Recuerdo aquellas noches cuando escuchaba los gritos de las peleas de mis papas, ese sentimiento de que mi mundo se terminaba. Recuerdo las noches que llore anhelando tener a mi papá cerca, o los días que me hacía falta dinero para comprar comida. Aquellos días que me entristecían el alma, me apachurraban el corazón y parecía que no se terminaban sino que se iban acumulando día tras día.
También me acuerdo de la primera noche en que me sentí completamente sola, y mirando al cielo preguntaba: ¿dónde estás Dios que no te veo? Ese día no pude escuchar la voz de Dios porque había demasiado ruido en mi cabeza, pero hoy no me cabe la menor duda de que me estaba respondiendo: aquí estoy, hija mía, ven a descansar en Mi.
No sé por cuál situación estás pasando, quizás una más devastadora que la mía, pero si puedo decirte que Dios tiene el control, y un propósito eterno en permitirte pasar por este valle de sombra. Hay ocasiones en que Dios quita todo lo tangible de nuestras vidas porque quiere enseñarnos a caminar en esta carrera de la fe como viendo al invisible.
Mujer, tu circunstancia no te define, eres fuerte, porque Dios es tu fuerza, no te rindas, sigue adelante, lo mejor está por venir.
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Guerrero en Cristo
SpiritualEl único fin de este espacio es glorificar a Aquel que me rescato, y cambio mi tristeza y decepción en amor, felicidad y gozo. Ahora mi vida tiene un propósito, y es adorar a Aquel que dio su vida por mi, porque cree que valgo la pena y la vida mism...