Capitulo 4

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Los próximos tres meses fueron algo similar, el tema del beso jamás se toco pero nuestra conexión se volvió más fuerte, algo cambio con ese beso pero no de una manera obvia, yo me encontraba pensando en él, en cuando nos volveríamos a ver y si en algún momento el beso se pudiera repetir, en el fondo de mi sé que esto estaba mal pero no era algo a lo que realmente le prestara atención, dentro de mi en mi cabeza soñaba con que todo podía pasar, tal vez no ahora pero si en algún momento.

-¿Sabes que puedes contarme lo que sea verdad?-

Estaba ensimismada en mis pensamientos que no me percate que Beca tenia rato tratando de llamar mi atención.

-Sorry Beca, ¿Qué decías?-

-¿Quién es él?-

-¿Él?... ¿Quien él?, ¿De qué hablas?-

-Últimamente cada vez que quiero hablar contigo tengo que bajarte de la nube en la que andas para poder tener tu atención, así que asumo que esto se debe a un él y como tú mejor amiga exijo saber quién es, quiero que me cuentes todo de él-

No puedo evitar reírme por sus ocurrencias, por supuesto que no hay un él, bueno técnicamente.

-Estás loca mujer, no hay ningún él, es claro que de existir serias la primera en saberlo-

-Entonces puedes decirme que te hace estar en la luna siempre, sonríes como loca y te ruborizas, así que discúlpame si pensé que existía un él...aunque viéndolo bien también puede ser una ella ¿no?, nunca hemos tocado el tema y hermana, tienes mi apoyo –

No sé si abrazarla por mostrarme su apoyo o tirarme sobre ella por pensar que puedo ser gay.

-No te preocupes Beca, no voy por ese camino y si lo hiciera también serias la primera en saberlo, aunque tengo que agradecerte que te mostraras tan solidaria hermana-

Ambas sonreímos y seguimos observando a Adal, está en su práctica de béisbol y aquí pasamos una parte de la tarde, observando a sus compañeros de equipo.

-Qué raro que Leo no esté por aquí, por lo general estaría sobre ti como siempre-

Sonrió porque últimamente es inevitable no hacerlo, cada que pienso en él o lo mencionan una sonrisa se refleja en mi rostro.

-Tenía que ayudar a mi tío a limpiar el garaje, en esta semana le compraran su carro y están haciendo espacio-

-Entonces ¿él nos traerá próximamente a la escuela?, porque dudo mucho que te deje venir sola-

Siempre desde que recuerdo Leo pasa por mí para venir a la escuela y en el camino nos encontramos siempre con Beca así los tres caminamos juntos a la escuela.

-Supongo no lo sé, en verdad no he platicado con él-

-Bueno eso es raro, si no están juntos por lo general se están mandando mensajes, pero ustedes siempre están en contacto-

-Lo sé pero no exageres, no estamos siempre en contacto-

-Mar, cada que tu celular suena es un mensaje de él y cada que voy a tu casa él está ahí, si fuera tú novio no lo verías tanto-

Debo de haberme sonrojado porque Beca me está observando, tal parece que estudia y algo pasa por su cabeza.

-¿Qué parte de lo que dije te hizo sonrojar?-

-¿Sonrojar? ¿A mí?...pff nada, estás loca-

-¡No!, No no no no, no me digas-

Beca se pone rápidamente de pie y con sus manos se cubre su boca, sus ojos están abiertos en sorpresa y comienza a brincar de un lado a otro lo cual me tiene algo avergonzada y divertida a la vez.

-¡Beca para! ¿Qué demonios te sucede?-

Las dos estamos de pie frente a frente y Beca coloca sus manos sobre mis hombros-

-Marion somos amigas desde que recuerdo, siempre hemos sido unidas y somos completamente honestas la una con la otra, tú sabes absolutamente todo de mi ¿Es correcto?-

Asiento con la cabeza porque no sé que mas dirá, a este punto tengo miedo por lo que pudo habérsele ocurrido.

-Leo.... ¿Te gusta?, es decir si es algo raro y loco pero a fin de cuentas puede pasar ¿no?, ustedes son unidos y tal vez no sé malinterpretaste las cosas o que se yo... ¿no?-

Por un segundo y solo por un segundo me sorprende que Beca haya llegado a esa deducción, me da miedo pensar en solo contestar afirmativamente esa pregunta.

-Por Dios Beca, ¿estás loca? Giiuu, Leo es mi primo y nada más-

Trato de sonar realmente convincente pero ni yo me lo creí y aunque Beca guarde silencio sé que no se creyó mis palabras pero agradezco en el fondo que no insista, no sé aun si sería buena idea contarle lo del beso, eso primero tengo que comprenderlo yo.

-Vamos Beca, es tiempo de irnos-

La practica se acaba de terminar y tenemos que encontrarnos con Adal en el estacionamiento para que nos de un aventón.

-Ok vamos, pero en verdad Mar quiero recordarte que puedes contarme todo, TODO y de lo que sea ¿estamos?-

No puedo evitar y voltear los ojos, sé que me nota rara y no quitara el dedo del renglón hasta que le cuente lo que me pasa pero aun no estoy lista, aun no sé si hay algo de lo que realmente se pueda hablar.

-Anda vamos no hagamos esperar al bombón de Adal-

Me da un leve empujón y salimos del campo.

Mi Mayor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora