La vida no siempre es justa y soy testigo.
Las mejores oportunidades no siempre son las correctas
Y el verdadero amor no siempre es el primero.
Al verlo con distintos ojos mi vida cambio.
Duele saber que por mas intentos el mismo destino quien lo pu...
Los días después del beso pasaron sin ninguna novedad, realice mi rutina al pie de la letra solo que esta vez estaba sola, Leo y yo dejamos de vernos, pasaron semanas antes de vernos de nuevo.
-Marion hoy hay reunión en casa de la abuela, salimos en media hora-
Sonreí de solo pensar que esta era una buena oportunidad para verlo de nuevo, necesitaba saber, necesitaba respuestas e iba en busca de ellas.
Horas Después
La familia se había reunido sin ningún motivo en especial, todos mis tíos y primos estábamos reunidos como si se tratara de una gran celebración y esto me encantaba, mi familia siempre ha sido unida, en las buenas y más en las malas sabemos que contamos unos con otros.
Por lo general en estas reuniones en casa de la abuela después de un tiempo nos dividíamos en tres grupos, los más pequeños se quedaban dentro de casa en el área común jugando, los adolescentes en el jardín del frente conviviendo y los adultos en el jardín trasero cerca del fogón bebiendo y compartiendo.
Salí al jardín y lo vi sentado junto a Adal, ambos estaban riendo, lo que sea que platicaban debía ser muy divertido; camine para llegar a ellos y me deje caer a su lado.
-¡Hola!-
-Vaya, te habías tardado en llegar-
-Déjala Adal-
Adal siempre trata de molestarme aunque sé que no es con mala intencion, esta es nuestra dinámica, Adal me molesta, Leo me defiende y yo actuó como la dama en apuros, agradecida con su héroe.
Me giro para mirar a Leo y no hay nada que decir, ambos nos miramos sonriendo, hay algo en su mirada que me hace feliz, si algo descubrí es que él y yo no necesitamos hablar para comunicarnos, muchas de las veces descubrí mas en su mirada que en sus palabras.
-Adal se acerca tú cumpleaños ¿Qué vamos hacer?-
-Pff, ya sabes mi papá quiere ir de pesca para "fortalecer lazos conmigo" y mi mamá quiere que organice algo con mis amigos-
-Podría ser en el boliche ¿no crees?-
Hace unos meses esta era la pasión de Adal así que creo que sería una buena idea que mi tía organizara algo en el bol más cercano.
-Lo que tú no sabes pequeña roja es que era su pasión hasta que Anastasia lo venció-
-Eso fue pura suerte, la pobre no sabía lo que hacía-
-¿Anastia? ¿Anastasia Saenz?...Wow, quien lo diría-
Anastasia va conmigo en mi curso pero es algo callada y reservada, por lo general no asiste a ninguna fiesta o reunión que se organice, ella se la vive metida en la librería y eso la ha hecho un poco solitaria.
Leo y yo comenzamos a burlarnos de él en son de broma y termino marchándose algo molesto, claro que esta acción a nosotros nos divirtió.
-Ellos terminaran juntos, ya lo veras-
-¿Lo crees?, digo Adal es amistoso, divertido, le encanta estar rodeado de gente, él es el centro de atención siempre y sabes Anastasia es algo solitaria y algo recluida siempre, no veo como crees que terminen juntos-
Su mano se posa sobre la mía y nuestros dedos comienzan a jugar.
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-Los opuestos se atraen pequeña, eso es pura ciencia-
Lo miro y me sonríe, su mano no se aparta de la mía y aunque ninguno de los dos toco el tema sobre el beso me siento feliz, por el momento esto es suficiente, sé que hay algo aquí pero no me atrevo a preguntar aun, llámenlo miedo tal vez pero lo puedo decir es que si, la química existe.
