Narra Luna.
Nina estaba muy triste porque Gastón terminó con ella por enviar la solicitud para Oxford, y porque su padre se marchó por un trabajo muy lejos de ella. Mi deber como su mejor amiga es animarla, así que decidí llevarla a comer comida china para distraerse un rato.
- Ay, Nina, no debes estar revolviendo tu comida, deberías comerlo.- le indiqué al notar que no había dado ni un bocado.
- No es fácil, Luna. No sabes lo que es que dos de las personas más importantes de tu vida se alejen casi al mismo tiempo.- dijo triste.
- Claro que sí sé, ¿recuerdas cuando me importaba el chico fresa y justo se fue a Italia? Además, yo tuve que dejar a mis amigos de México para mudarme aquí y... si no fuera poco, mis padres me abandonaron en un orfanato.- suspiré.
- Eso último no lo sabes con certeza, Sherlock. Pero si bien dejaste México, Simón, tu mejor amigo, vino por vos. Y en cuanto a Matteo, él ya te explicó que era para no hacerte daño al creer que se iría a Oxford a fin de año. Sacrificó sus emociones por vos para no darte ilusiones.
- Pero las ilusiones me las hizo igual, Nina. Y no tuvo el valor de arriesgarse por lo nuestro.
- Quizás tardó, pero al final sí, enfrentó a su papá, anda detrás de vos; y sos vos la que lo aleja.
- A ver, Nina, ¿y tú desde cuando defiendes a Matteo, eh?
- Desde que sé lo que es tener lejos a la persona que amas.- suspiró llorando.
- Oye, por favor, Nina. Deja de llorarle a Gastón, él es un chico listo, entrará en razón pronto, ya lo verás.
- ¿Y si decide dejarme para siempre?
- Pues, sería el rey de los tontos, y además Jim y Yam me contaron que te llegó un mensaje de Xavi... y él quizás merece una oportunidad.
- Pero yo quiero a Gastón.- decía Nina.
- Ya parale, Nina. La neta es que no soporto verte así, no es justo que tú andes sufriendo por hacerle un favor a Gastón. Sí, tendrías que haberle preguntado, pero tampoco es razón para dejarte así. Por lo que, tú debes dejar de estancarte en tu tristeza, y seguir con tu vida. Demuestra que puedes seguir con la frente en alto.
- Pero, Luna, ponete en mi lugar. Gastón y yo compartimos muchísimo juntos, como vos y Matteo, o vos y Simón, si preferís. No es fácil seguir con la frente en alto si alguien tan importante está enojado...
- ¿Galletas?- ofreció la señora que nos atendió.- Muestras gratis, galletas de la fortuna.
- Padre, gracias.- sonreí amablemente mientras tomaba una galleta.
- Toma, toma.- le decía la mujer a Nina que intentaba rechazar el obsequio.
- Ándale, Nina, quizás la galleta te revele un futuro feliz.- indiqué.
- Las probabilidades de que la fortuna se cumpla son de una en un millón.- declaró mi amiga.
- Por fa.- le rogué.- Será divertido.
- Bueno, gracias.- dijo tomando la galleta desconfiada.
La señora se marchó sonriendo y Nina y yo decidimos revelar la fortuna de nuestras galletas a la vez.
- "Una verdadera amistad no tiene límites ni fronteras, entiende cómo ponerse en el lugar del otro"- leí mientras Nina decía lo mismo.- Oye, ¿tú escribiste esto?- pregunté notando el estilo de Felicity.
- No, mi galleta simplemente decía lo mismo.- dijo explicándome cómo dijimos la misma frase a la vez.
- Qué padre, somos tan amigas que hasta tenemos la misma fortuna.- reí cuando Nina y yo nos quedamos estáticas. Fue cómo si una corriente eléctrica nos recorriera por todo el cuerpo. De pronto, las luces del local hicieron cortocircuito y Nina y yo nos tomamos de las manos.
- ¿Estás bien?- preguntó Nina cuando las luces regresaron.
- Sí, pero neta que eso fue muy raro...- respondí pagando la cuenta y yéndome con mi amiga.
No teníamos idea de lo que nos esperaba. No sabíamos qué significaba nuestra fortuna ni le hicimos caso.
- Luna, mamá quiere que vaya al supermercado por unas cosas, así que me tengo que ir.- dijo Nina leyendo sus mensajes del celular.
- Te acompaño.- indiqué yendo con ella a la tienda. Una vez allí, estábamos completando la lista de mandados de la mamá de Nina, cuando alguien quiere tomar el mismo envase que Nina agarró primero.
- Lo siento, pero lo necesito para el trabajo.- dijo ¿Matteo?
- ¿Trabajo?- repetimos Nina y yo.
- Sí, soy el nuevo empleado del Roller y Juliana me pidió que hiciera unas compras.- explicó.
- Espérate, ¿significa que trabajaras en el Roller?- consulté.
- Es el precio a pagar por hacer lo que quiero con mi vida, chica delivery.
- Está bien, Matteo, tómalo. Lo necesitas más que yo.- dijo Nina yéndose con el carro.
- Esto no se quedará así, chico fresa.- dije siguiendo a mi amiga.- Nina, espera ¿qué fue eso?
- Te quería dejar a solas con Matteo.- respondió. - Si alguien hiciera lo que Matteo hizo por vos, yo le daría una oportunidad. No todos los días un chico se enfrenta a su padre por un amor.
- Pero ¿cómo harás para completar la lista sin...?
- No importa, le digo a mamá que no había más y listo.- respondió yendo a la caja registradora.
- Miren lo que me trajo el viento, ¿acaso ustedes me están siguiendo?- preguntó Matteo detrás nuestro en la fila.
- Pero si tú eres el que anda detrás.- señalé mientras Nina se daba la vuelta ya que no tenía a donde huir para dejarme a solas con Matteo.
- Era broma.- rio el chico fresa. -... y Nina, estuve tratando de convencer a Gastón de que te perdone.- dijo logrando que mi amiga se volteé sorprendida.
- ¿Por qué?- cuestionó Nina confundida.
- Porque se lo ve muy triste lejos de vos.- explicó Matteo.
- Pues que pena que justo Nina este lista para seguir su vida sin él ¿no?- dije recordándole a mi amiga lo que hablabamos en el restaurante chino.
- Gracias, Matteo.- respondió mi amiga volteándose ya que el cajero la llamaba para cobrarle. - y gracias por acompañarme, Luna.
- Cuando quieras, amiga.- sonreí llamando a Tino para que nos acerque con su auto a la casa de Mora, donde Nina estaba viviendo con su mamá, y luego ir a la mansión para descansar.
Me llegó un mensaje de Simón recordándome que mañana temprano habría ensayo para la competencia de patín. Sin él y Nina me olvidaría de todo con lo distraída que soy.
Fui a dormir como Luna Valente, y desperté en una habitación completamente diferente. Creí que era uno de mis sueños raros hasta que apareció la mamá de Nina llamándome como si fuera su hija.
- A desayunar, hija.- decía Ana. Me levanté de un salto de la cama y fui hacia el primer espejo que encontré en el tocador.
- ¡No soy yo! - declaré al ver el reflejo de mi mejor amiga.
Fecha de estreno: 12 de julio 2017.
Éxitos 😘
🐞🍀
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No Soy Yo. (Terminada, baby 😊)
FanfictionLuna y Nina son mejores amigas, al estar tanto tiempo juntas, aprenden mucho mutuamente. Lo que no esperaban era despertar en la vida de la otra.