Bell Willims
A veces creemos que tenemos algo en la palma de nuestras manos pero lo que olvidamos es que en nuestros dedos ahí rendijas.
Quería gritar, romper las paredes de esta habitación a golpes. Pateo con fuerza la lapto que yace destrozada en el piso mis demonios empiezan a patear la puerta y mi loquera no contesta, pongo las manos en mi cabeza y grito fustrada.
- Pero que mierda esta pasando aquí- giro rápidamente mi cabeza al ver a Luke con los ojos desorbitados mirando con sorpresa la escena que se estaba montando. - ¡Willims háblama!
- La jodi en grande - suspiro fustrafo y me recuesto en el escritorio.
- ¿ Qué a pasado? - dice mirándome fijamente.
- Aris Me ha dicho que esta embarazada - el palidece.
- ¿Dime que no le has echo nada? - y lo miro incrédulo no podría lastimarla ¿o si?... supongo que ya lo eh echo recuerdo su cara cuando mencione esas palabras.
- Aunque quisiera al final del día no podría, esto es una mierda una verdadera mierda - bufo colérico- le eh dicho que podía deshacerme del problema y ella a enloquecido, debiste ver su cara lo eh jodido en grande. - Me siento molesto, como pude a ver sido tan idiota pero ella es muy pequeña para un bebe; seria como mi bebe cargando con mi otro bebe y no lo iba a permitir la quería y quería que ella experimentará más el mundo y un bebé no iba acorde a mi plan , además yo no estoy capacitado para ser un buen padre.
- Esto se jodio Willims - frota su cara - debes hablar con ella; por muy difícil que sea es un bebé y si decide tenerlo van a tener que hacer acuerdo para verse y esas mierdas.
Frunci el seño, ¿ hacer visitas? Yo no iba a permitir que Aris se alejará debía habla con ella.
- Debo ir a hablar con ella - tomó mis llaves que se encuentran en la mesa junto uno de los jarones que rompí.
- Iré contigo. - el camino a casa de Peyton es tan silencioso como lo es el viento que rompe en la madrugada.
Toco el timbre dos veces, siento como mi corazón martillando contra mi pecho y suelto un suspiró en el momento en que la puerta es abierta mostrándome a Peyton muy molesta o eso creo ya que mi cara giró con fuerza. Me había abofeteado.
- ¡Maldito cerdo misogeno! - mira sobre mi hombro a ver a mi acompañantr y empieza a despotricar contra el género masculino - Todos son malditamente iguales, nos dicen cosas hermosas y maravillosas hasta tenernos en sus camas y luego del gran revolcon si nos embarazamos ya no somos útiles, maten al niño y nuestros sentimientos y que venga la siguiente en lista! - mi quijada cayó y asumo que la de Luke estábamos estupefactos.
Peyton realmente estaba molesta y no sólo por Aris o quizás la quería tanto como para defender la de esta manera, no lo sé y no pude seguir pensando por que vi a mi pequeña salir con la nariz roja y los ojos hinchados.
- ¿ Qué crees que haces aquí? - dice mirándome fríamente.
- tenemos que hablar - nos miramos fijamente y Aris le hace una señal a Pey la cual se retira llevándose a Luke con ella.
Nos quedamos mudos, en un silencio incómodo el cual decido terminar.
- Lo lamento - cierro los ojos para tener la fuerza que se necesita para empujar a la oscuridad a la luz- lamento tanto todo lo que dije fui un imbécil y lo lamento, jamás debi haber dicho eso o peor aún comportarme como lo hice.
- Pero lo hiciste - suelta amargamente y veo como empieza a temblar cruzando los brazos.
- Pequeña me volvió loco que mi bebé tenga otro, yo perdí los estribos - Me acerco hasta ella tomando su cintura con mis manos, ella intenta alejarse pero yo la sostengo fuerte - Princesa me siento aterrado con esto, pero voy a ser firme y no te dejare sola juro que amaré ese bebe con todo mi ser y te apoyaré e iré a esas putadas de ejercicios de embarazadas pero no te alejes yo... - suspiró esto era lo más sincero que había dicho en mi vida.
- Espero no continúes - ella esta sumamente afligida, lo veo en sus ojos y me quiero golpear por volverla a ser sufrir - fui a realizarme los análisis dieron negativo, felicidades eres libre - su voz se quiebra, ella empieza a llorar con fuerza y cubre su cara con sus manos.
Me congeló por un momento, mierda si no hay bebé por que tengo un mal sabor de boca, ¿Me había empezado hacer a la idea de tener un bebé? Si.
La abrazo y ella hunde su cara en mi cuello y la escucho sollozar.
- Esta bien pequeña, todo estará bien - pero siento que ella niega con la cabeza. - estamos juntos saldremos adelante.
- No, yo Willims - ¿Willims? Ella solo me dice Willims si Bell cuando está molesta - Yo quiero tiempo, esto necesita tiempo - susurra en mi cuello y yo me apartó. Ella quería terminar.
- ¿Estas terminando conmigo? - la miro incrédulo - ¿Estas hablando en serio? - una chispa de cólera se encendía en mi interior.
- No es eso, solo creo que necesitamos respirar un poco esto nos a sobrepasado incluso herido. - ella mira el piso.
- Me eh disculpado, incluso me abrí a ti y te ofrecí mi apoyo y resulta que quieres un jodido tiempo! - empiezo a elevar la voz, los demonios empiezan a patear la puerta - QUE MIERDA QUIERES DE MI! Voy a terapia por ti, mato al diablo por ti y tu quieres tiempo.
Estoy furioso es oficial.
- Solo es tiempo - las lágrimas caen por sus mejillas - siento que será bueno para ambos, ambos tenemos cosas que arreglar en nuestro interior - si algo era seguro era que esto no era bueno para mi.
- Para quién para ti? Como es que tu quieres separarte y yo quiero pasar todo el día a tu lado - Me odie por mostrarme débil. - DIME COMO -GRITE
Pero ella estaba tan roja que empezaba a creer que sus lágrimas la estaban ahogando pero yo estaba muy herido como para consolar a mi niña.
- Como sea, quizás cuando quieras volver yo ya no estaré.
Me di la vuelta y lo último que recuerda es el sollozo que se grabó en mi corazón.
Lamento la demora, lee todo lo que me escriben... ustedes me alegran el día los amo♡
Sorry a los que odian la casa de Bell jajajaja era la única que estaba con un trágico bosque.
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El extraño posesivo
Mystery / ThrillerEn Port Coquitlam lo único interesante que pasaba era los cambios de estacion y uno que otro escandalo de infidelidad del señor Samuels a su esposa y vaya que eso entretenia al pueblo, hasta que llego el. y la ola de asesinatos que lo rodeo. - no d...