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- Nuevo cliente! - exclamó Sam.

Brooke puso los ojos en blanco.

Se encontraba en una especie de oficina oculta en algún lugar del sur de Nueva York.

Ya hacia tres días que se había ido de Albuquerque.

Tres días del que no tenía noticias de Debby, ni de Fred y mucho menos de Andrew.

Extrañaba mucho a Andrew. Extrañaba que llame a "Boo" cada vez que la veía.

Extrañaba las comidas de Debby y como la regañaba por malcriar a su hijo. O cuando le curaba alguna herida y mientras tanto le recitaba un sermón del por que no debía hacer eso.

A Fred entusiasmado con su auto y como llegaba del taller.

Y ser la niñera de Andrew mientras salían por allí.

Extrañaba el amor de la familia Green.

- Entendieron?- la pregunta de Sam la sobresalto.

- Si.- respondieron todos a coro.

- Brooke, estas de acuerdo con la ruta?- pregunto está vez dirigiéndose a ella.

No supo que contestar.

- Yo... ah... Yo...-

- Estamos de acuerdo Sam.- respondió Dereck por ella.

Sam asintió y se fue junto con Dawn.

- Quieres concentrate?- le pregunto Dereck con los dientes apretados.

Brooke se sonrojo.

Se sentía como una niña que atraparon con las manos en la masa.

Últimamente se sentía diminuta ante todos.

- Lo lamento. No puedo con...-

- Pues concentrate. Nos dieron la Interestatal 70. Nos vamos a Indianapolis.- le explico su copiloto.

Brooke asintió y se dejó caer en la silla giratoria.

***

- Ya estamos... Si, ella está bien...- escuchó que decía Dereck a través de su teléfono.

Iba conduciendo por la Interestatal 70 cerca de Columbus, Ohio.

Dereck había recibido una llamada de Dawn.

- Estamos en Ohio. Te llamaremos pronto... adiós.- y colgó.

Brooke lo miro por un segundo para luego volver la vista a la carretera.

- Puedo poner música?- pregunto Dereck.

Brooke asintió.

El se acerco la mano al estéreo y lo encendió.

La locutora de la radio estaba dando el clima.

- Me explicas un poco más de lo que tenemos que hacer?- pregunto con la vista al frente.

Escuchó la risa de Dereck.

- Qué esta pasando en esa cabeza tuya que estas tan despistada?- pregunto Dereck.

Soltó el aire.

- Tengo asuntos en casa.- respondió emcojiendose de hombros.

- No te creo del todo. Vamos... somos compañeros del crimen. Dimelo.- la alentó el muchacho.

Que otro muerda el polvo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora