Namjoon quería levantarle el ánimo. Nada más. Jimin sonreía mucho, pero no era suficiente si sabía que en el fondo se sentía mal.
"¿Puedo saber su dirección? No es para acosarle. Ni siquiera pretendo visitarle (por ahora). Quiero enviarle algo."
Por primera vez comenzaba a conocer el amor no correspondido, y graciosamente, a parte de su propia situación, pensaba que percibía la de Jimin.
Kim Namjoon solo sabía que quería que el chico fuese feliz.
"Tengo suerte de vivir en un edificio. Así podrá confundirse entre los apartamentos al menos, jaja."
Respondió y dio su dirección.
Así que una tercera vez en la semana, entró al supermercado en busca de unos chocolates y una tarjeta. Pensó en comprarle flores.
—¿Flores? Ni siquiera sé si le gustan. Y no estoy para enamorarlo...
Sí que quería enamorarlo, pero no se veía capaz de hacerlo. No le parecía que unas flores fueran a hacer una diferencia. Y ni siquiera conocía al chico por el que se moría Jimin. Solo podía deducir a través de la foto que su aspecto era... Tal vez incluso mejor que el suyo.
—No vengas con pendejadas. No vengas a bajarte el autoestima por un chico.
Cerró los ojos y suspiró al darse cuenta de que hablaba consigo mismo.
—Estoy perdiendo la cordura —susurró.
Con los chocolates y tarjeta pagados en mano se dirigió a la papelería que quedaba justo al lado. Buscaría algún tipo de material para pintar. Aunque la verdad no tenía la menor idea de esas cosas.
—Eh, ¿tienen pinturas? —preguntó confundido.
—Por supuesto, ¿acrílico, vinilo, óleo...? ¿O cuál necesita?
Namjoon no sabía nada.
—Pintura para pintar lienzos —sonrió apenado.
El vendedor rió gustoso.
—Le daré acrílicos. ¿Algún color en especial?
—Eh... Rosa. No, no, marrón.
Pensó darle el rosa como color de amistad. Pero se le ocurrió algo mejor con el color café.
—¿Tamaño?
—Um... ¿Mediano?
El hombre le entregó un pequeño pote.
—Y también pinceles. ¿Cuánto cuesta el paquete de allí?
Namjoon señaló el paquete que traía 7 pinceles de tamaños diferentes.
El vendedor le indicó el precio de todo y Namjoon, aunque le pareció algo costoso se decidió a pagarlo.
Llegado a su casa de inmediato se sentó en el comedor y, como pudo, acomodó los regalos para que se vieran bien juntos, porque la realidad era que las manualidades se le daban terrible. Incluso, lo único que sabía cocinar era café.
“Su sonrisa es hermosa.”
Decía de un lado de la tarjeta.
“Pínteme los chocolates. Le pagaré, no se preocupe ;)”
Medio satisfecho se dirigió al edificio en el que vivía Jimin, que por suerte no quedaba muy lejos. Entró y dejó el regalo encima del estante que iba dirigido al correo, ya que no conocía el número de su apartamento. A diferencia de muchos otros edificios, este no tenía los nombres de sus dueños junto al número.
Regresó a su apartamento y le envió un mensaje más.
"Mira lo que está encima del estante de correos."
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Ramen & Chocolate [NamMin]
Fanfictionen este mundo todos tienen una marca en el rostro que le dice al resto cuál es su orientación sexual. la historia de cómo namjoon, por mera coincidencia, se enamoró de jimin en un solo día. C: 17/Junio/04 debido a que wattpad me borró el cuarto capí...