa la otra noche formaba parte del plan desde el principio.Sabía que Chat Noir, él gran superheroe de Francia, estaba observando desde las sombras, cuando nos colamos en la casa ya entrada la noche; se preocupa por mí.
Sabía que subiría en silencio hasta mi ventana mientras yo me montaba en mi habitación con el chaval del instituto. Y sabía que nos miraría mientras follábamos.Había bebido demasiado, pero era mi decimonoveno cumpleaños.
Al final, resultó que Nathaniel fue una decepción. Estaba bueno y era atlético, pero era un niño.
Nervioso, había jugueteado con mi ropa interior como si no pudiera creerse la suerte que tenía, y luego me había enterrado su pene con tanto entusiasmo, que sólo duró un par de minutos.
Y tampoco es que pueda culparlo, con mis abultados pechos y mi respingón trasero a su alcance, yo también me habría entusiasmado por darme una buena follada.¿He mencionado ya mi estrecho, y casi ilegal coño? No era la polla de Nathaniel la que yo quería, pero tendría que bastarme para mi propósito.
De reojo, podía ver la sombra de Chat a través de la ventana, mientras follábamos.
Me había preocupado de dejar las cortinas corridas, incluso habiéndole dicho a Nath que las había cerrado, pero el muy idiota estaba demasiado borracho para darse cuenta.Me llegaba la respiración pesada de Chat desde el otro lado de la habitacion, y sabía que estaba acariciándose el apretado bulto sobre aquel ajustado traje.
Aquello me puso cachonda y fue lo que logró que pudiera continuar, gimiendo, y fingiendo que mi rollo-de-una noche me estaba dejando satisfecha.–Oh, Chat ....Digo, Nathaniel fóllame más duro...–Soy mala, tomándole el pelo de esta manera.
Nath se deslizó en mi interior, se estaba corriendo prácticamente antes de empezar. No importa.
Si Chat Noir estaba mirando, sabía que tendría que tomarme pronto. Todo lo que tenía que hacer era soltar algunos indicios.– ¡Córrete en mis senos! ¡Quiero todo tu semen, Chat… uh, Nathaniel!–Cuando Nath se retiró, se quitó el condón y se corrió sobre mis pechos, paseé los dedos por el blanco y caliente líquido. Eso hizo que mis endurecidos pezones relucieran, y me llevé uno de mis dedos mojados a la boca.
–Mmm… sabe tan bien, Gatito.
– ¿Qué? ¿Me acabas de llamar Gatito?–Nathaniel se arrodilló sobre mí, con su pene todavía sacudiéndose entre sus manos, mirando cada rincón de mí como el tonto machote cachas que era.
Las apariencias no lo son todo, ya sabes.–No, Nath. Debes haberme entendido mal. ¿Por qué iba a llamarte asi?
––Uh, supongo. ¡Ahh, has estado increíble, Marinette!–Forcé una sonrisa.
–Gracias. El baño está al final del pasillo, la tercera puerta a la derecha.
– ¿El baño? ¿Qué, quieres que me lave?–Lo miré, con la frustración estampada en la cara.
-- Sería todo un detalle. Porque tengo tu corrida por todas partes, y me gustaría ducharme, así que se rápido. Y no hagas mucho ruido.Se subió los pantalones y salió al pasillo. Me pregunté dónde estaría Chat Noir, si habría salido corriendo cuando Nathaniel se descargó, o si había huido para masturbarse.
Mis padres estaría fuera algunos días en un viaje de reposteria a Italia, así que tenía toda la casa –o casi toda la casa– para mi.Y entonces lo escuché. Se había escondido en una esquina. Sonreí.
No me había equivocado.
Chat Noir, él héroe de París, había estado mirando después de todo.
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Ola espero les guste esta pequeña historia (yo se que si)
Dejen su lindo voto y hermoso comentario.****
Como lo advertí en la descripción y lo vuelvo a decir:
➖Esta historia contiene fuerte contenido sexual y verbal. Por lo que si eres menor de edad o no te gusta este tipo de historias te recomiendo que no continúes leyendo.
➖Si decides leerla sera bajo tu responsabilidad.

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Juguemos [MariChat] +18
Kısa Hikaye▶Como puedo decidir lo que esta bien cuando tu nublas mi mente◀ Cuando el heroe de Paris, Chat Noir ve a Marinette en pleno acto sexual con un chico que, en resumen, no es bueno para ella, decide que Marinette necesita un hombre de verdad. De lo que...