Y yo a ti Dean

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Castiel estaba decidido a irse, no estaba dispuesto a aceptar menos de lo que él ofrecía, como tantas veces hizo. El problema de Castiel era que él estaba dispuesto a darlo todo, y estaba seguro que Dean le ofrecería mucho menos que un amor a medias.

Pero tomar una decisión era mucho más fácil que ponerla en practica. Sentir el aliento de Dean sobre su nuca, el calor de su cuerpo, su voz suplicante pidiendo que se quedara, todo era demasiado como para negarse.

Con la puerta entre-abierta podía ver el oscuro pasillo que lo tentaba a salir corriendo y salvar lo que le quedaba de su dignidad. Pero no podia, no podia dejar a Dean.
Cerró la puerta con mucha más fuerza de la necesaria y por un momento pensó que la rompió.
El golpe sobresalto a Dean, quien por el susto aflojo su abrazo.

Castiel se alejó pero no se fue. Sólo daba vueltas en la habitación resoplando enojado, sin apartar la vista de Dean.

-Estas enojado.

-¡Claro que estoy enojado!- Dean no sabía si Castiel no se daba cuenta que sus ojos brillaban o no le importaba- ¡Vine con las ideas muy claras! Y tu sólo me pides algo y yo... yo nunca te dejaria, no puedo.

-Calmate Cass, por favor. Estas muy alterado- Dean se acercó y puso una mano sobre su hombro- por favor, tranquilo, hablemos.

Castiel más tranquilo se reía, pero era claro que no había nada gracioso en la situacion. Puso una mano sobre el hombro de Dean, imitando su acción.

-¿Tu quieres hablar? Hablemos, ¿De que exactamente hablaremos? Porque claramente hay cosas de las que no puedes hablar.

-Deja de portarse así Cass.

-¿Así como?

-Como un imbécil...- Dean bajo la mirada- como yo.

-Dean no...

-Enserio Cass, se que soy un imbécil, se que te la he puesto dificil, se también que no entiendes lo terrible que es esto para mi.

-¿Tan terrible es sentir algo por mi?-Castiel solo necesitaba una palabra para salir de ahí y nunca volver.

-Si.

Eso realmente rompió algo dentro de él. Quiso irse pero Dean lo sujetaba en un abrazo. Se preguntaba que tan patético sería ponerse a llorar en ese momento.

-Creo que... que debería agradecer tu honestidad- Castiel miraba al techo, con las manos a sus costados se forzaba a no responder al abrazo- eso no es algo que se vea todos los dias en ti.

-Cass, tu y Sam son lo más importante que tengo en el mundo, de hecho, por el momento, son lo único que tengo.- Dean lo miro a los ojos y hasta se animo a acariciar su mejilla.- no puedo perderte... Si tengo algo contigo, cuando lo arruine, porque lo haré, lo arruinare, eso es lo que va a pasar, te perdere por completo... no puedo arriesgarme.

Castiel al fin lo abrazo, con fuerza, mostrándole que estaba ahí y no se iría a ningún lado, no lo dejaría jamás.

-Nunca vas a perderme Dean, no importa lo que pase, no importa si funciona o no. Nada podría alejarme de ti, no importa donde estés ni lo mal que se pongan las cosas, te saque del infierno y lo haría otra vez.- Dean tomó un poco de distancia para verlo a la cara y sonrió, una sonrisa que Castiel no había visto jamás.

-¿Enserio Cass? ¿Nueve años y sigues echandome en cara que sacaste mi trasero de la perdición?

Castiel le devolvió la sonrisa y tomo su rostro con las dos manos pegando su frente a la de Dean, éste cerro sus ojos, esperando impaciente un beso que nunca llegó.

El Cielo De Castiel (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora