Reunión parte 1

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La mente de Daira se sentía confundida, había visto una ilusión o eso creía, pero lo malo era que parecía tan real, incluso más que otras veces, como cuando le pareció verla en el centro comercial o en su día de campo con sus padres, pero ahora la había visto frente a varios semidioses.

¿Creerían que estaba loca por decir el nombre de alguien y luego desmayarse?

Claro que sabía que se había desmayado, ser hija de Apolo le permitía hacer un diagnóstico de lo que había pasado.

Cuando logró poner su mente en "orden" se dio cuenta que estaba echada encima de césped.

Genial - pensó - ahora sí sueño

Se sentó y pudo divisar que estaba en una especie de pradera, árboles se alzaban a la distancia, el sol estaba en lo alto marcando el medio día.

¿Te encuentras bien? - escuchó una voz femenina que reconocería donde sea

¡Tú! - exclamó cuando se volvió a verla - Xena

En realidad no Daira - dijo ella sorprendiéndola, siempre la llamaba Gabrielle - me llamo Graciela

La mamá de Nico - respondió la chica con reconocimiento

La hija del Olimpo sonrió con ternura ante lo mencionado - Es gratificante que alguien me llame por ese título, lo prefiero mil veces a los otros - gruñó arrugando levemente la nariz, lo que le pareció muy tierno a la rubia

Otros títulos - repitió la hija de Apolo parándose - ¡Claro! - chilló cuando ató cabos - Eres la hija perdida de Zeus

La cara de Graciela parecía haber adquirido una máscara, pero la casi imperceptible mueca que hicieron sus carnosos labios y la sorpresa en su mirada no habían pasado desapercibidos para ella en los breves segundos que estuvieron en su rostro.

Normalmente me dicen Hija de los Dioses o Hija del Olimpo - respondió ella no queriendo preguntar porqué la llamó de esa forma para no convocar a la ira del Dios - pero básicamente sí, soy la misma

Entonces porqué - preguntó ella antes de quedarse sin aliento por la sonrisa torcida que le dedicó la otra chica, sí que se parecía a su hermano, pensó

¿Por qué me parezco a la chica con la que has estado soñando? - preguntó de una manera traviesa disfrutando ver la expresión de confusión en el rostro de la hija de Apolo que asintió sin poder decir una palabra - Dejame ayudarte con eso, tenemos mucho de lo que hablar

¿Por qué no despierta? - exigió saber Ares al hijo de Apolo

Dejarlo en paz Ares - gruñó Hércules, su medio hermano lo estaba sacando de sus casillas - ya te dije que no se le puede desconcentrar en esto

Y tú cómo puedes saberlo - mascullo el ex dios irritado por la falta de preocupación del hijo de su padre.

Graciela había dejado a la reencarnación de Gabrielle en el sofá y luego arrodillado a su lado para poner sus manos en la cabeza de la chica sin decir una palabra, desde ese momento ella había cerrado los ojos, lo cual ya iban a ser 40 minutos desde ese momento.

Ella me dijo que nadie la moviera o llamara - dijo Hércules masajeandose sus sienes, su hermano de verdad lo estaba estresando - y antes de que sigas con tu mal humor, ella me lo dijo telepáticamente

Ares siguió gruñendo cruzándose de brazos y sentándose en un sofá cercano a la princesa, su princesa, habían pasado meses desde la última vez que la vio, al menos a ella y no a esa copia de metal que había hecho su hermano; su bronceado no había cambiado, sus labios seguían siendo rojos y muy tentadores, su cuerpo sí había cambiado, sus piernas estaban más definidas, su pecho parecía haber aumentado, y su armadura los hacía ver tan tentadores que deseó poder estar solo con ella, quería tenerla contra él con sus piernas rodeándolo mientras la acariciaba suavemente....¡¿Qué?! Quiso decir duramente, sí eso.

La Espada Robada de la Guerra  (LRX #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora