c i n c u e n t a -y- t r e s

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Me encontraba enfrente de mi casillero sacando mis libros de la siguiente clase.


—¡Sana!.—gritó una voz que pude reconocer al instante, así que volteé al saber de quién se trataba.

—¿Tzuyu?.—pregunté con el entrecejo fruncido.

—Por fin te encuentro.—exclamó con una sonrisa.

—¿A mí?.—pregunté confundida.

—Quería agradecerte por el oso de peluche que dejaste en mi casillero.—contestó ella alegremente.

—¿Yo?.—volví a preguntar al mismo tiempo que me apuntaba al rostro.

—Sí.—afirmó entre risas. —Muchas gracias; no te hubieras molestado.—añadió mientras se acercaba a mí para darme un rápido abrazo; ella realmente tiene un cuerpo cálido. 

—¿De nada?.—respondí confundida. —Feliz cumpleaños.—susurré al ver que ella se alejaba del lugar; pero Tzuyu noto mi voz y volteó para decirme desde lejos un pequeño ❝Gracias❞.

—Supusé que no le darías un regalo.—alzó la voz alguien detrás de mí.

—Mina, ¿Por qué lo hiciste?.—pregunté exaltada por el asusto de tenerla detrás de mí.

—Lo siento, ¿Sabes? a Tzuyu le gustan los detalles, creí que eres demasiado tímida para felicitarla; y estaba en lo cierto.—confesó la pelicorto.

—¿Cómo Tzuyu sabía que le ❝regale❞ aquel oso de peluche?.—pregunté con el ceño fruncido mientras hacia comillas con mis manos.

—Le deje una nota, obviamente le pedí a otra persona que lo escribiera; Tzuyu fácilmente hubiera deducido que es mi letra.—respondió a la vez que se rascaba su nuca. 

—¿Tú no la felicitaste?.—volví a preguntar.

—Obviamente lo hice; no soy una mala amiga.—contestó con un tono de indignación.

—¿Por qué lo haces?.—susurré; no entendía porque Mina hacia todo esto.

—¿Hacer qué?.—replicó con unos ojos penetrantes.

—Esto.—insistí. —Intentar que me acerque a Tzuyu.—expliqué con mis dedos.

—Porque la quieres ¿No?, deberías de acercarte a ella. Tzuyu es como un ángel caído del cielo, ella vale mucho; no deberías desaprovechar esta oportunidad.—explicó para después golpear ligeramente mi hombro.

—Creí que estabas enamorada de ella.—contesté ignorando completamente lo que ella había dicho.

—Lo estaba, pero creo que encontré a alguien más.—respondió con una pequeña sonrisa y volteó hacia donde se encontraba una chica peliroja.

—Muchas gracias.—respondí para después darle sincero abrazo.

—No me agradezcas; realmente quiero que sean felices, solo vez por ella.—insistió la pelicastaña; ella es realmente amigable.

Shy || SaTzu ↪ Sana × Tzuyu ↩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora