Cass no volvera

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-Hola Cass.

-No deberías estar aquí.-Castiel estaba muy serio.

-También es un gusto verte- dijo en tono sarcástico- Claro que quiero pasar, gracias por invitarme.- y entro a la casa dando un empujón al Angel.

-Dean tienes que irte.

-¿Si quiero una cerveza? Claro... Necesito unas cuántas en realidad.- Dean entró a la cocina seguido de Castiel y abrió la heladera sin permiso- ¡¡Mira eso!! Tienes Pie... claro que hay Pie, ¡Es el maldito Cielo!

-Baja la voz Dean.

-¿O que? ¿Lo puedo despertar? ¡¿Me puedo despertar?!- dijo sacando el Pie de la heladera- ¿Te molesta si me siento a comer? No recuerdo la última vez que comí.- y tomo una cuchara del cajon.

-No debes estar aquí, los humanos vivos no pueden estar en el Cielo...- y cayó en cuenta de lo que pasaba- Estas muerto... ¿Dean como... que paso?

-Ah si eso. Me di un balazo.- dijo ya sentado a la mesa comiendo el Pie directo de la bandeja.

-¿Que? Estas loco Dean ¿Por que tienes esa maldita costumbre de hacer cosas estúpidas?

-Nada, yo sólo pensé en retirarme, ya sabes, abandonar todo como un cobarde y pasarla bien en el Cielo. Te funciona a ti, te ves bien.- dijo señalandolo con la cuchara- ahora que colgaste la gabardina... ¿Esa camiseta es mía?

-Si... Si lo es... Dean se que no harías esto si no tuvieras un plan de vuelta... o tal vez si, contigo no se, pero quiero que te vayas por favor, ahora.

-Este Pie realmente está bueno, no esperaría menos del Cielo, pero esta muy bueno en verdad.

-Dean lo preparo.-Su voz era tan baja que Dean apenas lo escucho.

-¿De verdad? soy un excelente cocinero, tal vez debería intentarlo... ¿Por eso te quedas aquí? ¿Por la buena comida? ¿Por la buena compañía? ¿Sam y yo no somos suficiente para ti?

-No tienes idea Dean, no lo entenderias, nunca entiendes nada.

-Explicame-dijo poniéndose de pie- explícame por que estuve esperando como un imbécil a que volvieras, mientras tu te lo pasabas muy bien aquí, con mi versión de Martha Stewart.

-Basta Dean no voy a discutir. Sólo vete.

-No Castiel. En serio que quiero saber. Tu aquí, mi madre en su Cielo y hasta metida dentro de su propia mente, parece que todos prefieren una mejor versión de mi.

-No hay nada malo en ti Dean.

-Claro que no. Ustedes están mal... Lo peor es que sabes que esto no es real, supiste que era yo en cuanto abriste la puerta. Por cierto ¿Como lo supiste?- Castiel quiso hablar pero fue interrumpido- ¿Sabes que? no me interesa, sólo se que conoces la diferencia y no te importa.

-¿Que es lo que viniste a hacer Dean?- dijo Castiel mientras se acercaba hasta casi tocarse.- ¿Estas aquí para pedirme que vuelva o sólo para reclamarme?

-Sólo vine a decirte que eres un cobarde.

-Ya lo dijiste, más de una vez, ahora vete.

-No quería ser duro contigo Castiel, pero no me dejas otra opción. Escucha bien lo que te voy a decir: Te entiendo, de verdad que entiendo todo, esto me ha dejado muuuy claro que me quieres de una forma en la que yo no te puedo corresponder. Pero esa no es razón para que abandones todo, no ahora, te necesitamos.

Castiel suspiraba con fastidio y veía el techo, buscaba las palabras correctas para expresarse. Estaba realmente molesto.

-Soy un Ángel Dean.

-¿Que? Se lo que eres. Lo dijiste cuando nos conocimos y no te cansas de repetirlo.

-Soy un Ángel- remarcaba cada palabra como si estuviera haciendo una gran revelación.

-¡Ya basta!- dijo tocando su pecho con el índice- eres mi amigo, mi hermano, moriria por ti, pero nada mas. ¡Se un hombre y superalo!

Castiel fue tan rapido que cuando Dean reacciono ya estaba contra la heladera, no podía moverse, el Ángel lo sujetaba de su chaqueta y sus pies no tocaban el suelo. Intento zafarse pero no tenia la suficiente fuerza.
Estaba una cabeza por ensima del Ángel, ese ángulo le proporciona una perfecta vista de sus ojos encendidos en azul eléctrico. La expresión de su rostro era fria, pero era evidente que estaba enojado.
La mente de Dean viajó al pasado, al momento en que lo conoció, cuando él no era más que una misión para Castiel y eso hizo que su interior se revuelva.

-Yo soy un Ángel del Señor y tu- dijo apretando mas su agarre- no eres mas que un humano estúpido, que olvida lo que eso significa.

-Significa que eres un cretino, al igual que todos los angeles que he conocido.

-Significa que puedo ver tu alma- dijo aflojando su agarre lentamente hasta soltarlo. Dean sintió alivio al ver sus ojos apagarse y suavizar su expresión- se cuando mientes, puedo leer tus sentimientos, eres un libro abierto para mi.

-Yo no... no...- El cazador no sabía que contestar a eso, su vista estaba clavada en el suelo.

- Y no sólo yo, cualquier Ángel puede Dean. Todos mis hermanos saben... saben lo que sientes.

-No... No se de que hablas.- se sentía desnudo, la vergüenza no le permitía verlo a la cara.

-¿No sabes?- Castiel ya estaba cansado de sus mentiras- Dean cuando estas sólo por las noches y piensas en mi con necesidad, puedo oírlo. Dices mi nombre con deseo: eso cuenta como plegaria... plegarias bastante intensas la verdad.

-¡Basta! Ya entendi.- paso junto al Ángel esquivando su mirada y salió de la cocina.

Dean trataba de conservar la calma, sentía la necesidad de salir corriendo de esa casa, de alejarse de Castiel y de sus ojos que lo veían todo.
Se dirigía a la puerta simulando tranquilidad, pero los pasos detrás de él lo alteraban.

-¿Ahora si te vas?

-Puedes hacer lo que quieras Cass- no detuvo sus pasos y no volteo a mirarlo siquiera- si quieres volver y ayudar, eres bienvenido. Si quieres vivir una mentira, quédate.- abrió la puerta pero al oír su nombre se detuvo.

-Dean, sólo quiero aclarar algo: Yo fui quien estuvo esperando y tu eres el cobarde.

A poca distancia de la casa Chuck y Sam no apartaban la vista de la puerta.

-¿Lo planeaste todo verdad?- el más alto miraba de reojo al pequeño hombre a su lado- sabías que Dean insistiria en venir y sabías con lo que se encontraria.

-Claro que lo sabía, soy Dios- Chuck sonreía con suficiencia.- Sólo espero que Dean convenza a Castiel de volver y no que Castiel convenza a Dean de quedarse.

-Espera ¿Que?

-Libre albedrío. Dean puede quedarse si quiere. Las personas que se aman comparten un cielo. ¿Como crees que los traje sin hacer sonar las alarmas? Este es su lugar.

-Dean no se quedara. No mientras mamá este perdida.

-Tienes razón, mira- Chuck señalaba a un furioso Dean que se dirigía a ellos, sólo.

-Nos vamos Chuck- dijo al llegar a su lado.

- ¿Y Castiel?

-Cass no volverá.

El Cielo De Castiel (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora