11

18 5 0
                                    


Luego de dos días en donde recibió la visita de su hermano y Maddie, e intensos chequeos, Brooke se encontraba en el asiento trasero del Audi A5 de su padre.

En realidad era el auto de Beatrice pero a ella no le gustaba conducir.

Se autodeclaraba distraída.

Pensaba en Sam.

Pensaba en Dawn y Sam.

Pensaba en Dereck.

Pensaba en Fred. Y toda la familia Green.

Y pensaba en Chase.

Ese era el detonante. Lo que la hacia revolverse en el asiento.

Un nudo se le formó en la garganta y quería maldecir pero no podía. No frente a sus padres.

Trago saliva y se acomodo por milésima vez.

Beatrice comento algo a su esposo pero Brooke no hizo caso.

Chase...

Era imposible. Era imposible que por negarle una noche a su lado, el tipo sería capaz de hacerla derrapar, logrando que se estrelle contra un muro.

No podía ser más incoherente.

Había algo mas.

Un número en la ecuación estaba mal.

También estaba el hecho de que sus padres le habían preguntado como realmente ocurrieron los hechos y (aunque ya recordaba todo con claridad) no fue capaz de decirles.

Era demasiado para ellos.

El auto se detuvo frente a la cochera del edificio donde vivían sus padres.

Brooke se desabrocho el cinturón de seguridad una vez que su padre estaciono su plaza.

Bajó y ayudo a su madre a hacerlo.

- No estoy tan vieja cariño.- comento está con diversión. - Deja a tu padre ser un caballero por una vez.-

Escucharon una risita de su padre.

- Si no te amara lo suficiente y nuestra hija no estaría aquí... te diría un par de cosas acerca de eso.- dice guiñandoles un ojo.

Beatrice rio.

- Ay mi Luke...- Soltó en un suspiro - Sabes que siendo caballero o no, lamentablemente, eres mi única opción.-

Su papá elevó ambas cejas. Parecía sorprendido ante las palabras de su esposa.

Esta se acomodo la falda larga que llevaba, rodeó el auto, y se acercó hasta estar a pocos centímetros de el.

- Tu única opción?- pregunta Luke con aire divertido.

- Eres el único en el grupo de "Hombres que son el amor de mi vida"... así que... si, eres mi única opción.- contesta riendo.

Brooke se sentía fuera de lugar.

Muy fuera de lugar.

Cuando sus padres se dieron un casto beso ella no pudo evitar poner los ojos en blanco y sentir una vibración en los pies. Sensación de querer salir huyendo.

Tomo sus cosas y se dirigió al ascensor del edificio.

Sus padres la alcanzaron y subieron todos juntos.

El corto paseo en ascensor fue en silencio.

Una vez en el piso, Beatrice tomo la cosas de su hija y las llevó al cuarto de la misma.

Brooke en otro momento se hubiera quejado pero hoy no. Se sentía cansada y el ascensor la había mareado.

Luke la miro de arriba a abajo con una sonrisa y dejó tener trabajo pendiente. Le dio un beso en la frente y se dirigió a su despacho.

Brooke soltó el aire y se fue a sentar en el sillón.

Tomo el control de la televisión y la prendió.

Comenzó a hacer zapping porque nada la convencía.

En medio de su frustración su teléfono vibró en su bolsillo.

Lo tomo de mala gana y al desbloquearlo vio que era un mensaje de Sam.

Chase tiene los días contados. Sólo te diré que no eres la única. En dos días te vas a Aspen junto con Webber y tu mecánico.

Dejó caer el control y el miedo se apoderó de su cuerpo.

Sólo había dos maneras de poder a Sam. Una, era tocando a su tesoro más preciado, Dawn. La otra era tocando a uno de sus preferidos.

Se puso de pie y se fue a la cocina por un vaso con agua.

Durante ese corto camino se sintió mareada.

Por que?

Esa era la pregunta que la atormentaba desde que salió del hospital

Por qué? Era necesario llegar a esto?

Por qué huir?

Pero no estaba sola.

En medio de todo este huracán de pensamientos, el miedo y la ansiedad se adueñaron de su cuerpo haciendo que su pulso se acelere y que el vaso que tenía en la mano se le caiga haciéndose pedazos contra el suelo.

Luego vio todo borroso y escuchó el grito de su madre antes de que la oscuridad la arrastrara de nuevo.

- No estoy sola.- es lo último que susurró.

***


- Estaba en su cuarto acomodando su ropa hasta que escuché el ruido del vaso rompiendose.- explicó su madre al doctor.

Estaba en su casa, acostada en el sillón, con una mantita.

- Brooke...- el doctor se sentó a su lado - Has sentido dolor o algo por el estilo? Una incomodidad?-

Beatrice la miraba de pie.

Se la veía preocupada.

Brooke negó.

- Esta bien.- sentenció el doctor.

Mientras este le daba instrucciones a Beatrice, Brooke, llegó a la conclusión de que Aspen era lo mejor.

Que otro muerda el polvo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora