Cosas de la vida.

Mini bus, pueblo fantasma y tú en mis recuerdos.

Hoy fue un día lleno de sorpresas, sin ningún tipo de sabor amargo, pero que si me hizo recordar mi adolescencia, al menos una de las dos o tres sorpresas...

No pensaba viajar a la ciudad el día de hoy, al menos hasta ayer en la tarde no era uno de mis planes, pero como uno nunca sabe lo que va a pasar pues sencillamente sucedió y de un momento a otro me vi con mi mejor amiga, sentada en el bus rumbo a Trujillo.

Conversamos de todo un poco. Con algo de expectación, por mi parte le leí el último capítulo del libro que escribo, y ella sin yo saberlo, me cronometro. Me dijo que había evolucionado bastante y que ella jamás se hubiera pensado o tal vez intentado escribir, que eso no era para ella. Me insistió en que le dijera el final, pero ni yo lo sé, por lo que el resto del viaje comenzamos a conversar de como sería el final de la historia.

Cuando llegamos pensamos tomar un taxi, para que nos llevara al banco y así poder pagar la matricula de cada una, pero como su ficha de matricula lo tenía una de sus amigas pues, caminamos hacia donde le dijo su amiga que estaría. Después de media hora, por fin nos subimos a un taxi rumbo al banco. La sorpresa que me di fue, que al momento de pagar mi matricula me dijeron que el sistema no reconocía mi bendito código. Con cólera supuse que no habían extendido mi orden de pago. Cuando llegue a la universidad pues, lo que supuse era la sencilla realidad, aun no podía pagar por que mi orden de pago aun no era expedida.

En fin, salí de la universidad con la bendita orden en mi bolso, pero como no se puede pagar después de las 24 horas expedida la orden, me tengo que regresar mañana ah pagar. Quise evitar regresar y pagar en un agente pero no!!! que va mi padre no quiso, como de costumbre y su maldita falta de confianza me dejo bien en claro que DEBIA pagar en el banco, y me recordó que aún no voy a ver sus plantas, en su ahora huerta, que antes fue una granja, él y sus locuras.

Llamé a mi abuela para que me dijera a que hora iría, para poder acompañarla, por que aunque eso es de mi padre, a mi no me gusta llegar como si nada, y hacerme la dueña de algo que no es mío.

Como yo llegaría una hora después acordamos en que le daría el alcance allá. Entonces apenas llegué, almorcé, me cambie y pues me fui hacia el pueblito donde queda la huerta de mi papá.

Sentada mirando por la ventana mientras el mini bus o combi se llenaba, vi como se acercaba mi ex, el chico con el que estuve menos de dos meses en el colegio. Nerviosa no me puse, ya que él no fue muy importante que digamos en mi vida, si la marcó, eso si, ya que fue mi primer y horrible beso, creo que, más que eso fue una violación bucal, como dice Leah, de mi vida es un desastre... que horror de beso!!!!... hasta ahora tengo pesadillas...jajaja.

El bendito mini carro no se llenaba y yo pase sentada como momia con mi ex dentro casi una hora, sin contar el viaje de 15 minutos..."un completo desastre mi día"... y con la constante molestia de saberme observada, pero en serio, dios bendito y que permitió la creación de los lentes de sol por que si no ya me hubiesen llamado poseída de tanto que volteaba los ojos.

Cuando por fin llegué, por poco y me muerde un perro que salía de su casa con un hueso en la boca, dios, que asco!!!!... seguí mi camino por el sendero de tierra y sin una alma...me acuerdo que de adolescente siempre discutía con mi papá por querer que yo pase los fines de semana en el "pueblo fantasma" , como yo lo llamaba, creo que más de mil habitantes no hay.

Bueno, llegué y mi prima me dijo que mi abuela estaba dentro, en la huerta y pues deje mi pequeño bolso en una mesa y camine hacia la parte posterior de la enorme casona. Ahí me despeje, tomé las fotos que mi papá me pidió y seguí con mi día, recolectando frutos algo verdes que mi abuela me daba, por que yo de pedirlos, ni loca, me daba verguenza aunque se que tengo derecho, no puedo ser tan cínica en venir a exigir cuando no ayudo en nada.

Como a las 5 y tanto de la tarde me regrese, por fin a mi casa, en donde había visita, una vieja cotorra de mi antiguo barrio había venido a "visitar" a mi mamá flor, y pues la salude y me metí en mi habitación.

Ahora estoy en la casa de mi tío, que es la casa de al lado, mandando las fotos y descargando música mientras escribo estas palabras, como un desfogue.

La vida sigue, las personas que te rodean solo turnan su lugar para luego rotar, y desaparecer de tu vida, hasta que por casualidad te los vuelves a cruzar en un mini bus rumbo a un pueblo fantasma.