08.

1.9K 211 11
                                    

•Huir.

Hatsu se sentía totalmente indignada con la actitud de su amigo. Después de que Kise la ignorara y se fuera, ella se fue a su casa en un estado de shock absoluto. Al llegar casi monta una rabieta solo porque su hermano le preguntó que le sucedió. Él había sospechado de inmediato que Kise tenía algo que ver con la actitud insoportable de su hermana. Hizo el esfuerzo de guardarse sus inquietudes al respecto, o pronto saldría el dicho la curiosidad mató al hermano.

Esto parece una crisis matrimonial— Naota salió del cuarto de su hermana dejándola sola.

Realmente Hatsu se encontraba temerosa. No recordaba nunca haber tenido un problema parecido con Kise. Algunas veces solía actuar "enojada" con él, solo para que la consintiera. El modelo la tomaba de las manos y jugaba con sus dedos, terminando con un beso en la frente.

«Hace cuanto tiempo que no me da uno...», pensó, antes de suspirar y tirarse de espaldas en su cama. Tocó su frente, y cerró los ojos deseando que el rubio estuviera cerca, «Pero te dejó sola hoy».

Sus pensamientos le había recordado lo que hizo Kise hace un rato atrás. Por más que le gustara, le parecía una completa falta de respeto que él se hubiera marchado sin decir adiós y dejándola con la palabra en la boca. Esta vez ella no tenía que disculparse, el error fue de Kise. «Además supuestamente soy su amiga, él debiera tener una mínima confianza en mí, para decirme que es lo que le molestó, en vez de estar ignorándome».

Se intentaba convencer que no tenía la culpa, y aunque tuviera los argumentos suficientes, su mente insistía que debía hacer algo. «No es que le esté dando toda la carga, yo estaré dispuesta a arreglar las cosas si él lo desea. No puedo estar insistiéndole si quiere estar a mi lado». Se fue a duchar y el contacto del agua con su cuerpo le ayudó a despejar su mente. Luego de ponerse el pijama, se arropó y casi cayendo dormida, lo ultimo que pensó es que las cosas mejoraran para el día siguiente.

Se llevó una gran decepción al ver que Kise seguía huyendo de ella. Intentó ignorar la presión que se acumulaba en su pecho. Por lo menos Kiyoko estuvo a su lado, le animaba y hacia ver ante los ojos de los demás que no estaba tan afectada por estar lejos del modelo. Los estudiantes de Kaijō ya se daban cuenta de que algo sucedió entre ellos dos. Ambos eran el tema de conversación de muchos en los recesos. A Hatsu le dolía verlo tan bien, como si ella siempre hubiese sobrado en su vida.

Su celular vibro, lo saco disimuladamente, puesto que estaba en clases, para ver de quién trataba, y era Kise. Le había enviado: "ven a la azotea. Empezaré ayudar con tu proyecto de artes". Se le corto la respiración al leerlo; primero, porque le hablo indirectamente, y segundo, era consciente que no le gustaría lo que iba a ver.

Salió de clases con un revoltijo de emociones que la carcomían por dentro. Subió las escaleras lentamente hasta llegar a la azotea y lo vio. Él también pareció notarla, porque le guiñó el ojo como muestra de complicidad cuando abrazo a Nogi, su compañera. Hatsu supo que debía sacar su teléfono para tomar una fotografía, respiró profundamente para aguantar sus celos. Puso la cámara de su celular, enfocó la imagen y sacó la foto justo cuando Kise había besado a Nogi.

Hatsu bajó lentamente el celular, y nuevamente el modelo la miró guiñándole el ojo. Esto fue el punto culminante para ella. Nunca la había tratado con esa actitud tan frívola, su mirada le hacía recordar cuando él jugaba sus partidos. Finalmente ella movió sus labios diciendo un "gracias" sarcástico, y se fue intentando aparentar calma. El rubio la observo en todo momento.

Hatsu no se presentó en su taller, ni espero a Kise a que terminara su práctica como siempre lo hizo.

Porque huyó.



(...)



Llegó a la casa de Kiyoko. La lluvia seguía y bajó de ella, la chica golpeaba la puerta. Su amiga salió rápidamente; por primera vez mostró un rostro de tristeza hacia la peli-negra.

La invito a pasar con un gesto, cuando la obedeció, la abrazo y Hatsu cayó lentamente hasta quedar de rodillas por lo que ambas terminaron en el suelo.— Ya no aguanto más Kiyo-san. Es mucho para mí, no sé que me pasó por la cabeza cuando pensé que acercándome como amiga se iba a enamorar de mí— empezó a llorar en los brazos de la castaña. Esta última se sintió culpable, era ella quien insistía siempre en la confesión.— Somos muy diferentes. Y no lloro porque beso a Nogi — explicó, sorprendiendo a Kiyoko con tal dato—. Solo es agotador tener que aguantar.— apenas se podía entender lo que la chica decía.

—¿Qué sucedió?

A la castaña no le importaba quedar mojada por culpa de su amiga, eso quedaba en segundo plano. Ahora su prioridad era abrazar y escuchar.

—¿Te acuerdas que te comenté del mensaje de Kise?— Kiyoko asintió—. Cuando llegue estaba abrazándose con Nogi y luego la abrazó.eso me dolió hasta los ovarios, el hígado y el corazón. Pero a la vez estoy tan enojada.

El teléfono empezó a sonar. La castaña dio una ligera mirada, al celular que se encontraba en el suelo gracias a la caída. Era Ryōta. Sonó varias veces, hasta que Hatsu se aburrió y lo apagó.

—Entonces... ¿qué harás?— pregunto al no tener nada que aconsejar. Le faltaba leer más Shojo.

—Nada—se encogió los hombros—. El tema es que Kise parece ser quien no quiere esta amistad. Soy su amiga, corrección, mejor amiga, pero últimamente solo me ha dado razones para dejar de serlo. Por el momento, solo voy a olvidar mis sentimientos y avanzar, como siempre.

—Ya veo. Suerte con eso.

[

N/A: Faltan dos capítulos más:(

]

Besos en la frente || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora