Se encontraban en un hotel de Indianapolis, a las 23:10 hs.- Por otro envío sin complicaciones.- dijo Dereck levantando su botella de cerveza a modo de brindis.
Brooke elevó la suya y las chocaron.
Estaban en la cama.
Ella acostada boca abajo y con los pies en en donde está la almohada, y el sentado en el piso con las espalda apoyada sobre la cama. Junto a ella.
- No debería... tengo poca tolerancia.- dijo Brooke señalando a la pequeña botella de vidrio que tenía entre las manos.
Dereck soltó una carcajada.
- Vamos. Te la mereces.- la alentó.
- Por que eres tan optimista?- pregunto ella.
Era una pregunta que le venía rondando la cabeza todo el día.
Dereck le respondió que porque ella era demasiado gruñona.
- No soy gruñona!- se defendió.
- Si, como digas...- dijo Dereck levantandose.
Brooke se puso de pie para ir al baño.
Se quito el pantalón y el sostén para dormir más cómoda. Luego se cepillo los dientes y salió.
El chico estaba acostado, tapado hasta la cintura y llevaba la remera puesta.
Brooke se apoyo en el marco de la puerta del baño.
- Admirando las vistas jefa?- pregunto este cuando noto su presencia.
Brooke resopló.
- Cuantas veces tengo que decirte que no me llames así?- pregunto cruzandose de brazos a la altura del pecho.
- Soy muy olvidadizo.- responde - O tengo que comprarme audífonos?- puso cara de estar pensando.
- Entonces tengo a un anciano trabajando conmigo. Que mal... tendré que pedirle a Sam que me cambie el compañero.- dijo Brooke con fingida decepción.
Dereck se sentó en la cama.
- Ah si... Y yo que creí que las arrugas en el cuerpo eran sexys.- dice el chico quitándose la remera para comprobarlo.
Y Brooke no pudo quedar más sorprendida.
Si bien lo había visto desnudo, no lo había sido con la luz prendida. Y pensó en lo tonta que había sido.
Dereck presumía un cuerpo bien trabajado y sin ninguna marca de cicatriz o tatuaje.
No era una masa muscular voluptuosa pero estaba muy bien para ella.
- Cierra la boca Brooke, te va a doler la mandíbula.- se burló Dereck.
Brooke tartamudeo y la cerró.
- Te gustó el anciano?- pregunta mientras se vuelve a poner la camisa y se acuesta con ambas manos atras de la nuca.
Idiota... pensó Brooke.
Pero sonrió. No podía ocultarlo.
- Puedo pedir a Chase.- comento.
Dereck pareció incrédulo y ofendido.
- El rubio? Por favor, cualquiera es mejor que esa Barbie. Además no te agrada.-
- Quien lo dice?- pregunta ella mientras se acuesta a su lado.
Como no tenían mucho dinero encima, optaron por un cuarto para los dos.
- Tu cara cada vez que lo ves.- contesto Dereck. Sonrió y se acomodo mejor para que Brooke quepa.
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Que otro muerda el polvo.
Aksi"Que otro muerda el polvo" eso es lo que Brooke Miller se repetía todo el tiempo. Pero no, a veces, repetirtelo, no es suficiente. 🚨QUEDA PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA HISTORIA🚨 Portada gracias a @RoseWest8