Reunión de hermanos....Eso no salió bien

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No insistas Daira - volví a repetir

Antes de subir al barco, Daira me apartó porque quería hablar conmigo, en realidad quería pelear conmigo.

Dejame ir contigo, tengo que ir contigo - volvió a insistir

¡Ya basta Daira no vas a ir conmigo y punto! - grité exasperada

¿Porqué no puedo?, tengo que ir, tú me necesitas, yo te necesito, necesito ir contigo, llevame contigo por favor - pidió de nuevo - este no es mi lugar, mi lugar es a tu lado

Tu lugar es aquí donde puedas estar a salvo, donde yo sepa que tú estás salvo - la cogí por los hombros intentando que entre en razón - yo no podría pelear si sé que tú vas estar en peligro, por favor entiende, entiéndeme

Sé defenderme sola - se safo de mi agarre y me miró molesta - sé usar el arco, el don de la profecía está intacto en mí y

Sabes escribir poemas - me burle sin poder evitarlo, no debí haber dicho eso, menos en el tono que usé, lo supe en su mirada y cuando sentí una opresión en mi pecho - Mira, también domino el don de la profecía, y no soy la única con sueños que irá a ese barco, estaremos bien

Quiero ayudarte - sus ojos azules se veían cristalinos, sus emociones me golpearon como el perfume francés de Afrodita, y supe que algo la preocupaba, ella estaba rota

Sentí mis emociones suavizarse, la irritación que tenía por su insistencia ya no estaba, me sentía preocupada, aterrada por lo que fuera que la tenía así, y había mucho de dónde escoger.

¿Qué te preocupa? - pregunté sin rodeos

Nada es solo que - se calló

No me vengas con que no es nada - la preocupación me estaba rebalsando al punto de escuchar las olas golpear el barco bruscamente - Si no fuera nada no tendríamos ésta conversación - seguía sin responderme, hasta me bajó la mirada - ¡Mierda! No me hagas ver en tu mente

La amenaza pareció traerla a la realidad, me miró con algo de temor y sorpresa, pero se recompuso para luego darme una mirada rota.

Si hubieras tenido ese poder, él hubiera seguido vivo - lágrimas empezaron a caer de su rostro

De quién estás hablando - sentía las emociones de Xena alterarse, mi corazón palpitaba fuerte, temía que la conversación tomara ese rumbo

Si yo la hubiera matado - sollozó - Hubieras pasado tiempo con tu hijo, él hubiera tenido una familia, una vida, pero yo se la arrebaté al proteger a mi hija

Me tomó un rato poder responder.

Una voz en mi mente gritaba: Sí, ella es la culpable, matala, matala

Hasta Xena se sentía tentada a hacerlo, no me había dado cuenta en qué momento mi mano estaba sujetando mi Chakram hasta que de la presión me hice un corte con él, la sangre que brotaba me devolvió a la realidad; Daira llorando culpándose, pidiéndome perdón, que ella debió escuchar y saber que esa niña en realidad era un monstruo.

No fue tu culpa - mi voz estaba temblando - ella lo mató no tú

Su sangre está en mis manos desde el momento en que te engañé y la salvé - habló llorando, sentía su arrepentimiento, su temor, su dolor

Matala - volvió a susurrar una voz en mi mente - matala, ella la salvó, es su culpa

No - grité en mi cabeza

Si la hubieras matado él estaría vivo - insistió - matala, matala

Sus acciones fueron solo de ella - le dije volviéndola a coger de los hombros, no me importó la sangre de mi mano, sentí a Xena tomando cierto control de mí - No podemos tomar partido en las decisiones de nuestros hijos, y ella era tu hija

La Espada Robada de la Guerra  (LRX #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora