Citas para las Kissme

Cap. 9 Parte II Mi regalo por salvarla

  Dongho

De la nada mis viejos compañeros de grupo me hablaron y lo único que me dicen es ¡que se les perdió una chica!. ¿Ni un saludo para mi? 

Pensé un momento quien sera, mientras conducía hacia donde me avisaron que la localizaron.

 ¿Kennedy? No creo, hubieran dicho su nombre. Pero quien mas seria para que los chicos armen un escándalo.

"Prohibido el paso". Era un letrero ahí, no le hice caso y seguí. Seguro así lo tienen para que no los encuentren con las manos en la masa. Vi detrás de mi se acerco una camioneta así que escondí mi coche detrás de unos arboles caídos. Creo que dieron bien con cálculos matemáticos a donde se aproximaba. Estos entraron y los seguí con sigilo. Cuando estuvieron frente a una cabaña salieron de la Van llevando una mujer retorciéndose de la angustia. Debía ser ella, no veía su cara porque tenia un saco encima pero unos mechones pelirrojos salían. A ella no la conocía pero ya estaba aquí y no iba a dejar a una persona inocente.

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Kennedy

—Es mi culpa, mi culpa —se repetía Yuli.

—Prima deja de decir eso —trata de tranquilizarla—. Te quedaras calva

—Víctor tenia razón me iría mal —poniendo se dramática entonces su prima Lulu le dio una bofetada—. Auhh ¿qué fue eso?

—Ya que estresas señorita. Estoy a cargo se ti y en parte Kenny también pero si sigues así solo conseguirás alterarnos a todos

—Esta bien —se sentó resignada.

—Los chicos recibieron un mensaje de Dongho, dice que ya encontró a Katty —dije.

—¡Wuuu! —gritaron todos eufóricos.

—La mala noticia es que esta solo y no puede hacer mucho. La buena es que los chicos acaban de llegar

—Espero que no les rompan algo —comento Les—. No son para que pelen ellos

—Para eso le hable a unos amigos

—Tienes muchos contactos —Jessica sonrio—. Eso es bueno para estos momentos 

—Claro que sí y no debemos faltar

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Katty

—Nena hoy te toco suerte —comenzando a manosear mi cintura.

—¡No! Ayuda...—decía ya sin el sacó ni la mordaza. Se lo quitaron para que ella los viera como la torturaban.

—Nadie te escuchara. Estamos muy lejos de la civilización

—¡Ayuda! —no me importo. Seguía pidiendo porque alguien escuchara y venga a mi rescate pero era inútil. Nadie vendría. Cerré fuertemente los ojos. ¡No vuelvo a venir! Deja tus niñerías Kat. 

Trate de salir pero me percate que estaba amarrada a la cama. ¡¿Por qué a mí?! Solloce, adiós escapatoria, vida nueva, cita con Dongho, viajes lindos. ¡Waa!

Se escucho un ruido provenir de afuera. ¡Socorro! Aquí la chica que esta amarrada a la cama. 

—Odio que pase esto. Te quedaras aquí preciosa —¡solo vayan se!—. Chicos apuren se alguien esta estorbando aquí

—Pero jefe...

—Vayan rápido

—Y ¿la chica? —pregunto el otro.

—Ella —tomando mi mejilla. Que asco— sera su recompensa después de mi si se deshacen de quien interrumpe

—Esta bien jefe —dijeron al unísono yéndose.

—Ahora si sabrás que es un hombre cariño —quitandose el pantalón. Solloce porque ya no podía hacer más. Este tipo desquiciado me iba a violar y estaba con sus asquerosas manos encima mio. Me arranco mis pantalones y vi mi fin. Cerré los ojos con lágrimas en mis mejillas, se escuchó un gran estruendo y ya no sentí sus horribles manos.

¿Qué había pasado? Abrí los ojos un poco y vi que estaba aun lado de la cama tirado. Había un chico muy guapo pelinegro y muy alto, a donde me encontraba así lo venía. Pero...¡que pena! 

Era Dongho, el ex miembro de U-KISS frente mío y viéndome...¡desnuda, no! Estoy alucinando si él estaba aquí. De todo lo que pase hizo efecto en que viera todo negro...

Dongho

Los demás llegaron pero tome paso primero porque oí los gritos de aquella chica. Cuando la encontré era enfermo ver esa escena de ese depravado manoseando la y ella llorando. Casi a punto de penetrarla y perjudicarla en toda su vida, le pegue con un pedazo de madera que encontré afuera dejándolo inconsciente. La chica al verme sus ojos reflejaron un poco de esperanza y miedo, pero se desmayo de tan mal que la paso.

—Te sacaré de aquí. Los demás están encargándose de los otros dos —le susurré. Aunque no se si me escuchaba.

Desamarre sus muñecas y pies, la cubrí con lo poco que tenía y la abrigue con mi chaqueta. Un quejido se hizo presente en la habitación y tome paso veloz mientras la cargaba. Ya los otros se encargarían. Debo llevarla a un hospital.

—Dongho ya tenemos a esos dos. Unos amigos de Kennedy nos ayudaron —comento Kiseop.

—La llevare a un hospital, se ve muy mal

—Clar...—lo interrumpieron.

—No tan rápido. Devuelve me a la chica —dijo el hombre al que había golpeado.

—No 

—No te pregunte niñito, dame la —apunto con su arma. No le di nada—. Odio a los niños y mas si se ponen de rebeldes 

—Dongho...

—No Kiseop, no negociare con un enfermo

—¿A quien llamas enfermo hijo de puta? ¡eh!

—A ti —dijo alguien apuntándolo con otra arma—. Deja los en paz maldito secuestrador 

—Le dispararé si no baja su arma

—Hazlo y lo primero que haré sera meterte una bala en tu cabeza —dijo el misterioso. El desgraciado bajo el arma así que aproveche y lo patee en su punto débil, despues me aleje y Kiseop con el hombre misterioso lo amarraron.

—¿Quién eres? —pregunte al hombre.

—Creí que me reconocerían —se quito la gorra negra. ¿Ken? Kiseop y yo abrimos los ojos como platos. ¿Kennedy?—. No se traumen, esto es utilería de las clases de actuación que toma Ana y el traje también 

—Chicos la policía ya esta llegando...¡wo! ¿Kenny? —Kevin y Jun se quedaron como nosotros.

—Hola chicos

—¿Cómo es que llegaste tan rápido? 

—Saben me debían un favor y di una vuelta en helicóptero antes de llegar

—¡Nos hubieras dicho! —chillaron todos.

—Estaban tercos con que las mujeres se quedaran pero nosotras hicimos que ustedes llegaran hasta acá. No íbamos a perder la diversión después de todo. Chicas atiendan a Katty —vi como unas cuantas salieron de su escondite. Sí que sorprendía sus trucos bajo la manga. 

Una de ellas la reviso, según Kennedy era enfermera y la otra chica se encargaría de ella cuando despertara porque además teníamos una psicóloga ahí.

Como quiera tomamos el rumbo al hospital para saber si no tiene heridas profundas o huesos rotos. Porque si tenia varios moretones.

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Cuando ella despertó me asegure de ser cuidadoso a que no se asustara. Pero solo recibí una bofetada de ella.

—¿Que hace aquí? ¿Qué hago aquí?