18

19 4 0
                                    


Apenas tocaron tierra en Albuquerque se dedicaron a buscar algo que les diga donde está el resto de la familia Green.

Pero la suerte no quiso acompañarlos.

No encontraron nada y cuando llegaron a las diez horas de búsqueda recibieron una llamada de Sam.

- NO PUEDES SEGUIR UNA PUTA ORDEN!- gritó su jefe del otro lado de la línea.

Brooke le contestó que no había porque preocuparse.

Además... Como se había enterado?

No se lo preguntó para no seguir echando leña al fuego.

- VENGAN A NUEVA YORK! ES UNA ORDEN!- y cortó.

Brooke soltó un suspiro y se dirigió a sus compañeros que estaban sentados en el sofá de la sala.

- Sam quiere vernos en Nueva York. Is ini ordin.- dijo esto último con la voz más chillona.

Fred rió.

En ese instante, Brooke, sintió algo en el pecho.

Hace mucho que no lo escuchaba reír. Y que haya sido ella quien lo había ocasionado, le daba esperanzas.

- Nos va a volar los sesos.- comentó Dereck. Con la cabeza apoyada en sus manos.

***

Tal como había dicho Dereck, Sam, no estaba para nada gustoso de verlos.

Les gritó más de mil millones de razones por las cuales no debieron venir.

- No iba dejar que mi familia se esté pudriendo en algún lugar mientras yo seguía en Londres sin hacer nada!- le gritó Fred. Ya estaba arto.

- Ese no es tu jodido problema! Yo te estoy haciendo el favor! No sólo es tu familia, tambien lo es mi esposa!- le gritó Sam.

Los siguientes minutos se la pasaron discutiendo.

Gritando sus razones y por lo visto todo era una "mierda", "puto" o "jodido".

Dereck y ella los miraban como un juego de tenis.

De un lado a otro.

***

Esa misma noche Brooke no podía dormir.

Se acomodo por milésima vez en la cama... y nada.

La cabeza le funcionaba a mil por hora a pesar de que no haber dormido nada.

El miedo y la ansiedad por fin la habían ganado.

Se quedó mirando hacia el techo con las manos en el pecho.

Pensaba en Andrew. En como debe de estar.

Era un bebe. Un bebe que no tenía nada que ver en toda esta mierda.

Y también pensó en Debby.

Como debe de estar explicando todo esto a Andrew.

Un sollozo se le escapó al pensar de que le debe de decir que todo es culpa de su tia Boo.

Andrew ya no la miraría con los mismos ojos.

La rechazaría y eso era peor que el rechazo de Debby.

Pensó en Fred y eso la hizo temblar para darle paso a un mar de lagrimas.

Que otro muerda el polvo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora