#27

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Bell

Dicen que cuando se pacta con el diablo, difícilmente se sale.

Me puse mi reloj y termine de abrochar mis pantalones, cuando escucho su voz.

- ¿No piensas quedarte Bell? - tomó mi celular y le envío un texto a Gregg que me recoja, me giro para encarar a la chica que esta desnuda en la cama.

- Lo lamento linda, las relaciones no me van - veo como ríe y sin pudor se quita la sábana mostrándome con descaro su cuerpo. Y lo primero que viene a mi mente es que Aris primero se envuelve con cinta de embalaje en la sábana antes de darme ese espectáculo. Ella es muy tímida aún.

- Es una lástima - se acerca y pone sus manos en mis hombros - pero supongo que puedo ser muy paciente contigo - susurra lo último y besa lentamente mi cuello. La tomo de las caderas y mi celular suena. Gregg.

Salgo de ahí directo al auto, escucho como ella se ríe y me susurra un "nos vemos luego".

La noche esta fría y mis demonios nunca se sintieron más reales como el día en que ella nunca llamo. Bajo un poco la ventanilla y enciendo un cigarro últimamente es lo único que hacía. Y como si el universo me odiara mi celular empieza a sonar en mis bolsillo, lo ignoro pero la persona al otro lado de la linea es persistente. Demonios, tomo mi celular y casi se me cae el cigarro al ver el nombre al otro lado.

Aris. Si leen bien el día que no llamo cambie el "pequeño búho" por Aris; como si así mágicamente pudiera salvarme del dolor en mi pecho.

Pero que se creía ella, nueve días después puede venirme a joder. Ella que jura que le arruine la vida pero cuando le digo que me marchó y la dejo en paz me hace a un lado y parece feliz con eso pero luego aparece como si nada, le di contra toda mi voluntad su libertad, la libre de la bestia por las putas. Vete al diablo. Pero ella no se da por vencida veo mi pantalla y tengo ya tres llamadas perdidas y una entrante, le doy una calada al cigarro y decido contestarle.

Inicio de llamada

- .... - No digo absolutamente nada, no quiero,ni tengo las fuerzas.

- Bell se que me estas escuchando, por favor, por favor, por favor te necesito - susurra y su susurro comparado con el de la chica que me he tirado  no posee la misma fuerza en mi y eso señores me derrumba las murallas - estoy en el horfanato Vanderwaal, debes venir cuanto antes - suena desesperada y eso hace que la furia se introduzca por mis poros.

- ¿ Qué a pasado? - Debo admitir que la intriga me mata y un millón de escenarios pasa por mi cabeza.

- Debes venir, ¿lo harás? - y ella lo duda, sonrió contra todo pronóstico y de pura ironia.

- estaré ahí en cuanto antes - y cuelgo.

Fin de llamada

- Gregg llevamos al aeropuerto. - el me mira con duda pero no hace ninguna pregunta.

Entro corriendo empapandome por la fuerte lluvia que estaba cayendo en Port Coquitlam, luego de llegar tome las llaves me mi range rover que tenía en casa y aceleró hasta el horfanato. Los horfanatos siempre me dieron grima y esta no es la excepción. Pero al estar dentro no sabia donde demonios se encontraba Aris y sobre todo ¿ Qué demonios hacia aquí a estas horas?

《¿Donde estas?》

Le envío y ella responde de inmediato.

El extraño posesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora