el ovidado #MiHistoriaNoTieneLecturas

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¡Hola de nuevo! ¡¿Cómo están?!... sí, la verdad no me importa, venía… vine… vengo a seguir con mi historia, y la verdad es que quiero hacer esto rápido porque muero de sueño. Por si se lo preguntan, qué yo sé que no, y de todos modos les diré, no he podido dormir bien estos días, y no, no es por Enqui, ya quisiera yo que fuera por eso, la verdad me enganché con una serie muy cool y pues...ahi ya se pueden imaginar lo demás.

Para no hacer esto más largo de lo que debería voy a intentar retomar donde me quedé… ahora… ¿En que me quede? ah, sí. Fuimos a buscar a zorro nieves y al cuervo, y resulta que todos sabían que él cuervo es adoptado menos yo, que mamada, a mi nunca me dicen nada.

Bueno, como sea, esa tarde, directo al aeropuerto con un montón de maletas, con rumbo a Salem, Massachusetts, la cuna de la brujería y los feminicidios masivos en la edad media, para el que no lo entiende eso es para mi como ir a Disneyland, aunque un viaje a Disneyland también me emocionaria, la verdad es que todos los viajes me emocionan. El vuelo fue lo de menos igual que el camino de ida, pero el hotel ¡el puto hotel! debo decir que él deprimo tiene muy buen gusto. Llegamos por la noche por lo que solo desempacamos y cenamos.

—Bueno, mañana iremos a su casa y veremos si encontramos algún indicio —Axel no podía aguantarse y tenia que arruinar la cena, tan bien que estaba siendo alimentado del plato de mi Enqui pero bueno no todo se puede en esta vida.

—¿Por lo menos sabes dónde vive? —sí, o sea, no íbamos a ir por ahí puerta por puerta a ver si lo conocían, o buscar en un directorio, aunque lo segundo podría funcionar, digo no creo que haya muchos “Seilyms” en Salem, si, a mi también me sonó gracioso… creo que eligió esta ciudad porque rima con su nombre.

—No, yo no lo sé, pero alguien aquí sí —el emo y yo miramos a Enqui como si le tocara a el ser la bruja.

—¿Qué?

—Tú eres su siervo, deberías saber dónde vive —Axel tenía razón en eso, lo admito, a veces el chico tiene sus momentos… a veces.

—Bueno, no es como que viva con él, ¿saben? nunca he ido a su casa, sé que vive en Salem porque él me lo ha dicho, pero solo eso —y justo como su hermano tenían sus momentos de lucidez, enqui a veces tenía sus momentos de pendejez, no dije nada solo agaché la cabeza por la pena ajena.

—Pero podríamos seguir algún rastro ¿no? —¿si les dije que la cena se arruinó? pues si, se jodio jodidisima.

—¿Que tal un directorio?  Si vive aquí debe tener registro o algo, no creo que existan muchos tipos con su nombre, ¿quién sería el loco que le llamaría Seilym a su hijo?

—¡El mocoso tiene razón! —me molesta mucho que me digan mocoso, pero lo dejaré pasar porque dijo que tengo razón.

—Bueno, yo no me siento en posición de cuestionar los gustos de la gente para con los nombres, hermano —sí, yo también lo hice, ese facepalm que todos hicieron, y me hubiera encantado que fuera una broma, pero no… ese es Enqui siendo Enqui, definitivamente.

—Me refiero a lo del directorio, podríamos buscarlo por internet o algo así —sí, Axel a veces me cae bien, muy de vez en cuando.

—¡Bien, pues ya está!, por ahora solo quiero terminar mi cena y dormir al lado de este vampiro —me estoy refiriendo a Enquiel obviamente, pero por si a alguien no le queda claro.

—Eres brillante, copito —Ok, si es un poco idiota, pero ¡demonios! es super lindo, y grande y fuerte, no me puedo quejar, en serio me salen corazones en los ojos cada que me besa es… ustedes saben.

El resto de la noche fue de ensueño, con mi oído pegado al enorme pecho de Enqui mientras hacía círculos imaginarios en su abdomen imaginando cómo sería nuestra primera vez. Y claro, el hecho de que Axel esté del otro lado no me importa mucho. Y no, no son dos cama, si, los tres dormimos juntos.

El rey negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora