En Port Coquitlam lo único interesante que pasaba era los cambios de estacion y uno que otro escandalo de infidelidad del señor Samuels a su esposa y vaya que eso entretenia al pueblo, hasta que llego el.
y la ola de asesinatos que lo rodeo.
- no d...
Todos hemos conocido a alguien quien no vale lo que duele.
El cielo sentía tu ausencia o eso creía últimamente todo es gris, empezaba a odiar los odiosos cambios climáticos en Port Coquitlam, dos semanas de aquella pelea, en la que yo quería un respiro pero el asumió que necesitaba soledad. En dos semana lo había visto tan solo tres veces.
No tenía idea a donde iba o si asistía a clases lo cual dudo ya que nunca estaba cuando teníamos juntos, generalmente nos evitabamos. Peyton me dijo que no pensará en el, que necesitábamos tiempo, Luke solo me miraba a la distancia como si supiera algo que yo no y Georgina se paseaba feliz y dichosa con su sonrisa "sabía que no duraría".
Veo el asiento que usualmente ocupaba ahora vacío y no puedo evitar preguntarme ¿donde esta? Irá aun a terapia. Sacudo mi cabeza cuando la Sra Perry golpea su escritorio con el borrador.
- Espero no hayan echo planes este fin de semana - Dice son una sonrisa que me hace sentir pánico, ella jamás nos sonríe y vemos como levanta lo que parecen unos folletos o algo por ese estilo, veo como sostiene con firmeza los papeles y lleva las uñas pintadas de rojo - Estos son 200 ejercicios de la física más básica- pero yo se que serán todo menos faciles. Todos se empiezan a quejar y ella agrega - para que no anden murmurando que soy una maldita bruja podrán tener un compañero, la elección será a voluntad suya.
Golpeó mi cabeza con el escritorio, demonios yo no podía recordar ni las leyes, entonces escucho como un chico exclama sarcásticamente "wow no se vaya a pasar de generosa" y automáticamente todo la clase lo voltea a ver, es un chico languiducho de lentes y algo pálido.
- Bueno señor Lanfret usted tendrá 50 adicionales como recompensa, ahora ya tiene motivo suficiente para hablar - dice mirándolo de mala manera y veo como iba a responder - si habré la boca serán otros cincuenta - el rápidamente la cerro y gruñó entre dientes.
Demonios que voy a hacer yo, miro a los lados y veo como todos empiezan a tomar a sus parejas incluso nick o Luke, muerdo mi labio. Bell no estaba para ayudarme, suspiro supongo que le podría pedir ayuda a Thomas pero recuerdo que va a un curso menos y gruñó pero de repente alguien toca mi hombro. Bruce.
- hola - sonríe algo nervioso - no se si ya tienes pareja pero si no... podrías ser ya sabes - señala sus asuntos y yo asiento muchas veces con la cabeza aliviada.
- ¡Por supuesto! - exclamé emocionada, pero luego recordé mis falencias - Bueno, en realidad no soy buena, nada buena - vi como me miraba interrogante - no se de física- dije al fin y el río, y río de una manera que me resultó armonica.
- No ahí problema pequeña yo te enseñaré- Me dijo sonriente y continuo hablando - que te parece si nos mañana nos reunimos, hoy es el cumpleaños de mi abuela e iremos a una barbacoa si deseas podrías ir.
Una corriente sacudió mi cuerpo cuando escuche la forma en la que me había llamado "pequeña" nadie me había llamado así desde... sacudo mi cabeza al darme cuenta hacia donde van mis pensamientos.
- Es muy amable de tu parte invitarme pero eh quedado con Pey, ¿Esta bien mañana a las 4 en mi casa? - Lo veo poner una mano en su mentón y luego darme una gran sonrisa.
- Es perfecto, llevare helado - asiento con una gran sonrisa y escucho el timbre, me apresuró a recoger mis cosas.
