El Cielo De Castiel (Destiel)

Quédate conmigo

Día tras día los hermanos trabajaban en el búnker, todavía quedaba mucho por arreglar. A Sam le preocupaba su hermano, que trabajaba sin descanso, se había dado por vencido con la misión de traer a su madre de la otra dimensión, perdió toda esperanza. Como si el hecho de fracasar con Castiel le hiciera pensar que fracasaria en todo lo demás.

Pasó una semana desde que Chuck los llevo al Cielo y los trajo de vuelta, pero parecía mucho más. Dean se negaba a hablar de la conversación que tuvo con Castiel, lo único que hacía era trabajar, beber y dormir, pero de esto último Sam no estaba muy seguro, ya que cuando él se acostaba Dean se quedaba hasta más tarde y cuando se levantaba, su hermano ya estaba despierto.

Dean evitaba hablar con su hermano menor. Esa noche rechazo su oferta de cenar juntos y fue directo a la ducha. No quería dar explicaciones. No podía explicárselo a sí mismo, no podia ponerlo en palabras, mucho menos decirlo en voz alta.

Tardó mucho más de lo habitual, de alguna forma el agua parecía llevarse su frustración, dejarlo más liviano, pero era temporal.
Quería olvidar la ''revelación'' de Castiel, que no tenía nada de revelador en realidad, no hizo más que señalar lo obvio. Todos esos años y él siempre lo supo, ese Ángel estupido, sabía todo.

Ya vestido, acostado en su cama, se puso sus auriculares y subió el volumen de la música. Sabía que no podría dormir, pero se forzó a hacerlo o a fingir que lo hacia al menos, tal vez su mente lo creyera.

No quería pensar, pero no podía evitarlo, tanto tiempo pensando que podía engañar a los ángeles, y ese montón de imbéciles ególatras eran quienes lo engañaban a él. Recordaba cada insinuación que le hicieron, cada comentario sobre su relación con Castiel, que él tomaba sólo como una provocación.

-Mierda, soy un idiota.- dijo por lo bajo.

-No lo eres.- La voz del Ángel lo hizo sentarse de un salto. Aún con la música alta, podía escuchar esa voz grave e inconfundible.

-¿Cass? ¿Que haces aquí? Casi me das un infarto.- dijo quitándose los auriculares.

-También es un gusto verte.

-¿Ahora eres sarcástico? A ti no te queda.

-Sólo queria devolverte la visita- Dean se sintió muy incómodo al ver al Ángel sentarse frente a él en su cama.

-Si claro, siéntate, estas en tu casa.- dijo haciendo un ademán con la mano.

-A ti si te queda el sarcasmo.- Castiel no apartaba su mirada en ningún momento.- lástima que lo uses para cubrir tu incomodidad.

-¿No puedes fingir que no sabes como me siento?- dijo bajando la vista. La mirada intensa del Ángel, verlo otra vez con su gabardina y su impoluta presencia lo hacían sentirse pequeño.

-Ya no te seguire en tus mentiras Dean, nunca más.

-¿Por que? No te costó nada todos estos años.- estaba molesto, ¿Ese Ángel creía que podía aparecer así nada más y todo estaba olvidado? Claro que no.- pensaba que no sabías mentir, pero eres muy bueno en realidad.

-''La mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida, es dejarse morir sin más ni mas.''

-¿Que?

-Es una cita del libro 'Don Quijote de La Mancha'.

-Ok Cass explicate. Estoy perdido.

-Yo llevo unos años creyendo en esa afirmación, desde que la oí, cuando recupere mi gracia.... Pero ahora se que no es cierto.

-A mi me parece bastante correcta.

-No Dean ''Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes''- espero una respuesta pero no hubo ninguna.- es de Albert Einstein.

-Sigo sin entender Cass ¿Solo Viniste a citar frases celebres?

-Vine a hacer algo que nunca hice para obtener un resultado diferente.

-¿Que...- Castiel calló y respondió su pregunta con un beso.

La primera reacción de Dean fue resistirse, intento apartarlo pero fue inútil. El Ángel estaba sobre él, besandolo sin permiso, sujetando su rostro.
No sólo le era difícil resistirse por la fuerza superior que Castiel ejercía sobre él, sino por lo increíblemente bien que se sentía. La suavidad de sus labios, su sabor, nada podía compararse con la magia de esa boca. Se dejó llevar, hizo lo que siempre había querido hacer, besarlo con ganas, tocarlo todo lo que podía.

Castiel corto el beso, para verlo a los ojos. Otra vez esos malditos ojos que traspasaban los muros de sarcasmo, arrogancia y falsa seguridad que tardó años en construir ¿Por que tenía que hacer eso?
El miedo lo hizo retroceder, otra vez al casillero de salida.

-No puedo hacer esto Cass.- y para su sorpresa el Ángel sólo se levanto y se dirigió a la puerta.

-Entiendo.- dijo de espaldas.

-¿Eso es todo?- Dean se levanto algo aturdido todavia- ¿Te vas?

-No voy a morir otra vez, si eso es lo que te preocupa.- el Ángel volteo para verlo- Pero este fue mi último intento contigo. Se termino, lo que nunca tuvimos en realidad.

-¿Eso que significa?

-Que convertire tus mentiras en verdades Dean. Seremos amigos, familia, pero nada más... y un día cuando despiertes arrepentido esa será nuestra única verdad.- intento irse pero el cazador lo tomo del brazo.

-¿Es lo que quieres?

-¡Es lo que tu quieres! Ese continuo autoboicot... no se por que lo haces.- el cazador aflojo su agarre- ¿Sabes por que supe que eras tu en el Cielo?- no hubo respuesta- por que no sonríes.

-Si sonrio.- hizo una mueca parecida a una sonrisa.

-No Dean, nunca lo haces, no completamente, tu sonrisa tiene una sombra que podría reconocer sin ver tu alma siquiera. No te permites ser feliz.- Castiel se tomó la libertad de acariciar su mejilla- ese era mi Cielo Dean, uno en donde tu fueras feliz.

-No lo seré si te vas.

-¿Quieres que me quedé contigo?

-Puedes quedarte si quieres.- dijo sonriendo.

-Eso no es suficiente para mi. Dije que hare las cosas diferentes. Ya no seguiré tu juego.- abrió la puerta- adiós Dean.

-Cass espera. ''Si el sol dejara de brillar, te seguiría queriendo 
Cuando las montañas se deshagan en el mar, aún seguiremos tú y yo''... es... es de Led Zeppelin.

-Se de quien es.- no volteo siquiera a mirarlo.

-¿Es suficiente para ti?

-No, no lo es...

No podia dejarlo ir, lo abrazo por la espalda pegando todo su cuerpo a él.

-Quiero que te quedes aquí... por favor Cass, quédate conmigo.