10.

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•Expresar.

Hatsu tuvo que dibujar y pintar la fotografía que le había sacado a su amigo con su conquista. Sinceramente, ella lamentaba su actitud, pero debía cumplir con su proyecto. Tenía que realizarlo si o sí, porque esto le ayudaría en su portafolio para la universidad. De todas maneras quemaría la fotografía después de terminar. Kise había intentado hablarle toda la mañana, pero ella se las ingenió para evitarlo cada vez que intentó acercarse. Por otro lado, Shima aún no le comentaba a Hatsu la pequeña charla por teléfono.

El profesor se acercó y la felicito por como le estaba quedando, para luego, decirle en lo que estaba fallando y podía mejorar.

—Podrías agregarlo un poco más de colores cálidos...— hizo una pausa al enfocarse en el rostro del chico— ¿Él no es el jugador de básquetbol?, ya sabes, el de la Generación de los Milagros.

—Sí, el mismo. Me está ayudando con el proyecto, ya que es mi amigo.

—¡Entonces por eso te vino a buscar ayer!— ahora Hatsu le presto más atención — ¿Pudieron hablar? Parecía bastante preocupado.

—Etto... No, no me lo he encontrado hoy— mentirosa, si no lo evitarás.

—Bueno, sólo espero que no sea nada grave.

Ahora se arrepentía de haberlo evitado, porque ahora la curiosidad de saber porqué la buscaba, la estaba matando. Las clases del taller había terminado, guardó sus cosas, limpio los pinceles, dejó su trabajo en el atril, porque no creía que iba avanzar en su casa. Se despidió de todos, y al salir, quiso volver de inmediato.

Apoyado en la pared del pasillo estaba Kise, con su uniforme de básquetbol, sudado como si hubiese corrido por las escaleras de la escuela para alcanzarla. No sabía qué hacer Hatsu, entró en pánico, y en cuento Kise la miró, salió corriendo, y pudo sentir cómo él la seguía.

—¡Hatsucchi! ¡Espera un momento! ¡Por favor!

Le alcanzó y tomo su brazo para detenerla, le dio la vuelta y por fin sus ojos se encontraron. Habían llegado hasta la afueras de Kaijō. Estuvieron en silencio, pero sus miradas no. Era imposible encontrar las palabras adecuadas para empezar o expresarse, para ambos. Todo dependía de las palabras que se iban a decir ahora, porque definiría que pasaría con ellos.

Hastcchi ¿No tienes frío?— le dijo cuando tomó sus manos y las acaricio un momento— Tus manos estas un poco frías— se sacó su chaqueta del uniforme de Kaijō y la colocó en los hombros de Hatsu, y volvió a juntar sus manos—. Ahora está mucho mejor— río un poco a causa de los nervios.

En el lugar corría mucho viento, y le desordenaban los cabellos de ambos, Hatsu agradeció mentalmente el gesto de Kise, sin embargo, no entendía el por qué seguían sus manos unidas. El modelo captó la mirada de la chica en la unión de sus manos, y río nuevamente, esta vez avergonzado.

Necesito que me des fuerza Hatsucchi, estoy a punto de hacer algo que durante mucho tiempo me ha dado miedo hacer— tomó aire y la miró directamente a los ojos— Tu eres la chica más genial que conozco, eres mi amiga y me encanta el hecho de que nos conozcamos mutuamente hasta considerarnos mejores amigos. Me encanta que me dejaras conocerte, porque antes de hacerlo, tú me gustabas como persona— Hatsu lo observó con sorpresa—. Lo sé, sonara raro, pero recuerdo observarte todos lo días cuando dibujabas o leías algo, hasta que accidentalmente te golpee con ese balón, y luego comenzamos a hablar hasta el punto de volvernos cercanos y de enamorarme completamente de ti. Pero en ese punto, empecé a sentir miedo, éramos y somos mejores amigos, y las dudas de que si no me querías como yo lo hago, empezaron hacerse más fuerte y constantes, y pensé que si no lo hacías te ibas alejar de mí y perderte— hizo una pausa y volvió a tomar más aire—. Entonces pensé, bueno, me conformaba con estar a tu lado y que podía guardar lo que siento y demostrarte solo el uno por ciento. Sin embargo, ya no lo aguanto más, Hatsucchi te quiero, te quiero demasiado.

Ella lo observaba y su boca se secó, no tenía palabras para lo que acababa de escuchar. Estaba a punto de pedirle a Kise que repitiera todo lo que acaba de decir para grabarlo en su celular. No noto cuando el chico deshizo el enlazó de sus manos, y colocó las suyas en su rostro acariciando sus mejillas, tan cerca como para besarse.

—No Kise— hizo una pausa, se separó y lo apunto con su dedo y él se congeló, sus miedos pareciera que se estaban haciendo realidad—. Yo no estoy para tus juegos, de esos que un día te quiero pero el otro tal vez no. Encuentro muy injusto que tú un día te beses con una chica, que quizás le gustes, y al otro vengas a mi diciéndome que me quieres ¿cómo planeas que crea tu confesión?— el modelo sonrió y se acercó más a ella acortando la distancia entre ambos, tomó sus manos entrelazándolas con las suyas—. Estoy muy enojada contigo Kise Ryōta, y el hecho que te confesaras con palabras tan lindas que me hacen sonrojar, y que yo también te quiera, no hace que se me pase el enojo— cerró los ojos muy fuerte al decir lo último, sentía su cara arder. Por fin se le confesó.

Pudo oír cómo Kise reía, y abrió un poco los ojos para verlo, <está sonrojado>, también sintió como él con su dedo pulgar le hacía cariño a sus manos.

Hatsucchi, te quiero demasiado— acortó aún más las distancias colocando sus frentes juntas.

—¡Hey!— se separó abruptamente— ¡Ya te lo dije! ¡Que nos queramos no significa que no siga enojada!— su sonrojo se intensificó—. ¡Y no te da el derecho de invadir mi espacio de esa manera! ¡Por último avísame para prepararme mentalmente!

Hatsucchi, te voy a dar un abrazo.

La nombrada no tuvo tiempo para procesarlo, ya tenía al modelo rodeándola cada vez más fuerte. Tomó un poco de tiempo que le correspondiera, pero finalmente, lo rodeó por el cuello.

Hatsucchi, te voy a dar un beso en la frente.

Se separó un poco de ella y le ordenó algunos mechones rebeldes que se encontraban en su cara, ante el tacto del modelo cerró los ojos. Pudo sentir como los labios de Kise rozándole su frente, pero se detuvo, y luego sintió sus labios sobre los de ella, luego, ambos se movieron sincronizados.

—Eso es trampa— Hatsu estaba sonriéndole, y Kise le encantó el brillo de sus ojos, <espero siempre ser yo el causante de eso>.

—Hatsucchi, te quiero demasiado.

—Yo también te quiero Kise.

Fin.

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N/A: Bueno espero que les gustará el final de esta historia😢😢😢  😢

Gracias por leer💖
Ahora le sigue un aviso 👀👀
Publicaré una historia con Midorima🙈🙈🙈

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Besos en la frente || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora