Capítulo 5:

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Capitulo 5:

Eran las 11:00 pm. Cuando al fin la ceremonia de apertura había terminado.
Estuvo espectacular, pero fue muy cansado tener que esperar casi hasta el final para hacer nuestra gran aparición.
Apenas llegué fui a recepción a averiguar el horario del gimnasio, aprovechando que tenía dos días antes de competir y no quería toparme con medio equipo norteamericano.
Para mi sorpresa, el horario resultó ser bastante amplió. Abrían a las 7:00 am. Y cerraban a las 10:30
pm, así que tenía bastante tiempo para entrenar, lo cual sería de gran distracción.
Me reuní con las chicas y subimos al cuarto.
Llegamos y nos pusimos nuestras pijamas, bueno, si por pijamas puedes referirte a unos pants y a una camiseta de algodón.
- ¿Que planean hacer mañana?- pregunté mientras nos alistábamos para dormir.
- Diana y yo habíamos pensado en salir y conocer Londres- dijo Ana.
- Si- continuó Diana-. Sabes que una vez que nuestra área acabe fe competir tendremos que regresar, así que decidimos salir un día.
- ¿Quieres venir?- me preguntó Ana.
- No gracias- dije-. Quiero ir al gimnasio a entrenar lo más que pueda.
- Como quieras- contestó Diana.
- Avísanos si cambias de parecer- me dijo Ana sonriendo.
Le devolví la sonrisa y apagué las luces, pero no sin antes poner mi alarma a las 6:45.
Después de eso, solo me dormí.
***
Estaba teniendo otra pesadilla al momento en el que sonó mi despertador.
Siempre era el mismo sueño.
Siempre en el último minuto perdía y todo el mundo (incluido Schmidt) se burlaba de mí, así que decidí usar esa energía de sobra para el gimnasio.
Estaba amaneciendo en Londres.
Hoy empezaban los juegos.
No pude evitar que una tonta sonrisa se formara en mi rostro.
Me levanté de un salto de mi cama, pero con cuidado para no despertar a las otras.
Saqué unos pantalones para hacer ejercicio junto con una blusa, me los puse y me até los zapatos. Recogí mi cabello en una cola de caballo y agarré mi Ipod, mi teléfono y la llave del cuarto.
Bajé por las escaleras y llegué al gimnasio justo cuando lo estaban abriendo.
¡Bien! Sería la única en un buen rato.
Entré y empecé a calentar.
Guau, era gigante.
Tenía una sección de puras máquinas (caminadoras, bicicletas, elípticas, etc), una zona de pesas para ejercitar los músculos y 2 salones donde podías estirar o practicar diferentes cosas.
Después de calentar, me subí a la caminadora e hice una hora entera corriendo y trotando; luego me subí a la elíptica por otra hora y terminé haciendo bicicleta rápida por otra hora.
Eran las 10:00 am. Cuando me bajé de la bicicleta y ya estaba empezando a llenarse de deportistas, así que fui a la zona de pesas y trabajé mis brazos y piernas.
A las 11:15 estaba quitándome del gimnasio y estaba rumbo al cuarto por una urgente ducha.
Entré al cuarto y vi qué no había nadie, así que supuse que Ana y Diana ya se habían ido.
Me metí a la ducha y tomé un baño.
Salí, me sequé y me puse unos leggins con un suéter verde.
Desenredé y sequé mi cabello y bajé para ir a desayunar.
Como ya eran las 11:30 no había casi nadie, así que pude servirme lo que quise y tardar todo el tiempo del mundo.
Al terminar de desayunar, revisé mi teléfono y vi que tenía un mensaje de Fatima.
Decía que a las 12:45 tendríamos una junta para planear las estrategias en el mismo salón en el que nos juntamos ayer.
Terminé de leer el mensaje y revisé la hora.
MIERDA! Eran las 12:44.
Terminé de comer mi desayuno y salí disparada a la junta.

Mas que unos juegos Kendall Schmidt y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora