Llévame lejos |Jesús Navas|

Capítulo 3

Jesús recogió sus lápices y bolígrafos al terminar la tarea de matemáticas. Bajó a la cocina para descansar un poco de tantas operaciones. Él pensaba que las divisiones iban a ser más fáciles y sencillas, pero al parecer se equivocó.

—Hola mamá.

—Hola hijo —respondió la madre cerrando el grifo—. ¿Ya terminaste?

—Sí. Estuve haciendo divisiones.

—Oye, Jesús, ¿te gustaría apuntarte al equipo de baloncesto del colegio? He visto los horarios: martes y jueves de tres a cuatro de la tarde.

Jesús se lo pensó: le gustaría apuntarse a fútbol, pero un cambio de aires no viene nada mal.

—¡Vale!

Salió corriendo hacia el salón, saltó el sofá y se dejó caer al lado de su hermano.

—Me voy a apuntar a baloncesto.

—Yo a fútbol —respondió Marcos—. ¿Sabías que los que están en las inferiores del Tete van como recoge pelotas?

—Sí, lo sé. Un amigo lo es. ¿No es emocionante?

—¡Lo es! —sonrió su hermano—. Aún tengo que hacer las pruebas y estoy súper nervioso.

—Seguro que lo haces genial.

Marcos se lo agradeció y siguió viendo el partido de fútbol que transmitían por Antena 3. Jesús se aburrió —como era de constumbre— y buscó por todos los rincones su pelota de baloncesto. Avisó a su madre de que iba a salir a jugar al parque en frente de su casa y ella aceptó.

Ya la semana siguiente, los entrenamiento comenzaron. A las tres en punto, varios niños de todas las edades entraron por el gran portón, entre ellos Jesús. Él vio en un banco sentados a varios de sus compañeros. Se acercó y los saludó.

—¡Jesús! —exclamó Paulo, dejándole un hueco pra sentarse—. ¿Cómo vos por aquí?

—Me ha apuntado mi madre.

—¿Pero baloncesto tú juegas? —preguntó Antoine.

Lucas le interrumpió tapándole la boca con sus manos.

—Aún debe aprender bien la estructura del español —rió.

Antoine hizo un brusco movimiento y consiguió zafarse de su agarre.

Un hombre de cuarenta años comenzó a hablar, interrumpiendo su corta conversación.

—Buenas tardes a todos y bienvenidos al equipo de Baloncesto del Isabel la Católica. Soy Juan Miguel y soy el director de la Liga de Baloncesto de Tenerife. Vuestro monitor este año será Moisés, un ex-jugador del Herbalife Gran Canaria. Aprendan mucho de él, no todos los días tenéis esta gran oportunidad. Espero que disfrutéis de esta temporada y lo deis todo en los partidos. Vuestro entrenador os contará todo con detalle.

Tras decir eso todos aplaudieron y él se tuvo que ir a otro colegio a presentar y dar introducción a la Liga.

Moisés apareció con varias camisetas y pantalones rojos sobre sus brazos. Los dejó en una esquina y se presentó:

—Buenas tardes chicos, soy Moisés y seré vuestro entrenador. Se que estáis emocionados y ya os adelanto que los partidos se jugarán cada dos semanas en el Palacio Municipal de Deportes de Tenerife. Al terminar la clase no os vayáis para yo daros un papel con toda la información.

Moisés paró un momento y cogió una lista.

—Voy a pasar lista y a cada uno os daré la equipación de este año. Así os iré conociendo también —revisó la lista y se extrañó bastante, ya que los nombres no estaban por orden alfabético. Soltó un suspiro y comenzó—: Lucas Vázquez.