Empecé a caminar llena de pensamientos turbios, es normal querer correr atrás del idiota que nos lástima, sabemos en el fondo que el no nos valora pero una palabra de el nos haría correr de nuevo a sus brazos. Escucho un claxon.
- Aris parece que habrá mal clima, ven déjame llevarte a casa - Bruce me abrió la puerta, mordí mi labio ¿ era buena idea dejar que Bruce el mujeriego del instituto me lleve a casa? Mire el cielo y estaba oscuro, además empezaba a hacer frío y no había traído abrigo y sin pensarlo acepte.
El viaje a casa fue tranquilo, hablamos de banalidades. Bruce no era el idiota que aparentaba.
*
Se que de todos los lugares en los que podría estar no debería estar parada en esta entrada, pero debía regresar le todo lo que me había dado, se lo debía a mi orgullo herido cuando me dejo ahí sola llorando o era mi lado masoquista que quisiera verlo aunque eso me mataré.
No pude resistir todos los pensamientos que me invadieron en estas últimas horas luego de que Bruce me dejara en casa, quise realmente quise arrancarmelo de la cabeza pero su rostro, su voz , su aroma todo volvía y sentía una gran incertidumbre por saber donde se encontraba , muy en el fondo se que esta es solo una excusa para verlo y romperme un poquito más el corazón
Toque tres veces la puerta pero nadie abrió, mire el cielo y me llene de valor para entrar . Si nadie me vería esto sería más sencillo me dije. llegue hasta el gran pasillo, mire a mi alrededor pero nadie se encontraba eh ingrese a la habitación.
Abrí la caja que me había dado con el vestido, ahí se encontraba todos mis recuerdos de el, ingrese las llaves de la casa a la caja y puse una nota sobre esta.
《Todo en la vida tiene un ciclo, supongo que este fue el nuestro por favor cuídate y se feliz》
Suspiré, solo mi libreta a la cual ya le había arrancado 10 hojas sabe cuanto me costó escribir esa nota. Mire por última vez la habitación, olía a el, fui hasta su armario y no pude resistir ponerme uno de sus abrigos, me dieron unas inmensas ganas de llevarlo conmigo pero no podía, estaba devolviendo todo y de repente vi reflejada en el espejo el collar en mi cuello con el pequeño corazón.
Lleve mis manos a mi cuello para sacarlo pero no pude, eso significaba tanto para mi y me odie por ser tan débil, abrace su abrigo deseando en secreto que el viniera por mi, pero no lo hizo y supongo que esa era una señal quizás yo no era la indicada y una tormenta de celos de inundó al imaginarme a otra usando sus abrigos, otra la cual le robaría suspiros. Cierro los ojos con fuerza sintiéndome mareada con mis propios pensamientos y los abro al oír la puerta.
La sangre se me congeló en cuanto vi a una mujer de tez blanca de cabello claro parada mirando la caja que deje en una pequeña mesita cerca de la puerta, demonios lee mi nota y quiero esconderme ¿Quién es esa mujer? Iba a esconderme pero alza la mirada en impacta directo con mi rostro escaneando mi vestimenta palidezco. Traía el abrigo, me lo saco como si quemara y lo pongo donde lo encontre en el armario.
- Disculpa ¿que haces aquí ? - puedo ver como me mira interrogante y camino hacia ella, pone sus manos a un costado y sus gestos son dignos de alguien de la realeza.
- Disculpe la intromisión, solo venía a dejar algo - ella me mira y luego de regreso a la caja alzando una ceja
- ¿Y tu eres ? - me pregunta su tono es algo preopotente. es tan bella que me hace querer fantasíar con llegar así a mi madurez.
- Aris Collins- extiendo mi mano pero ella se limita a verla y la bajo apenada.
- Isobell Vanderwaal la madre de Bell.
De repente sentí que la habitación se hacía más pequeña y sentí la necesidad de huir, esto era peor que encontrarme con el.
- Lo lamento debo irme - digo sin más y corro a la salida sin importarme que crea que soy una demente.
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