Después de aquella desventura que se sumó a la lista de desgracias que a nuestro poeta le han sucedido en la Corte de los Milagros; muchas cosas cambiaron en la curiosa vida de casados de la pareja.
Quizás el acontecimiento que más debemos resaltar es el hecho de que ambos habían comenzado a compartir el mismo lecho. Aunque lejos de las ideas que una mente maliciosa pueda evocar, eso se debía más que nada al estado lamentable en que habían reducido a Victor después de aquellos golpes.
El pobre cuerpo del filósofo había quedado tan molido por los bruscos tratos a los que no estaba acostumbrado que, los primeros días, el moverse por mínimo que fuese, representaba la tarea más extenuante y agónica que alguna vez hubiese tenido la desgracia de hacer.
El dolor que surcaba sus facciones y que, inútilmente, intentaba ocultar, no pasaron desapercibidos por el gitano, quien al ver el sufrimiento por el que pasaba, no pudo más que sentirse apiadado por el pobre desgraciado, y eso le había valido lo suficiente al poeta para no volver a dormir en aquel duro y estrecho baúl que el hombre ya aborrecía con su alma en tan poco tiempo de conocerlo.
Yuri sabía muy bien del desagrado tan grande que el autor le tenía a dicho mueble, y pensó que, estando en aquella situación, tan afligido por el dolor de su cuerpo, estaría más que encantado en abrazarse con dicha y regocijo a la idea de yacer en una mullida y cálida cama, pero...
De nuevo el poeta le demostraba lo equivocado que estaba...
Al día siguiente después de la golpiza de los ocho truhanes, Yuri se había levantado temprano, y aunque fue asediado por un extraño sentimiento que hizo saltar a su corazón al comprender que había sido la primera noche en dormir con otro hombre en la misma cama, él pudo controlar lo mejor posible de esa emoción para atreverse a dirigir su vista en un poeta que aún estaba sumido en el sueño.
Y ante la visión del hombre, sin que este fuese consciente de ser el objeto de su mirada, Yuri no fue capaz de resistirse a la tentación de observar con detalle lo que ante él se presentaba en silencio.
Quizás esa era la primera vez en que el doncel analizaba con cuidado y atención a quien era su "esposo" y quizás también, no fue la ocasión más favorable para que el poeta fuese evaluado por el dueño de sus pasiones; magullado y lleno de hematomas, no era precisamente la imagen más galante que él alguna vez hubiese protagonizado.
Y sin embargo, antes de que fuese consciente de sí mismo, Yuri había caído absorto en la tarea de contemplar el rostro del poeta. Por supuesto que se miraba más lamentable que apuesto en aquel momento, pero si él unía tanto sus recuerdos de los vagos y fugaces vistazos que tenía del filósofo, antes de la golpiza, junto con la imagen que ahora observaba, podía llegar a la realización de que el hombre ciertamente era apuesto.
Sus facciones eran proporcionadas y bien perfiladas, incluso podría decir que poseían los vestigios de una fina belleza que fue dejada atrás con el paso de los años para darle su lugar a un varonil y galante perfil. Pensó entonces, que muy posiblemente el poeta en su juventud había poseído un grácil y hermoso rostro que fácilmente podía confundirse con la delicada belleza de una lozana doncella.
Y aunque a Yuri le había dominado el escurridizo deseo de ver algo semejante, decidió que se guardaría tal deseo y pensamiento para sí, pues aunque el filósofo tenía ahora el porte de un apuesto hombre, dudaba mucho que le agradara el que le dijeran que seguro en su adolescencia era tan hermoso como un delicado doncel.
El gitano fue invadido por un bochornoso rubor al percatarse que contemplaba a un hombre dormido y que incluso, no satisfecho con esto, había llegado a la conclusión de que era apuesto. Sin embargo, fue algo mucho más significativo que la belleza lo qué realmente había capturado su atención.

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Notre Dame de París [ Yuri On Ice - Victuuri ]
FanfictionLa bella ciudad de París, en el año de Dios 1482, será escenario de la siguiente historia de amor, deseo y una enferma obsesión. Por las antiguas calles de París se hace gala de las más apasionadas emociones capaces de moldear el corazón humano a su...