Se despertó con un ardor en el pecho, sin saber la causa. Sin saber porque despertó, él no duerme. Los Ángeles no duermen.
Sentado en la desgastada cama, Castiel de pregunto donde estaba.
La habitación se le hacía familiar y acojedora. A pesar de verse algo rústica con el empapelado cayéndose de las paredes manchadas de humedad. Sólo estaba iluminada por la claridad del dia.
Se levantó lentamente, la cabeza le daba vueltas. Con un par de pasos torpes llegó a la ventana y supo porque la familiaridad: era la casa de Bobby.
Desde allí podía ver la pila de autos desmantelados y el cartel con el nombre Singer, apenas legible por el óxido.
Muy confuso abandono la habitación.
Bajaba las escaleras mirando a su alrededor. Su cabeza ya no daba vueltas, se sentía bien, increíblemente bien.
Se quedó parado al pié de la escalera sin saber que hacer. Era tal cual lo recordaba, excepto por los botellas de alcohol vacías que Bobby siempre tenía por doquier, pero que en ese momento no estaban.Un aroma a cafe lo invadió y el ruido de unos pasos lo llevo hasta la cocina. Por alguna razón no estaba en alerta como debería estar en esa situación, como todo buen soldado, deberia estar en esa situación.
Se detuvo en la puerta y lo vio.
Parado junto a la cocina, volteando hotcakes. Con un ajustado pantalón deportivo y una remera negra, demaciado gastada para salir a la calle.-¿Que haces Dean?
-Morning sunshine- se volteó sonriente y lo señaló con la espátula que tenía en la mano- Al menos saluda.
-Hola Dean. ¿Que haces?
-Hotcakes.
-Eso puedo verlo- dijo en tono cansado- me refiero a que haces aquí, que hacemos aquí. Esta casa no es más que ruinas y cenizas.
-Oye, no hables así. Esta un poco vieja pero no en ruinas- dijo más divertido que molesto el rubio- Bobby nos la dejo en su testamento.
-No Dean. No creo que Bobby tuviera siquiera un testamento.
-Basta Cass. Esta casa es nuestro hogar. El unico que hemos tenido.
-¿y el bunker?- pregunto curioso el Ángel y Dean se volteo a mirarlo.
-El bunker es un refugio, un lugar donde te resguardas en tiempos de guerra. En tiempos de paz, vuelves al hogar. -dijo señalando a su alrededor con las manos.
-Pero...-Quiso replicar pero Dean lo corto.
-Un hogar- dijo como alguien que le explica algo a un niño- ese lugar en el que te sientes comodo, al que siempre quieres regresar. Cass estamos en Paz. Estamos en nuestro hogar.Mientras Dean servía los hotcakes en dos platos. Castiel no podía más que mirarlo confundido. Su mente estaba revuelta. No lograba recordar y cuanto más lo intentaba, más confuso estaba.
-Te resfriaras Cass- oyó apenas la voz de su amigo, que lo sacó de sus pensamientos- estas descalzo. Al menos siéntate, te servire el desayuno.
Entonces cayó en cuenta de como estaba vestido: pantalones holgados, una remera, con lo que intuyo era el estampado de una banda que el no conocía, muy grande para ser suya. Y efectivamente estaba descalzo.
-No puedo resfriarme Dean- dijo más por responder algo que por explicar lo obvio- y no necesito comer.
El humano resoplo fastidiado, mientras dejaba los platos en la mesa.
Se acerco al Angel que aun estaba en la puerta de la cocina.
Se acerco lo suficiente para incomodarlo, mientras lo miraba como todo buen cazador a su presa.
Y castiel entendió por fin por que el espacio personal debe ser respetado.
A pesar de que no le desagradaba nada la cercania, tuvo ganas de correr cuando sintio la fuerte precion de las manos de Dean sobre sus hombros.
Se quedo inmóvil al sentir la respiracion en su cuello.-Dame el gusto- dijo el cazador a su presa. Procurando rozarle la oreja con sus labios húmedos. Y se alejó lentamente con una sonrisa divertida. Como quien acaba de comerte una travesura.
Señaló la silla sin decir nada y Castiel obedeció.-¿Donde está Sam?- pregunto mirando el plato que le habia sido servido.
