Capitulo 8

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Reaccionó por el ruido de alguien golpeando con fuerza su puerta, se levantó con rapidez decidida a abofetear a la persona que había perturbado su recuerdo, ¡Estaba a punto de averiguar algo sumamente importante! Al abrir la puerta con el aura demoniaca rodeándola preparada para gritar se encontró con la impasible mirada de Sango y la sutil sonrisa de Miroku, alzó una ceja haciendo una pregunta muda acerca de su presencia, Miroku sólo alzo los hombros y Sango tomó su mano, obligándola a ser guiada a donde quiera que la chica la quisiese llevar.

Llegaron al mismo salón de siempre, donde estaban todos ya sentados esperando que los tres llegaran y tomaran asiento en la estancia.

—¿Se puede saber qué ocurre?

—Queremos saber que te sucede, desde la batalla no sales de tu habitación y desde ayer no quieres ver a nadie, ¿Qué pasa? —Kagome resopló con cansancio ante Sango, la chica se había ganado su cariño pero últimamente estaba demasiado agobiada con sus pensamientos como para aguantar a los demás.

—Sólo quiero descansar.

—¿Por un año? —Habló Kouga usando un tono sarcástico que no le agradó nada.

—¿Te importa? —Eso había sido demasiado grosero hasta para ella misma, el chico no tenía la culpa de todo lo que estaba pasando, al parecer su respuesta sorprendió a los presentes puesto que la misma se reflejó en sus ojos y muecas. Suspiró — Lo siento... Es solo que tengo demasiadas cosas en la cabeza y no sé cómo enfrentarlas. —Rin se sentó a su lado dándole un abrazo de costado.

—Para eso estamos nosotros, somos amigos y debemos apoyarte y más ahora que estás pasando por un momento tan complicado. —No pudo evitar que pequeñas lágrimas se asomaran por sus ojos al escuchar tan dulces palabras de la chica. Susurró unas suaves gracias y le devolvió el abrazo.

—¿Va a decirnos lo que sucede? —Kagome enfrentó a Miroku con la mirada, el muchacho se había mantenido al margen de la situación parado junto al mueble de Kouga mirándola con seriedad. Ella asintió un tanto temerosa.

Comenzó a relatar todo, las palabras de Naraku, su frustración, su vago intento de recordar, su encuentro con el hombre y el recuerdo de hacía poco, todo con suma lentitud esperando que entendieran.

—No sé a qué se refiere con el poder que llevo dentro, y de todos modos, ¿Qué tiene de poderoso? No recuerdo cómo usarlo de todas maneras...

—¿Cómo sabe Naraku de ese "poder"? Hacía tiempo que no nos encontrábamos con él.

—Seguro tiene algún espía rondando por aquí.

Ellos sabían algo que Kagome ignoraba, pero prefirió dejarlo pasar antes de que respondieran con algún "es algo que debes recordar por ti misma"; porque ya comenzaba a hartarla esa frasecita que la anciana Kaede les había metido en la cabeza.

—Me pregunto cual habrá sido la sorpresa que debía darle a alguien, ¿ustedes saben algo? —Les preguntó a las presentes de su recuerdo y no se decepcionó cuando ambas negaron, era obvio que si sabían pero no iban a decirle.

Recorrió con la mirada los rostros de todos, quedándose unos segundos mirando la albina piel con la media luna en la frente de la persona que no se apartaba de sus sueños y pensamientos, éste la miró y ella rápidamente apartó la mirada con las mejillas sonrojadas

—¿Cómo están ustedes? Sé que no hemos hablado en estos días...

—Todos estamos bien, entrenando mucho para cuando nos enfrentemos a Naraku.

Eso la alegró y la alertó, alegró porque estaban bien y alertó porque estaban entrenando ¡ella también quería hacerlo! ¡Quería manejar ese poder del que Naraku había amenazado con quitarle!

Fragmentos de un corazón perdido [Fanfic Inuyasha] [SesshKag] [No AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora