Cap. 12 ¿Enamorado?

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Yuli

Esta mañana me desperté y creí haber escuchado un ruido. Fui a asomarme, los demás seguían dormidos y se les veía algo cansados. Ayer tuvimos una buena fiesta. Intente acercarme a Jun pero sentí que no le agradaba del todo.

— Esta bonita la fiesta, ¿verdad?

— Ah sí

— ¿Quieres bailar?

— No, gracias

— Entonces platiquemos un rato

— No, lo siento tengo sueño. Nos vemos —me sonrió y se retiró.

— ¿Qué pasó?

— ¿Jun siempre ha sido así? —le pregunte triste.

— No, es muy amable pero...no sé qué tenga esta vez. Si quieres voy a hablar con él

Déjalo, mejor intento mañana

— Sí, no te preocupes. Igual tendrás tu cita con él

Ok, gracias

— Mira Yuliana, los chicos no saben nada de las citas. Te digo fue idea mía, pero ellos entenderán también. Son muy amigables y si Jun se ha portado así es porque algo le está pasando, no porque seas tú ok

— Entiendo

— Me guardas el secreto entonces, ¿por favor? Apenas resulto lo de Jessica

— Sí, claro

Encontré al mismo Jun tocando un piano del lugar. Me puse a observarlo desde el umbral, tocaba bien pero sonaba algo triste.

— Sé que estás ahí —dijo sin voltear.

— Oh lo siento —se acercó—. Vine a ver quién hacia ruido y pues...

— ¿Esto es ruido para ti?

— No, no, no di tocad bien pero se me hizo escuchar algo por eso desperté —sentándose a su lado—. Suenas deprimido, ¿algo pasa?

— No —toco unas teclas.

— Sería mejor algo como esto —empecé a tocar. Era uno de mis talentos, tocar el piano me inspiraba tranquilidad y me sentía bien como si no hubiera nadie o a veces como si fuera una gran pianista.

— Nada mal, solo unos ajustes con tus sentimientos, necesitas quitar tu tensión cuando alguien está contigo

— Pero ni te sentí

— Te vi pensativa en otra cosa

— Cuando toco así estoy

— Entonces relájate más, sino no pienses en acercarte a un piano

— Está bien -me sentí regañada. Que seriedad, si en los programas lo veía siempre alegre.

— Sabes gracias por el consejo, pero tampoco debes de ser tan brusco -dije mirándolo.

— Y tu menos orgullosa, niña...

— Corrección, tengo la misma edad y ya soy tan madura para no empezar a insultar o provocar peleas

— A...—se calló por algo, y no me di cuenta hasta que escuche la voz de mi amiga.

— ¿Qué sucede?

Me puse de pie, y fui la primera en hablar.

—Él me enseñaba sobre como tocar el piano

—¿Enserio?

Citas para las KissmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora