Capítulo 5: Carta de despedida

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Ivanna solía acomodar sus libros con cierta frecuencia. Los ordenaba según se sintiera: por género literario, por prioridad  de lectura. En fin, los acomodaba cada que le placía.

Ella tambien tenía una práctica muy extraña pero reconfortante: escribir para liberar sus sentimientos. Y un día lo hizo: Para dejar que sus sentimientos por Hugo dejaran de atormentarla decidió retomar la vieja costumbre de escribirse cartas; y en efecto, le escribió una.
Y ese día de limpieza, entre las arrugadas páginas de uno de sus libros viejos la encontró y sin pensarlo volvió a leerla, y le volvió a remover el corazón.

04 de septiembre del 2015

Para Hugo.

¡Hola Hugo!

Tantas cartas he mandado, tantas cosas te he contado; pero nunca he dejado que veas más allá de lo que yo quería que supieras. Pero creo que tal vez fue error mío el no dejar que vieras cuánto amor siento por ti, es algo de lo que nunca te diste cuenta y sé que aunque lo sepas ahora no va a haber algún cambio entre nosotros.

Verás, siempre me has gustado, incluso desde antes de que me diera cuenta; al principio no lo quise aceptar, pero conforme fue pasando el tiempo el amor fue creciendo hasta llegar al punto en el que no lo pude evitar.

Aunque claro, en mis cartas siempre te escribía que tenías un lugar muy especial en mi corazón, pero nunca logré decirte la razón; y no puedo culparte, eso no era muestra clara y razón suficiente para que lo supieras. Te observaba desde el silencio y desde ese mismo silencio te amaba.

Debes saber que todas las noches miraba al cielo, esperando que desde donde estuvieras también lo observaras y te acordaras de mi como yo lo hago. Y todas las noches soñaba contigo y pensaba en ti como no tienes idea. Creo que no me equivoqué al elegirte como causa de mis desvelos, de mis poemas, de mis cartas y de mis sueños.

Siempre te he considerado muy especial para mí, tienes una chispa especial que te hace ser diferente.

Pero no tiene caso seguir con esto. Soy la única de los dos que siente algo y mis lágrimas son prueba de ello. Aún así no voy a olvidar los momentos contigo, nunca podré sacar este amor de mi corazón.

Lo más doloroso y lo que me dio pauta para hacer esto fue que ayer estaba muy emocionada por tí y luchaba por tu amor; y de repente me enteré de la peor manera y te vi muy feliz con Alexa. Y sin saberlo me rompiste el corazón. Pero aún así estoy feliz de que hubieras sido tú quien lo hiciera, y créeme que ya no importa, si tu eres feliz yo también lo seré.

Y por favor, después de leer esta carta no me busques porque siempre que estoy contigo termino más enamorada, y me hace daño, le hace daño a ese órgano llamado corazón que sólo debería de limitarse a bombear sangre. Gracias por todo lo que me has dado, gracias por tu maravillosa sonrisa y esas entretenidas pláticas.

Y entérate que ahora y siempre te veré en mi mirada, seras inolvidable para mi.

Se despide de ti aquella niña enamorada que no se atreve a decírtelo y que te ama desde el silencio.

Ivanna Robinson

Y si, mientras leía la carta y hacian su aparición unas pequeñas lágrimas acompañadas de una risa nerviosa, admitió que estaba muy inspirada al escribir esta carta, sufrió mucho y prácticamente su corazón le dictaba a su mano para escribir cada letra que era como una bala para aquella alma enamorada... todo para que a final de cuentas no se la entregara.

Pero también admitió que logró quedarse con lo mejor de ese amor: aceptar y ser feliz por la felicidad de otros aunque esa felicidad te mate por dentro.

La Terrible Vida Amorosa de Ivanna RobinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora