IV

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Valerie estaba esperando fuera del edificio. Marcus se acercaba a ella a paso lento y con una sonrisa.
—¿Tuviste problema con la puerta?— Valerie dijo bromeando.
—Tranquila cariño— Marcus dijo sonriendo a ella. Ella era muy bonita para él, pero, se sentía asustado por su trabajo, no quería dejarla ni siquiera lastimarla.
—¿Vamos a empezar con los apodos?— Valerie dijo bromeando.
—Si quieres— Marcus guiñó.
Valerie negó en broma y sonrío.
—Ten— Marcus dijo pasándole un casco. —¿Es tu primera vez que vas en una motocicleta?—.
—Actualmente, sí— Valerie dijo colocándose el casco.
—Solo agárrate— Marcus dijo sonriendo.
Valerie lo estaba sosteniendo muy fuerte, pero no tanto para lastimarlo obviamente. Marcus estaba sonriendo, porque de alguna manera le estaba abrazando y lo sentía increíble.
Valerie tenía sus ojos cerrados y su rostro contra la espalda de Marcus.
El viento en su cabello se sentía muy bien.
Llegaron al restaurante era pequeño, pero muy bonito y cómodo.
—Llegamos—Marcus dijo ayudándola a bajarse.
—Es bonito— Valerie dijo sonriendo a él.
Marcus la miró con una sonrisa radiante.
—Entremos— Marcus dijo abriendo la puerta para que ella entrase primero.
Marcus buscó una mesa alejada de las demás, tenía una gran ventana, se podía ver el típico tráfico de la gran manzana, pero, de alguna manera, era hermoso.
—¿cómo conoces este lugar— Valerie le preguntó.
—Una larga historia, pero, muy buena— Marcus sonrío.
—Tengo todo el día— Valerie le contestó sonriendo.
—Bueno, ahí va...— Marcus le contó la historia, no como a él le gustaría que fuera, pero sentía que debía ser sincero con Valerie. El restaurante, no lo conoció por sí mismo, su antigua pareja lo había llevado a el, no era un recuerdo feliz, lo llevó ahí para que hablaran y ese día, su relación acabó.
Marcus le contó todo sobre la historia, Valerie le escuchaba con mucha atención, le contó sobre cómo lo había engañado con otra persona y como él lo había descubierto. Valerie cada vez que veía una oportunidad para preguntar lo hacía, le gustaba dar consejos, pero no significaba que ella tenía una vida amorosa perfecta, de hecho, la de ella, era mucho peor.
—¿Entonces te sientes mejor ahora?— Valerie pregunto sonriendo.
—Mucho mejor— Marcus dijo bebiendo de su vaso.
Valerie se quedó mirandolo, prácticamente le pasaba lo mismo a ella, sin que se diera cuenta. —Pero,¿porque mejor nos conocemos más?—
—No tengo problema con eso— Marcus sonrió. —Dime todo de ti y te digo todo de mí—.
Valerie comenzó con las cosas que le gustaban y le disgustaban. Estar con Marcus era increíble, le gustaba que la escucharan y él lo hacía a la perfección.
Se la pasaron hora y media hablando, hasta que Marcus tenía que irse, así que llevaría a Valerie a su departamento.
—Lo siento, de verdad tengo que irme— Marcus se disculpó.
—No te preocupes, ya luego nos pondremos de acuerdo— Valerie sonrió de lado. Marcus se estaba yendo, pero regresó a la puerta del departamento.
—¿Qué pasó?— Valerie preguntó. Pero Marcus sólo se acercó a ella y sonrió. Valerie lo miraba confundida, pero todo se aclaró cuando Marcus le dio un suave beso en su mejilla. Valerie se quedó sonrojada a más no poder.
—Nos vemos— Marcus ahora sí se fue en su motocicleta, dejando a Valerie sonrojada.

—¿Dónde estabas Marcus?— Ben preguntó. Era uno de los mejores amigos de Marcus desde que estaba en la preparatoria.
—Estaba escribiendo— Marcus contestó sin importancia. Aunque no era cierto, había pasado la mayor parte del día con Valerie.
—No nos quedaremos mucho tiempo Marcus— Ben le advirtió. Conocía a Marcus y sabía que algo le pasaba.
—Lo sé— Marcus dijo colocando su cabeza entre sus manos. — ¿Qué han estado haciendo?—.
—No mucho, Ted y Winston han grabado los solos de bajo y guitarra— Ben contestó sentándose a un lado. Marcus miró hacia la sala de junto y vio a esos dos durmiendo y sonrió. Ellos los había conocido cuando salía con Laura, pero cuando todo terminó, ellos se quedaron con Marcus.
—¿Para que soy bueno entonces?— Marcus bromeó. Las horas pasaron y Marcus se quedó hasta tarde en el estudio de grabación, no había podido escribir nada desde que llegó a Nueva York. Simplemente no podía. Su mente estaba ocupada en otro asunto, o mejor dicho, en una persona, Valerie.
Frustrado. Salió del estudio, desde que llegó no había fumado para nada. Así que salió a fumar.
La noche desde la azotea era simplemente hermosa. El tráfico se podía ver perfectamente desde ahí, y sin pensarlo, comenzó a escribir. "Deberías llamarme esta noche, pero, solamente la has perdido..." pensó. Pero sólo eso salió. Escuchó los pasos de alguien acercándose y volteó. Era Ben.
—Olvidaste tu celular— Ben le entregó su celular, pero tenía un mensaje. —Se que no me incumbe...— comenzó, pero Marcus simplemente tomó su celular y comenzó a llamar.
—¿Cómo estás?— Marcus preguntó sonriendo. Se alejó un poco de Ben, pero, aún se podía escuchar como se disculpaba.
—Lamento sí te incomode...— Marcus suspiró. Pero rápido recuperó su sonrisa. —¿Te parece sí te veo en el parque de la otra vez?—. —Perfecto, ahí te veo—.
Ben seguía esperando la explicación de Marcus, sabía que sólo se iban a quedar unos meses en la ciudad, sólo esperaba que no sea lo que pensaba.
—Ben...— Marcus se volteó a verlo y suspiró. —Es increíble, es muy linda, te podría describir todo de ella, desde sus hermosos ojos, hasta la magnífica sonrisa que carga—.
Ben lo miró preocupado, ambos saldrían lastimados de esta "relación"
—Marcus, sólo no se vayan a arrepentir luego, ¿lo sabe?— Ben se refería a que sí Valerie sabía quien era Marcus, todo lo que había hecho en su vida.
—Aún no— Marcus pasó una mano por su cabello. —Pero le diré—.
Ben se encogió de hombros y lo acompañó a ver el paisaje que la azotea les daba.
El estado de ánimo cambió, ahora Marcus sabía que no debió acercarse a Valerie, simplemente, fueran como fueran las cosas, ambos saldrían lastimados, pero, él no quería herirla, no después de los momentos que pasaban juntos.

Tompkins Square Park Donde viven las historias. Descúbrelo ahora