-En su clase de pilates- contesto el cazador, mientras servía el cafe- no se a que hora regresa.
-¿Clase de pilates? ¿Que...-
-Si, es el instructor- dijo aguantando la risa para no derramar el cafe que luego dejo sobre la mesa- da clase de pilates, a un montón de mujeres que sólo pagan la mensualidad para verle el trasero.
-No entiendo- y no pudo evitar fruncir el ceño por la confucion.
-Yo tampoco entiendo porque alguien pagaría por verle el trasero a mi hermano- dijo acomodando la silla para sentarse.
-Eso si lo entiendo- y al oír eso la sonrisa de Dean se borro- lo que no entiendo es porque da esa clase. ¿Están cazando algo en ese lugar?
-¿Tu le ves el trasero a mi hermano?- fue lo unico que obtuvo como respuesta.
-¿Que? Yo no...- no pudo seguir hablando. Dean se había sentado a horcajadas sobre el, mientras le apoyaba los brazos sobre sus hombros.
Tenía esos ojos verdes tan cerca que podía ver su propio reflejo. Y como cada vez que los veía, no podía apartar la mirada.-Explicate Cass. Tengo tiempo de sobra- dijo el humano en tono despreocupado.
-Yo sólo...- mantenía los brazos a los costados y apretaba los puños. Evitaba tocarlo, aunque se moría de ganas.- ¿Están cazando algo?
-Ya no cazamos, nos retiramos- dijo, tomo un trozo de hotcake con el tenedor y lo acerco a la boca del angel- come.
-No pueden re..- fue callado con la comida, que fue introducida en su boca sin permiso.
Estaba deliciosa. No recordaba haber sentido algo igual desde los tiempos en que fue humano. En ese momento pensaba que no podía haber algo más placentero que el sabor de la miel.
Se retractó al instante de este pensamiento, cuando Dean comenzó a moverse sobre él de una manera poco decente.
El Ángel se contenía, trataba de mostrarse indiferente, pero su evidente erección lo delataba.
En cuanto sintio la lengua del humano sobre su cuello, le fue imposible no dejarse llevar. Lo tomo de la cintura como había querido hacer desde un principio y busco su boca con desesperación. Necesita besarlo.
Su humano lo miro con una sonrisa en el rostro antes de darle el gusto.
Había esperado ese beso por mucho tiempo. Y valió la pena. Sentir esos labios sobre los susyos era adictivo, su saliva le pareció mejor que la miel.
Poco a poco perdía el control, quería más.
Dean lo tomo del rostro y profundizó el beso metiendo su lengua sin permiso. Mientras restregaba su trasero contra la muy dura ereccion de Castiel.
El Ángel perdió totalmente el control. Bajo sus manos, tomando con fuerza los glúteos del humano, apretandolo contra su miembro para calmar la necesidad, que no hacía más que aumentar.-¿Que demonios?- dijo Sam desde la puerta de la cocina.- ¿porque aquí?
-Por favor Sammy- dijo Dean, poniendo se de pie de muy mala gana.- no tiene nada de malo.
-No tiene nada de malo lo que hagan en su habitacion- Sam trataba de sonar molesto, pero era claro que se aguantaba la risa- pero ¿porque aquí?- movió sus manos señalando la cocina- Donde como mi cereal.Los hermanos comenzaron a reír sin control. Castiel estaba aún sentado, rojo de la vergüenza, tratando de ocultar su ereccion bajo la mesa.
Cuando se preparaba para huir, ambos Winchester se sentaron a la mesa.
Mientras lo miraban como esperando que dijera algo, Castiel se preguntaba que probabilidades estadísticas había de que la tierra se abra y se lo trague.-¿Desayunamos?- dijo Sam. Y el angel se sintió agradecido de que alguien rompiera el silencio.
Mientras el Winchester menor de servia café, la pareja se comía su desayuno frío sin quejarse.
Castiel decidió disfrutar el momento y dejar las preguntas para después.
Se sentía feliz, seguro y en su hogar.
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El Cielo De Castiel (Destiel)
Fanfiction... Un hogar- dijo como alguien que le explica algo a un niño- ese lugar en el que te sientes comodo, al que siempre quieres regresar. Cass estamos en Paz. Estamos en nuestro hogar... Esta es mi versión Destielera de lo que pasa luego del final de l...